03/12/2025
Iba en el carro cuando vi una escena que me llamó la atención.
Un señor estaba vendiendo mangos en la calle…
y en su bolsita llevaba a su perrito, asomando la cabecita todo tranquilo.
El perrito iba cómodo ahí, mirando a cada persona que pasaba.
No hacía ruido, no molestaba… solo acompañaba con esos ojitos curiosos,
como si supiera que su humano estaba trabajando y él quería estar cerquita.
Una imagen sencilla, pero muy bonita.
Porque a veces la mejor compañía tiene cuatro patitas y va contigo a donde vayas.