
16/09/2025
*ORACION CONTRA CONSAGRACIONES IDOLATRAS EN EL DIA DE INDEPENDENCIA*
Amantísimo Dios omnipresente. Con fe, esperanza y alabanza, entramos al trono de Dios. *”¡Bendigan al Señor, ustedes, ángeles poderosos que cumplen sus órdenes y obedecen su voz! ¡Bendigan al Señor todos sus ejércitos, todos ustedes, sus siervos, que cumplen su voluntad! ¡Bendigan al Señor ustedes, sus criaturas, en todos los lugares de su dominio! ¡Bendice, alma mía, al Señor!” (Salmos 103: 20-22). Tu palabra dice: *”Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, permanece en Dios, y Dios en él. Y nosotros (los mexicanos) hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros…. (Por lo tanto, México) permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él” (1 Juan 4:15-16).* Reconocemos que Jesús es la cabeza de todo lo visible e invisible, sus enemigos están puestos como estrado de sus pies y nosotros estamos sentados juntamente contigo en lugares celestiales. Tus hijos mexicanos, nos ponemos la armadura de Dios desde la cabeza hasta la planta de los pies y junto con tus invencibles ángeles, proclamamos la victoria en esta batalla, ya que en Cristo Jesús, *”…somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó” (Romanos 8:37).*
Dios Padre, tu palabra nos dice que, por la gracia de Dios y el poder del nombre de Jesús, podemos atar toda fuerza maligna, toda autoridad contraria, que opere o intente operar en nuestra nación. Jesús dice *“…que todo lo que (nosotros) ate(mos) en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desate(mos) en la tierra, será desatado en el cielo.» (Mateo 18:18).* En tu nombre Jesús, proclamamos que el poder de las tinieblas en México, ha quedado atado en el cielo y en la Tierra. No hay nada que tenga dominio sobre nosotros, tus hijos mexicanos porque escrito está que: *”El pecado ya no (tiene) poder sobre (nosotros), pues ya no est(amos) bajo la ley sino bajo la gracia” (Romanos 6:14).* Sabemos que hay poder verdadero y exponencial en la oración con acuerdo y en la presencia de Jesús, porque tu palabra dice *”que si dos de ustedes se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan aquí en la tierra, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.” (Mateo 18:19).* Por lo tanto, agradecemos de antemano que Dios Padre actuará en todas las ceremonias del 16 de septiembre celebradas en nuestra nación, cubriéndonos con la sangre de su Hijo Jesús, levantando alrededor de nosotros muros de fuego impenetrables alrededor de nuestro país. Recordamos que tu Hijo Jesús, derrotó a satanás y a todas sus huestes infernales el día que resucitó de la cruz. De esa misma manera tú derrotas a todos los grupos indígenas y masónicos, a brujos y hechiceros, y a dictadores y comunistas extranjeros, cómplices del tirano, que se reúnan para dañar a los mexicanos. Señor, te pedimos que los ángeles de tu poderoso ejército, vayan a sus lugares rompiendo y destruyendo toda organización de eventos patrios e invitaciones de funcionarios extranjeros que se hayan hecho sin tu consentimiento, transmisiones mediáticas hechas para manipular y confundir, oraciones, métodos y rituales al revés, así como toda hueste, potestad y espíritu inmundo que se mueva a través de ellos, en el nombre de Cristo Jesús. Con la autoridad de tu nombre, Cristo Jesús, los mexicanos decimos a voz de cuello que se les devuelve siete veces siete lo que hayan hecho en nuestra contra y que el terror de Dios viene sobre cada uno de ellos. Proclamamos que la cobertura que el diablo les haya puesto caiga y ya sin ella, entran en confusión, desorden y derrota. Se levanta con poder la sangre viva de Jesucristo, quemando todos sus altares, destruyendo todas sus actas legales, decretos y pactos de sangre contra los mexicanos.
Dice tu palabra: *»No dejarás con vida a ninguna hechicera… Los sacrificios son sólo del Señor. El que ofrezca sacrificios a otros dioses, será condenado a muerte» (Éxodo 22: 18-19).* Reconocemos que la penalización que Dios pedía por usar encantamientos, hechicería y artes de la brujería, es justa, porque Dios es justo. Clamamos que en tu misericordia, la cual es *”tan alta como los cielos sobre la tierra … (para) los que (te) honran” (Salmos 103:11),* hagas justicia en nuestra nación y que ésta caiga pesada sobre ellos si no se arrepienten y someten a ti Dios justo. Jesús nos dice: *”¿Acaso Dios no les hará justicia a sus elegidos, que día y noche claman a él? ¿Se tardará en responderles? Yo les digo que sin tardanza les hará justicia” (Lucas 18:7-8).* Por tal, pedimos que, en el poderoso nombre de tu hijo Jesús, queden totalmente desnudos ante la justicia divina y terrenal, para que entiendan que no pueden seguir atacando a los escogidos de Dios en México. Tú, Señor, nos dices a los mexicanos: *”El ladrón (el enemigo) no viene sino para hurtar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10)* y así es para México en el nombre de Jesús.
Humillados, pero como una sola nación, nos congregamos contigo Señor Jesús en espíritu y unidos de la mano, rodeamos el Zócalo de la CDMX como símbolo de protección para nuestro país y en tu nombre intercedemos por México. Agradecemos y proclamamos tu palabra que dice: *”si mi pueblo, sobre el cual se invoca mi nombre, se humilla y ora, y busca mi rostro, y se aparta de sus malos caminos, yo lo escucharé desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra” (2 Crónicas 7:14).* Nadie puede maldecir lo que tú has bendecido y México es bendecido con tu nombre, tu misericordia, tu protección y la sanación de nuestra tierra. Apelando a tu misericordia y amor por los mexicanos, pedimos que, en tu conocimiento, forma y autoridad, tengas a bien extender una orden de restricción contra el poder de las tinieblas contenido en la idolatría, satanismo, masonería y santería, etc. que operen en el territorio mexicano. Nosotros, los mexicanos, recibimos y agradecemos esta orden de restricción por fe en el nombre de Jesús. Hoy como hijos tuyos, rededicamos nuestra nación, los Estados Unidos Mexicanos, a ti Padre, dueño y Señor de México, de su plenitud y de todo lo que en él hay, lo hacemos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Viva México! y ¡Viva Jesucristo, el Señor de México! Amén y amén.