15/09/2025
… de un personaje llamado Luis Acosta Méndez.
Todos hemos conocido alguna persona que nos marca para bien y se vuelve un modelo de vida.
En este caso, me han pedido contarles la historia de un sacerdote muy querido, quien marcó la vida de muchos xalapeños, veracruzanos y hasta extranjeros: el Padre Luis Acosta Méndez.
Hombre bueno y santo, nacido el 21 de junio de 1942 en la ciudad de Xalapa, Veracruz. Forjado en el famoso barrio del Dique, huérfano de padre a temprana edad, ordenado sacerdote con apenas 25 años, el P. Luis Acosta sirvió al clero diocesano veracruzano hasta que fue llamado a la casa del Padre, exactamente hace un año.
Siempre contaba que el Siervo de Dios, P. Martín del Campo, fue su guía para alcanzar el sacerdocio. De hecho, el 20 de mayo de 1967, junto con otros cinco compañeros, fue ordenado sacerdote, por Monseñor Manuel Pío López, y apadrinado por el propio P. Martin.
Formado en Estados Unidos, Brasil, Francia e Italia. Estudió derecho canónico en el primer colegio fundado por San Ignacio de Loyola: la Universidad Gregoriana de Roma. Posteriormente se trasladó a París, para estudiar Psicopedagogía en el Instituto Católico de París.
En una comida contó que no sabía francés pero que se aventó al ruedo porque, no podía decirle que no a su Obispo, y también porque era una oportunidad de vida. Cabe añadir que trabajó como obrero en las fábricas de autos europeas para costear sus estudios eclesiásticos.
A su regreso a México, fue Prefecto de disciplina, Coordinador de Pastoral, Prefecto de Estudios, Vicerrector y Rector primero del Seminario Regional de Veracruz, y después del Inter diocesano: Rafael Guizar y Valencia.
Posteriormente, fue párroco y Vicario en distintas parroquias de Fortín, Perote y Xalapa. Me contaron por ahí que, por el trabajo que realizó como Vicario Episcopal en la zona Córdoba-Fortín, era el candidato ideal para ser obispo para dicha diócesis, pero más allá de contarles un chisme, destacó lo siguiente que alguna vez él dijo: que no miraba ese cargo porque se requería de juventud y sabiduría, características que según él, no tenía.
Su vida sacerdotal caminó en diversas parroquias y rectorías: San José, El Carmen, Espíritu Santo, Sagrada Familia y Los Corazones, donde dejó huella por el amor que esparció a sus fieles.
Fue querido por muchos y hasta lejanos de estas tierras, pues era buscado desde el viejo continente para un consejo que pudiera resolver su vida.
Se le recuerda como Padre, amigo, guía, hermano, cuñado y tío, porque dejó una semilla de amor en el corazón de muchos, y vale divulgar su historia de vida.
Gracias P. Luis, por el legado que nos dejaste. Te extrañamos mucho, pero con la certeza de que disfrutas del banquete mayor junto a nuestro Creador y tus amigos.
Ese fue, el P. Luis Acosta.
🖊️ Mtro. Julio García Fernández
Primer aniversario de su fallecimiento +