
01/10/2025
Su legado científico y ambiental queda vivo en cada registro de campo y en las comunidades que impulsó
Por Redacción Nota Antropológica
La investigadora Jane Goodall inició sus observaciones en el Parque Nacional de Gombe, en Tanzania, en 1960 bajo el acompañamiento de Louis Leakey. Sus registros mostraron que los chimpancés podían fabricar herramientas. El hallazgo fue publicado en la revista Nature en 1964. Desde entonces se transformó el entendimiento de las fronteras entre seres humanos y otros primates.
Goodall describió que los chimpancés utilizan ramas para obtener termitas. También documentó conductas como caza organizada de monos colobos. Sus cuadernos de campo incluyeron relatos de cooperación y agresiones prolongadas entre comunidades. Las notas de campo de Goodall contrastaron con los estudios anteriores que trataban a los animales solo como instintos automáticos.
Los registros evidenciaron mecanismos sociales con nombres propios asignados a cada individuo. El chimpancé David Greybeard fue el primero en ser descrito con rasgos particulares. A partir de ahí se demostró que las relaciones de parentesco influyen en la alimentación y en el cuidado de crías. La convivencia no siempre era pacífica. También se presentaron guerras territoriales.
La investigadora expuso que la pérdida de bosques en Tanzania favorecía el conflicto entre grupos de chimpancés. El avance de la deforestación limitaba el acceso a frutos. La disminución de recursos generaba que algunos machos organizaran ataques contra vecinos. La violencia registrada abrió debates en la ciencia.
En las últimas décadas Goodall creó el Instituto que lleva su nombre. El objetivo ha sido promover programas comunitarios para vincular conservación con economías locales. También impulsó Roots & Shoots, una red juvenil que busca fomentar acciones en escuelas. Estas iniciativas lograron ampliar la participación de niñas y niños en temas ambientales. Sin embargo, las limitaciones del financiamiento redujeron la cobertura de proyectos en zonas rurales.
Su muerte, ocurrida el 1 de octubre de 2025 en California, marca el cierre de una trayectoria. La causa señalada por su Instituto fue natural. Con ello se cierra una etapa de observaciones directas que cambiaron el rumbo de la primatología.
El legado de Goodall deja abierta la pregunta sobre la responsabilidad humana en la conservación de otros seres vivos. La invitación es a reflexionar sobre nuestras prácticas cotidianas. Comparte esta para que más personas se sumen a la conversación.