08/04/2024
"Idolatría en el corazón"
EZEQUIEL 14
Los ancianos del pueblo buscan a Ezequiel, pero Dios le dice a su profeta que no hay mensaje para ellos: "Vinieron a mí algunos de los ancianos de Israel y se sentaron delante de mí." (Ezequiel 14:1). Esto en primera instancia era algo positivo, podríamos pensar, el profeta comienza tener éxito en su ministerio, las personas lo buscan, quieren saber que mensaje Dios tiene para el pueblo. Al parecer mostraron una actitud honesta y dispuesta a escuchar al profeta. Sin embargo, eso estaba muy lejos de ser una realidad.
"Y VINO A MÍ, PALABRA DEL SEÑOR, diciendo: Hijo de hombre, estos hombres han puesto sus ídolos en su corazón y han establecido el tropiezo de su maldad delante de su rostro. ¿Acaso he de ser yo en modo alguno consultado por ellos?" (Ezequiel 14:1). Quizás no tengamos imágenes colgadas en la pared, o imágenes en escultura y las adoremos. Sin embargo, cualquier cosa, que ocupe el primer lugar en nuestra vida, en nuestro corazón, es un ídolo, el trabajo, la fama, el dinero, los deportes, la religión misma, las tradiciones religiosas. Cuando estos ídolos ocupan el primer lugar en nuestro corazón, nos apartamos del camino de Dios, dejamos de cumplir nuestro propósito, nos volvemos esclavos de nosotros mismos, del pecado que nos asedia. Nos olvidamos que tenemos un destino glorioso y centramos nuestra mirada en este mundo triste y cruel. Perdemos de vista la meta. Esta era la condición de los ancianos que fueron a escuchar consejo y dirección con el profeta Ezequiel.
“Háblales, por tanto, y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: Cualquier hombre de la casa de Israel que hubiere puesto sus ídolos en su corazón, y establecido el tropiezo de su maldad delante de su rostro, y viniere al profeta, yo Jehová responderé al que viniere conforme a la multitud de sus ídolos. PARA TOMAR A LA CASA DE ISRAEL POR EL CORAZÓN, ya que se han apartado de mí todos ellos por sus ídolos”. (Ezequiel 14:4-5).
Pesa una gran responsabilidad en el liderazgo que ejercemos, necesitamos que Dios sea quien dirija y controle nuestra vida, necesitamos tener a Jesús sentado en el trono de nuestro corazón. Dios le hace un llamado a su pueblo y confronta a estos ancianos, los desafía a tomar una decisión: “Por tanto, di a la casa de Israel: Así dice Jehová el Señor: CONVERTÍOS, Y VOLVEOS de vuestros ídolos, y APARTAD VUESTRO ROSTRO DE TODAS VUESTRAS ABOMINACIONES”. (Ezequiel 14:6). Un llamado desde el corazón de Dios. Un llamado que si lo escuchamos cambiará definitivamente nuestra existencia.
“CONVERTÍOS Y VOLVEOS”. Estas palabras viene de una misma raíz verbal, combinadas, forman parte de un llamado al arrepentimiento, que Dios hace a su pueblo. Dios es el que escudriña los corazones, el que pesa en balanza al hombre, no basta con hacer profesión de fe, hay que vivir en armonía con esa profesión de fe. Cambiar de dirección, permitir que Dios dirija el timón de nuestra embarcación, que Dios moldee nuestras vidas a su imagen. “VOLVEOS DE VUESTROS ÍDOLOS”. Rechazando cualquier clase de ídolo. Tomar la decisión de cambiar de rumbo y no colocar mas nuestra mirada en lo que nos aleja de Dios y de nuestra meta.
“APARTAD VUESTRO ROSTRO DE TODAS VUESTRAS ABOMINACIONES”. “Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra”. Colosenses 3:2. Si nuestra mirada se desvía de Jesucristo, automáticamente, la colocamos en las cosas del mundo. Concentrar la mirada en las cosas que suceden alrededor, puede ser completamente agotador, además de tener un impacto negativo en la vida diaria.
Jerusalén sería destruida no había vuelta de hoja. Es muy importante tener presente que la salvación es personal: “Si estuviesen en medio de ella estos tres varones, Noé, Daniel y Job, ellos por su justicia librarían únicamente sus propias vidas, dice Jehová el Señor!”. (Ezequiel 14:14).
El deseo de Dios es que su pueblo: “para que la casa de ISRAEL NO SE DESVÍE MÁS DE EN POS DE MÍ, ni se contamine más en todas sus rebeliones; y ME SEAN POR PUEBLO, Y YO LES SEA POR DIOS, dice Jehová el Señor”. (Ezequiel 14:11). “Sin embargo, he aquí quedará en ella un remanente, hijos e hijas, que serán llevados fuera; he aquí que ellos vendrán a vosotros, Y VERÉIS SU CAMINO Y SUS HECHOS, y seréis consolados del mal que hice venir sobre Jerusalén, de todas las cosas que traje sobre ella”. (Ezequiel 14:22).
“Ser congruente significa ser fiel a uno mismo y mantener una relación lógica y coherente entre lo que sentimos, lo que decimos y lo que hacemos”. Hoy es el día de “convertíos y volvernos”, colocando nuestra mirada en Dios. ¿Cómo está tu rostro y tu corazón?
Ptr. Martin Olvera García