19/09/2025
𝐂𝐎𝐌𝐔𝐍𝐈𝐃𝐀𝐃𝐄𝐒 𝐀𝐍𝐃𝐈𝐍𝐀𝐒 𝐋𝐀𝐍𝐙𝐀𝐍 𝐄𝐋 “𝐌𝐀𝐍𝐈𝐅𝐈𝐄𝐒𝐓𝐎 𝐃𝐄𝐋 𝐀𝐆𝐔𝐀 𝐒𝐀𝐆𝐑𝐀𝐃𝐀” 𝐘 𝐃𝐄𝐒𝐀𝐅𝐈́𝐀𝐍 𝐋𝐀 𝐌𝐄𝐑𝐂𝐀𝐍𝐓𝐈𝐋𝐈𝐙𝐀𝐂𝐈𝐎́𝐍 𝐃𝐄 𝐋𝐎𝐒 𝐁𝐈𝐄𝐍𝐄𝐒 𝐂𝐎𝐌𝐔𝐍𝐄𝐒
En un hecho sin precedentes, las comunidades campesinas de la región andina presentaron el “Manifiesto del Agua Sagrada: Principios Fundamentales de la Cosmovisión Andina”, un documento que se erige como declaración política, espiritual y jurídica frente a las políticas estatales y empresariales que promueven la privatización y mercantilización del agua.
El manifiesto, firmado por presidentes comunales y respaldado por asambleas locales, afirma que el agua no es un recurso natural explotable ni un bien económico, sino un ser vivo, consciente y sagrado, con memoria, espíritu y voluntad propia. “El agua no se vende, se cuida”, proclaman, en abierta oposición a las tendencias neoliberales que intentan convertirla en mercancía.
Tensiones con el modelo legal vigente
El documento cuestiona de manera directa el marco legal actual que permite concesiones hídricas a empresas privadas, y desconoce como nulas todas las normas, decretos y resoluciones que prioricen el uso industrial por encima del comunitario. Este punto genera una tensión jurídica evidente: mientras el Estado peruano regula el agua bajo un régimen administrativo de licencias, las comunidades reclaman un derecho originario e inalienable basado en su existencia milenaria en los territorios.
Más aún, las comunidades reivindican la autodeterminación hídrica, es decir, la facultad de decidir autónomamente sobre la gestión y protección del agua en sus territorios, sin injerencia estatal ni empresarial. Esta postura confronta directamente a las autoridades nacionales y plantea un escenario de choque de legitimidades entre la normatividad oficial y el derecho consuetudinario ancestral.
Raíces ancestrales y visión cósmica
El manifiesto rescata la cosmovisión andina, donde el agua —conocida como Yakuna o Mama Unu— se concibe como madre y fuente universal de vida, en interrelación con la tierra, el aire y el fuego. Desde esta perspectiva, cada río, manantial o laguna es un altar sagrado, portador de memoria ancestral y escenario de ceremonias comunitarias.
Asimismo, destaca la vigencia de sistemas hídricos ancestrales como los andenes, qochas, waru waru y amunas, que durante siglos garantizaron sostenibilidad y equidad en la distribución del agua, frente a lo que califican como tecnologías destructivas del modelo occidental.
Declaraciones y compromisos
El manifiesto formula compromisos categóricos:
• Oposición total a la privatización del agua bajo cualquier modalidad.
• Defensa del control comunitario de fuentes hídricas y de la gestión colectiva según normas consuetudinarias.
• Rechazo a proyectos extractivos que amenacen las fuentes de agua sin consulta previa.
• Mandato de protección intergeneracional, defendiendo el agua “con la vida misma” como lo hicieron los ancestros.
Finalmente, se declara que la tierra, el agua y el territorio son propiedad comunitaria indivisible y patrimonio sagrado de las comunidades, por lo que nunca podrán ser vendidos, arrendados o concesionados.
Más que un manifiesto, una confrontación
El “Manifiesto del Agua Sagrada” no es solo un pronunciamiento cultural: constituye un acto político de resistencia frente al avance de las leyes de corte neoliberal que buscan regular el agua como bien económico. Al reivindicar derechos inalienables y desconocer las normas estatales que los contradigan, las comunidades andinas colocan sobre la mesa un conflicto estructural entre la cosmovisión ancestral y el modelo jurídico occidental.
La proclamación deja claro que, para los pueblos originarios, el agua es vida, madre y patrimonio común de la humanidad. Su defensa, aseguran, no es negociable.
EL MANIFIESTO:
Manifiesto del Agua Sagrada: Principios Fundamentales de la Cosmovisión Andina
Nosotros, las comunidades campesinas herederas de la civilización andina, declaramos ante el mundo nuestros principios fundamentales sobre el agua, elemento sagrado que constituye la esencia misma de nuestra existencia, cultura y cosmovisión milenaria.
Fundamentos de Nuestra Concepción del Agua
El Agua como Ser Vivo y Sagrado
En nuestra cosmovisión andina, el agua no es una simple sustancia química ni un recurso natural explotable. El agua es un ser vivo, consciente y sagrado que merece respeto, veneración y cuidado. Como todo ser vivo, el agua tiene espíritu, tiene memoria, tiene voluntad propia.
Nuestros ancestros la conocían como "Yakuna" (agua que vive), "Mama Unu" (madre agua), reconociendo su naturaleza maternal y su papel fundamental en la generación y sostenimiento de toda vida. El agua no solo está en los ríos, lagunas y manantiales: fluye por las venas de la Pachamama como la sangre fluye por nuestro cuerpo.
El Agua como Principio Cósmico
Para nosotros, el agua es uno de los principios fundamentales del cosmos andino, junto con la tierra (Pachamama), el aire (Wayra) y el fuego (Nina). Estos cuatro elementos no son independientes sino que forman una unidad sagrada, un todo integrado donde cada parte es esencial para el equilibrio del conjunto.
El agua conecta todos los niveles de la realidad andina:
● Kay Pacha (este mundo): ríos, lagunas, lluvia, manantiales
● Hanaq Pacha (mundo de arriba): nubes, granizo, nieve
● Uray Pacha (mundo de abajo): aguas subterráneas, fuentes profundas
El Agua como Madre y Dadora de Vida
Reconocemos al agua como la madre universal de toda existencia. Sin ella no hay germinación, no hay crecimiento, no hay vida. En nuestro entendimiento, todos los seres somos hijos del agua: las plantas, los animales, los seres humanos, incluso las piedras nacen de la humedad primordial.
El agua nos enseña los principios fundamentales de la vida:
● La fluidez: capacidad de adaptarse sin perder la esencia
● La persistencia: la gota que con paciencia horada la piedra
● La generosidad: se da sin pedir nada a cambio
● La purificación: limpia y renueva todo lo que toca
El Agua como Memoria Ancestral
En nuestras aguas están contenidas la memoria y sabiduría de nuestros ancestros. Cada gota que bebemos ha pasado por las manos de nuestros abuelos, ha nutrido las chacras de nuestros antepasados, ha sido bendecida en ceremonias milenarias.
Los lugares donde brota el agua - los puquios, los manantiales, las lagunas sagradas - son altares naturales donde nuestros ancestros realizaron ceremonias, ofrendas y rituales que siguen vivos en nuestras tradiciones. Estos lugares son nuestra herencia espiritual más preciada.
Principios de Nuestra Relación con el Agua
Reciprocidad y Complementariedad
Nuestra relación con el agua se basa en el principio del ayni (reciprocidad). El agua nos da vida y nosotros le devolvemos cuidado, respeto y protección. No tomamos más de lo que necesitamos, y lo que tomamos lo devolvemos purificado a través de nuestras prácticas ceremoniales y de cuidado territorial.
Practicamos la complementariedad reconociendo que el agua masculina (ríos que bajan) debe encontrarse con el agua femenina (lagunas, cochas) para generar equilibrio y fecundidad.
Uso Comunitario y Gestión Colectiva
Desde tiempos ancestrales, el agua ha sido gestionada comunitariamente a través de sistemas sofisticados de organización social que incluyen:
● Comités de riego con rotación equitativa y justa
● Sistemas de limpieza colectiva de canales y acequias
● Rituales comunitarios para pedir y agradecer el agua
● Normas consuetudinarias para el uso responsable
● Sanciones comunitarias para quienes desperdician o contaminan
Estos sistemas han demostrado durante milenios su eficacia para garantizar acceso equitativo al agua y mantenimiento de la infraestructura hídrica.
Tecnología Ancestral y Innovación Continua
Nuestros ancestros desarrollaron tecnologías hídricas sofisticadas que hoy son reconocidas mundialmente:
● Andenes y terrazas que capturan y conservan agua de lluvia
● Qochas y waru waru para manejo de agua en zonas inundables
● Sistemas de canales que distribuyen agua por gravedad
● Amunas para recarga de acuíferos subterráneos
● Reservorios naturales en lagunas altoandinas
Estas tecnologías no son reliquias del pasado sino sistemas vivos que seguimos perfeccionando, adaptando y enseñando como alternativas sostenibles a las tecnologías destructivas del modelo occidental.
Nuestros Derechos Inalienables sobre el Agua
Derecho Ancestral y Originario
Nuestro derecho al agua no proviene de ninguna ley o constitución moderna. Es un derecho originario que nace de nuestra existencia milenaria en estos territorios y de nuestra relación ancestral con las fuentes hídricas. Estábamos aquí antes que cualquier estado, y seguiremos aquí después que pasen las formas políticas actuales.
Este derecho incluye:
● Control comunitario de las fuentes de agua en nuestro territorio
● Gestión autónoma según nuestras normas consuetudinarias
● Uso prioritario para consumo humano, riego y ceremonias
● Protección contra contaminación y sobreexplotación
Derecho a la Autodeterminación Hídrica
Reivindicamos nuestro derecho a decidir autónomamente sobre el uso, gestión y protección del agua en nuestros territorios ancestrales, sin imposiciones externas de ningún tipo. Esto incluye:
● Definir nuestros propios planes de manejo hídrico
● Establecer nuestras normas de uso y protección
● Rechazar proyectos que amenacen nuestras fuentes de agua
● Mantener nuestros sistemas de gobierno hídrico tradicional Declaraciones y Rechazos Categóricos
Oposición Total a la Privatización
DECLARAMOS CATEGÓRICAMENTE nuestra oposición total, absoluta e irrenunciable a cualquier forma de privatización, concesión, cesión, arrendamiento o mercantilización del agua.
RECHAZAMOS TAJANTEMENTE toda medida legislativa, administrativa o judicial que pretenda:
● Convertir el agua en mercancía sujeta a compraventa
● Otorgar concesiones a empresas privadas sobre fuentes hídricas
● Crear mercados de derechos de agua
● Subordinar el acceso al agua a la capacidad de pago
Desconocimiento de Medidas Atentatorias
DESCONOCEMOS y declaramos NULAS Y SIN EFECTO todas las medidas que atenten contra nuestros derechos ancestrales sobre el agua, incluyendo:
● Leyes que declaren el agua como bien comercializable
● Decretos que otorguen concesiones sin consulta previa
● Resoluciones que prioricen uso industrial sobre uso comunitario
● Normas que ignoren nuestros sistemas de gestión tradicional
AFIRMAMOS que ninguna autoridad tiene facultad para disponer de nuestros bienes comunes sin nuestro consentimiento libre, previo e informado.
El Agua no se Vende, se Cuida
Proclamamos ante el mundo que:
El agua no tiene precio porque es invaluable
El agua no se vende porque es sagrada
El agua no se concesiona porque es vida
El agua no se privatiza porque es de todos
El agua pertenece a la Pachamama, a las presentes generaciones y a las futuras. Es patrimonio de la humanidad y de todos los seres vivos. Ningún gobierno, ninguna empresa, ningún individuo puede apropiársela.
Compromisos y Mandatos
Mandato de Protección
NOS COMPROMETEMOS SOLEMNEMENTE a defender el agua con nuestra vida misma, como mandato sagrado heredado de nuestros ancestros y como responsabilidad hacia nuestros descendientes.
JURAMOS mantener y fortalecer nuestros sistemas tradicionales de gestión hídrica, adaptándolos a los desafíos contemporáneos pero sin traicionar sus principios fundamentales.
Llamado a la Humanidad
CONVOCAMOS a todos los pueblos del mundo a reconocer que el agua es un derecho humano fundamental, no una mercancía, y a unirse a la lucha contra su privatización y mercantilización.
INVITAMOS a gobiernos, organizaciones y personas de buena voluntad a aprender de nuestros sistemas milenarios de gestión hídrica como alternativas reales a los modelos insostenibles del capitalismo extractivista.
Declaración Final
En virtud de nuestra autoridad ancestral, de nuestros derechos originarios, de nuestro mandato comunitario y de nuestra responsabilidad hacia las futuras generaciones, DECLARAMOS:
● Que la Pachamama y el agua en nuestros territorios ancestrales son y seguirán siendo PATRIMONIO SAGRADO E INALIENABLE de nuestras comunidades.
● Que la tierra, el suelo, el subsuelo y el agua son PROPIEDAD COMUNITARIA INDIVISIBLE que nunca podrá ser vendida, concesionada, arrendada o privatizada bajo ninguna modalidad.
● Que mantendremos y fortaleceremos nuestros sistemas tradicionales de gestión territorial e hídrica como contribución ancestral a la humanidad.
● Que defenderemos con todos los medios necesarios nuestros derechos sobre la Pachamama y el agua contra cualquier forma de despojo, extractivismo o mercantilización.
● Que seguiremos siendo los GUARDIANES DE LA PACHAMAMA Y EL AGUA como lo fueron nuestros ancestros y como deberán serlo nuestros descendientes.
● Que nuestro territorio es el vientre sagrado donde nacieron nuestras generaciones y donde nacerán las futuras, por lo que su cuidado es mandato divino y responsabilidad humana.
¡La Pachamama es vida! ¡La Pachamama es sagrada! ¡La Pachamama es nuestra madre!
¡El agua es vida! ¡El agua es sagrada! ¡El agua es nuestra hermana!
¡El territorio no se vende! ¡El territorio se defiende! ¡El territorio es sagrado!
Firmado por los Presidentes de las Comunidades Campesinas en este Congreso como compromiso de las comunidades campesinas herederas de la gran civilización andina, en defensa de la Pachamama y el agua sagrada, y en construcción del Sumak Kawsay (Buen Vivir) para todos los seres. Este manifiesto será leído y confirmado en cada Comunidad en Asamblea y adjuntado en el libro de actas respectivo.
PACHAMAMAMANTA KANCHIK - SOMOS DE LA PACHAMAMA
PACHAMAMATA AMACHANCHIK - CUIDAMOS LA PACHAMAMA
PACHAMAMAWAN KAWSANCHIK - VIVIMOS CON LA PACHAMAMA
YAKUWAN KANCHIK - SOMOS AGUA
YAKUTA AMACHANCHIK - CUIDAMOS EL AGUA
YAKUWAN KAWSANCHIK - VIVIMOS CON EL AGUA
ALLPAMANTA KANCHIK - SOMOS DE LA TIERRA
ALLPATA AMACHANCHIK - CUIDAMOS LA TIERRA
ALLPAWAN KAWSANCHIK - VIVIMOS CON LA TIERRA
PACHAMAMAMANTA QHIPHIRÜWA
PACHAMAMA AMUYAPXAÑAWA
PACHAMAMA JAKASIÑAWA
UMAWA QHIPHIRÜWA
UMA AMUYAPXAÑAWA
UMA JAKASIÑAWA
URAWA QHIPHIRÜWA
URA AMUYAPXAÑAWA
URA JAKASIÑAWA