07/09/2025
PUNTO Y APARTE
A. DÍAZ
Se fue Armani, un grande de la moda
Uno de los grandes referentes de la moda, Giorgio Armani, “…ha fallecido en paz, rodeado de sus seres queridos. Infatigable hasta el final, trabajó hasta sus últimos días, dedicándose a la empresa, a las colecciones y a los numerosos proyectos en curso y futuros”, informó su compañía.
Ya el pasado junio, no estuvo presente, por primera vez, para hacer su habitual saludo al final del desfile de la marca, durante la Semana de la Moda Masculina de Milán.
Trabajó hasta sus últimos días, dedicándose a la empresa, a las colecciones y a los numerosos proyectos en curso y futuros, según informó la compañía.
Giorgio Armani Raimondi, nació el 11 de julio de 1934, en Piacenza, Italia. Hijo de María Raimondi y Ugo Armani, de origen armenio-italiano. Hermano de: Sergio, y Rosanna.
Fue fotógrafo, y luego, estudió Medicina en la Universidad de Milán. En 1953, se alistó en el ejército. Tras el servicio militar, empezó a trabajar en La Rinascente como escaparatista.
Posteriormente, se convirtió en vendedor y adquirió experiencia en el sector del marketing de la industria de la moda. Durante la década de 1960, se incorporó a la empresa de Nino Cerruti.
En unas vacaciones en Forte dei Marmi en 1966, Armani se enamoró de Sergio Galeotti, un joven arquitecto, al que se trajo con él de regreso a Milán.
Galeotti fue el que impulsó a Armani a independizarse en 1970. Sobre su relación con Galeotti, Armani dijo a Vanity Fair, en 2000: “El amor es un término demasiado reductivo. Fue una gran complicidad frente a la vida y al resto del mundo”.
Después, al fallecer Galeotti; Armani compartió, su vida con Leo Dell'Orco, uno de sus apoyos en la empresa.
Aunque nunca tuvo hijos, hablaba con ternura, de Bianca, la hija de uno de sus empleados, a quien consideraba como su propia hija.
En 1973, Giorgio Armani y su socio Sergio Galeotti abrieron la primera tienda en Milán. Para ello, Armani vendió su viejo Volkswagen.
Dos años después, ambos fundaron la empresa con un capital inicial de $10 000. Al mismo tiempo, el diseñador continuó laborando con marcas italianas, en forma independiente.
En 1976, fue el primer diseñador en transmitir un desfile de moda por televisión italiana. Aquella decisión evidenciaba que tenía visión empresarial, además, de talento creativo.
Igualmente, introdujo cambios en la industria de la moda, por ejemplo, restringiendo el acceso de modelos a un índice de masa corporal inferior a 18. Tomó esa medida, después de que, Ana Carolina Reston, muriera de hambre a causa de anorexia.
Armani recordaba su infancia en Piacenza, por un accidente que casi le costó la vista cuando jugaba con pólvora en la calle tras la guerra.
De igual modo, hablaba de Wanda, su primera novia, con quien compartía juegos a los 8 años. “Era una niña de aire exótico, pelo liso, raya en medio... Se había convertido en mi novia”, contó.
La pequeña murió atropellada por un camión, un hecho que dejó una huella imborrable en el entonces niño Armani.
Aficionado de los deportes, Armani compró el Olimpia Milano, el equipo de baloncesto más exitoso de Italia, en 2008.
Luego, lanzó EA7, una línea de ropa deportiva inspirada en el número de camiseta del futbolista ucraniano Andriy Shevchenko, quien fue delantero del AC Milan.
También, diseñó los uniformes del equipo italiano para los Juegos Olímpicos de Londres 2012, Río de Janeiro 2016 y Tokio 2020.
Con los años, Armani agregó nuevas ofertas a su empresa, presentando perfumes, accesorios, una línea de jeans, entre otros.
En 2007, se asoció con Samsung para crear un televisor LCD (pantalla de cristal líquido) de lujo y un teléfono celular como parte de una expansión de su línea de productos.
Fue un constante filántropo, por ejemplo, convirtió sus plantas de producción en Italia para la fabricación de batas desechables ante la emergencia del coronavirus.
Se adelantó en la escala espiritual, quien le hubiere gustado ser director de cine, y que, Paul Newman, protagonizara una película sobre él. Descanse en paz, “Il Signor”.