29/08/2025
𝗟𝗮 𝗧𝗿𝗮𝗴𝗲𝗱𝗶𝗮 𝗱𝗲 𝗚𝘂𝗶𝗹𝗹𝗲𝗿𝗺𝗶𝗻𝗮: 𝗨𝗻 𝗖𝗿𝗶𝗺𝗲𝗻 𝗾𝘂𝗲 𝗦𝗮𝗰𝘂𝗱𝗲 𝗮 𝗩𝗲𝗿𝗮𝗰𝗿𝘂𝘇
Veracruz, México — Un escalofriante crimen ha conmocionado a la comunidad de Cocoxatla, en el municipio de Ixhuacán de los Reyes, Veracruz, fue escenario de la muerte de una mujer de la tercera edad, víctima de un brutal ataque sexual y físico presuntamente perpetrado por su propio nieto, quien fue detenido e imputado por los delitos de feminicidio y violación agravada.
El as*****to de la anciana, identificada como Guillermina, de 71 años, a manos de su propio nieto, un joven de 16 años. El trágico suceso ha puesto de manifiesto la urgente necesidad de abordar la violencia intrafamiliar y la crisis de valores que afecta a la sociedad.
Detalles del Homicidio
El pasado 22 de agosto, vecinos de la colonia Las Brisas, alertados por una fuerte discusión proveniente del domicilio de Guillermina, contactaron a las autoridades. Al llegar al lugar, los agentes de la policía estatal encontraron
el cuerpo de la anciana sin vida. Según los primeros reportes forenses, Guillermina presentaba signos de haber sido estrangulada, y se encontraron golpes en diversas partes de su cuerpo.
El principal sospechoso, su nieto de 16 años, fue detenido en el lugar de los hechos, intentando huir. Según las declaraciones preliminares, el móvil del crimen fue una disputa familiar por dinero. Se presume que el joven, en un arranque de ira, agredió físicamente a su abuela hasta quitarle la vida. La Fiscalía General del Estado (FGE) ha abierto una carpeta de investigación por el delito de feminicidio.
Perfil del Agresor y Víctima
Guillermina era una mujer jubilada, conocida en el vecindario por su amabilidad y por haber
dedicado su vida a cuidar de su nieto, quien, según testigos, siempre tuvo un comportamiento problemático. A menudo se le veía en pleitos con su abuela, exigiendo dinero y desafiando su autoridad. Pese a las constantes advertencias
de los vecinos, la anciana se negaba a denunciar a su nieto, creyendo que su amor y paciencia lo harían cambiar. Este acto de amor incondicional,
trágicamente, se convirtió en su sentencia de muerte.
El agresor, por su parte, es un joven con un historial de indisciplina y adicción a las
dr**as. El consumo de sustancias, sumado a un entorno de carencia afectiva, se ha señalado como un factor determinante en el desarrollo de su comportamiento violento. El caso de Guillermina pone de manifiesto una problemática social grave: la desintegración familiar y la falta de apoyo psicológico para jóvenes en riesgo.
El caso de Guillermina no es solo la historia de un crimen, sino un llamado de atención a la sociedad. Es un recordatorio de que la violencia no tiene edad ni parentesco y que, para combatirla, es necesario un esfuerzo conjunto que incluya educación, apoyo psicológico y una fuerte red de protección social para las
personas más vulnerables.