27/10/2025
Sonaron las campanas de la Parroquia de San Jerónimo al paso de La Llorona
Coatepec.- En un hecho insólito que dejó asombrados a vecinos y visitantes, las campanas de la parroquia de San Jerónimo repicaron y las luces del templo se apagaron justo cuando “La Llorona” pasó frente a la iglesia durante su tradicional recorrido por las calles del Pueblo Mágico.
Por sexto año consecutivo, el actor Ciro García, egresado de la carrera de Actuación de la Asociación Nacional de Actores (ANDA), dio vida al mítico personaje de la Llorona, una de las leyendas más arraigadas en la tradición mexicana, representación que se llevó a cabo la noche del pasado domingo, alrededor de las 20:00 horas, ante la mirada expectante de cientos de espectadores.
En entrevista, García explicó que su interpretación busca acercarse a lo más real posible dentro de lo irreal del mito, para lograrlo, trabajó en conjunto con el doctor Jesús Bonilla, autor del libro Historias y Leyendas de Coatepec, quien lo asesoró en la investigación de campo para recrear el vestuario y los elementos simbólicos del personaje.
El recorrido inició en la calle Altamirano, en el barrio de San Miguel, y continuó por Guillermo Prieto y 5 de Mayo, hasta llegar al Corredor Cultural, donde el artista ofreció una breve representación y explicó el origen del mito, desde el puente, decenas de personas observaron el performance, luego avanzó hacia la parroquia, donde ocurrió el momento más impactante: el repique de campanas y el apagón de las luces, generando un ambiente de misticismo nunca antes vivido en esta representación.
Más de dos mil personas asistieron al recorrido, que continuó por las calles Aldama, Cuauhtémoc, Jiménez del Campillo, Zaragoza y Juan Loman, donde vecinos encendieron velas para acompañar el paso del espectro.
“Este tipo de actividades mantiene vivas nuestras leyendas y refuerza la identidad cultural de Coatepec”, expresó García.
Finalmente, el actor recordó la historia que da origen al lamento más famoso de México: una mujer traicionada por su esposo, consumida por el dolor y la locura, ahoga a sus hijos en un río y, desde entonces, vaga entre las sombras buscándolos sin descanso.
“Su alma no encuentra paz, seduce a los hombres recordando al amor que la condenó, mientras su llanto sigue resonando en las noches...”, concluyó.
Fotos cortesía