05/09/2025
En 2018, el mundo conoció a Tahlequah (identificada como J35), una integrante de la población de orcas residentes del sur, que habita en las aguas del Pacífico Noroeste, cerca de las islas San Juan. Ese año, Tahlequah cargó el cuerpo de su cría mu**ta durante 17 días y recorrió más de 1.600 kilómetros, en un episodio que conmovió al mundo y se convirtió en un símbolo del profundo duelo animal.
En 2025, la historia vuelve a ser noticia: Tahlequah fue vista nuevamente cargando a otra cría mu**ta, llamada J61, que falleció poco después de nacer. Durante 11 días, repitió un comportamiento similar al de 2018, manteniendo el cadáver sobre su cabeza mientras nadaba junto a su manada.
Los científicos describen esta conducta como un ejemplo extraordinario de vínculo maternal y una poderosa demostración de que las orcas pueden experimentar procesos de duelo prolongado.
Este nuevo episodio también vuelve a poner el foco en la situación crítica de las orcas residentes del sur, una población en peligro de extinción con apenas 73 individuos registrados y cada vez más amenazada por la escasez de salmón, su principal fuente de alimento.
A pesar de la tristeza, hubo un signo de esperanza: mientras Tahlequah cargaba a su cría mu**ta, los investigadores observaron en la misma manada a otra recién nacida, J62, que por el momento parece estar sana.
“Fue una muestra extraordinaria de duelo y amor maternal”, señalaron los expertos del Center for Whale Research.