18/07/2024
Columna: Políticas, traiciones y algo más
Título: AMLITO se adueña del PRI
Por: Marco González Kuri
“… dicen que cuando el perro es bravo,
hasta a los de casa muerde …” Refranero Popular
Apreciable lector hace algunos días cerca de donde laboro, muy temprano comenzamos a escuchar gritos de dolor y auxilio, de inmediato salí para saber que ocurría, se trataba de un perro de la casa contigua a la oficina, había mordido al dueño, a un repartidor del agua y a un par de compañeros del trabajo. De inmediato, las quejas; de como ocurrió, que había que sacrificar a la mascota, reconvenir al dueño, quien debía hacerse cargo de las curaciones de los afectados, en fin una serie de situaciones y aristas que se presentan ante tal escenario.
Me ocurrió casi lo mismo al comenzar a escuchar las declaraciones del líder PRIISTA Alejando Moreno, en diversos medios de comunicación, allí pues salió contra Dulce María Sauri, Francisco Labastida, Manlio Fabio Beltrones, Aurelio Nuño, en fin salió a lastimar todo a su paso, la diferencia es que sin duda el animalito actuaba por instinto y este hombre sin duda actúa en beneficio personal y con la consigna de adueñarse con lo que cuenta su partido, el financiamiento público y la prerrogativa de poner y quitar candidaturas. Sin duda lo respalda la mayoría de los consejeros del partido y por más que impugnen, es probable que se convierta en el líder eterno de este Instituto Político.
Los partidos políticos son teóricamente vehículos del pueblo para poder acceder a espacios de participación popular o para eso fueron diseñados, sin embargo, con tristeza vemos que esta máxima en ningún partido se cumple, si acaso en el método de tómbola de MORENA, pero son los dirigentes quienes se han apoderado de la vida interna, del financiamiento y de la prerrogativa de postular a candidaturas entre sus más cercanos, sobre todo las famosas plurinominales. Allí pues está el PT del Profesor Alberto Anaya, el PVEM de Emilio Gonzalez, el MC de Dante Delgado, ahora el PRI de Alito y el PAN de Marko Cortes, para la reforma electoral, en la ley de partidos, debían ya de regular la vida interna de los mismos, no en un acto intervencionista, sino empoderar a la ciudadanía de la participación a cargos de elección popular, o entrar a candidaturas ciudadanas más accesibles, que transparenten sus procesos de selección de candidaturas, de dirigencias nacionales y estatales y el ejercicio del gasto, que si bien la fiscalización del INE es buena, se debe avanzar en la transparencia sobre el uso del recurso público y limitar el financiamiento privado, para que grupos de interés, empresariales y del crimen organizado, no puedan adueñarse de la agenda partidista.
En el caso del PRI, en un albazo partidista, Alito y sus huestes aprobaron la posibilidad de que el se pueda reelegirse hasta por dos periodos más, es decir hasta el 2032, y en estos días aprobaran su reelección por el primer periodo, adueñándose así de la vida interna de un órgano político que se vera sometido a la voluntad y al mandato de una sola persona. Sin duda atrás quedaron los tiempos de gloria de este partido en el que aglutinaba a sectores patronales, obreros, campesino, mujeres, sindicatos magisteriales, petroleros, en fin, un Partido que funciono a la perfección mas de 80 años y hoy concluye ese partido que a muchos nos vio crecer y bien o mal fue piedra angular del país que hoy tenemos.
No podemos como ciudadanía quedarnos inmóviles ante este escenario, donde la oposición no existe, se despedaza y da paso a un nuevo partido hegemónico, que desde mi particular punto de vista en nada beneficia a la política de nuestro país, que es un crisol de cultura, tradiciones, usos y costumbres, no podemos dejar que surja nuevamente el partido estado sin que haya contrapesos ciudadanos formados y capaces de mejorar las condiciones de todos los mexicanos, agrupados en instrumentos de representación como los Partidos.