13/06/2025
La redada no es una solución, es una consecuencia de un sistema roto que castiga la necesidad de migrar y al mismo tiempo se beneficia de ella. Es el resultado de mirar hacia otro lado durante años.
Estados Unidos vive un conflicto migratorio donde tanto los migrantes como el gobierno comparten responsabilidad.
Por un lado, muchos migrantes cruzan de forma ilegal, sabiendo que están violando leyes, pero lo hacen empujados por la pobreza, la violencia o la falta de oportunidades en sus países. Huyen buscando vida, no lujo. Sin embargo, al entrar sin documentos, exponen al sistema a tensiones legales, económicas y de seguridad.
Por otro lado, el gobierno estadounidense también tiene una gran cuota de culpa, porque durante décadas ha mantenido una política migratoria ambigua: por momentos abre puertas, pero sin dar soluciones reales a largo plazo, y otras veces endurece las leyes sin atender las causas humanas detrás del fenómeno. Además, depende económicamente de la mano de obra migrante en muchos sectores, pero no ofrece vías claras y justas para regularizarla.