
28/07/2025
Soltar el control.
Uno de los momentos más difíciles del duelo es cuando nos damos cuenta de que no hay forma de cambiar lo que pasó.
Que no importa cuánto deseemos que todo sea distinto, no hay vuelta atrás.
Y eso duele. Duele profundamente.
Tal vez has pensado una y mil veces en qué podrías haber hecho diferente.
Tal vez te has culpado, has buscado explicaciones, has querido encontrar un sentido que no llega. Y es completamente natural.
A veces, el dolor nos hace creer que si hubiéramos tenido más control, todo habría sido diferente.
Pero la verdad, por dura que sea, es que hay cosas que no podemos controlar.
La muerte es una de ellas.
Soltar el control no significa rendirse ni olvidar, sino dejar de pelear con una realidad que ya no se puede cambiar.
Es decirte a ti mismo: "Ya no tengo que seguir castigándome por lo que no estuvo en mis manos".
Soltar es un acto de amor hacia ti.
Es regalarte un poco de descanso.
Es aceptar que aunque no pudiste evitar la pérdida, sí puedes elegir cómo vivir con ella.
Al soltar, no se va el dolor de inmediato, pero aparece algo nuevo:
espacio para respirar, para sentir sin culpa, para empezar a sanar.
Y si hoy no estás listo para soltar, está bien.
Solo empieza por darte cuenta de lo que estás cargando.
Porque incluso eso, reconocer el peso, ya es un gran paso🥰.