22/09/2025
Hospital Regional Dr. Bernardo Sepúlveda Gutierrez de Zihuatanejo Gro. opera al límite:
Deficiencias crónicas afectan a más de 126 mil habitantes y turistas.
Zihuatanejo de Azueta, Guerrero, 22 de septiembre de 2025.
El Hospital Regional “Dr. Bernardo Sepúlveda Gutiérrez” del IMSS-Bienestar en Zihuatanejo enfrenta una crisis estructural que lo deja insuficiente para atender a la población local de más de 126 mil habitantes, así como a miles de turistas y emergencias de transeúntes en esta popular zona costera de Guerrero. 
Con solo un quirófano operativo dedicado a ginecología y emergencias, ausencia de un banco de sangre funcional y constantes faltas de medicamentos e insumos, el nosocomio ha sido calificado como “al borde del colapso” por autoridades y la comunidad, que exige desde hace años una rehabilitación integral.  
El hospital, que funge como principal centro de atención en el municipio de Zihuatanejo de Azueta, atiende no solo a residentes locales —cuya población total alcanzó los 126,001 habitantes en 2020, con un crecimiento sostenido— sino también a visitantes foráneos en un destino turístico que recibe cientos de miles de turistas al año. 
En 2022, por ejemplo, el municipio registró 250 mil turistas internacionales, principalmente de Estados Unidos y Canadá, cifras que han aumentado en temporadas altas como la invernal de 2025, con un pronóstico de incremento del 22% en llegadas extranjeras.   Esta afluencia genera una demanda constante de servicios de emergencia, exacerbando las limitaciones del hospital, que carece de especialistas clave como traumatólogos y equipo esencial como mastógrafos, con solo un equipo portátil de rayos X y un ultrasonido disponibles. 
Entre las deficiencias más graves destaca la falta de un banco de sangre operativo. Aunque el Hospital General de Zihuatanejo cuenta con instalaciones para donaciones —como se evidenció en una campaña en junio de 2025 que atrajo a más de 40 jóvenes donantes—, el servicio permanece cerrado desde noviembre de 2023, dejando a pacientes en constante riesgo por la ausencia de este vital recurso en un centro regional de alta demanda.   
Esta carencia se suma a interrupciones recurrentes en servicios básicos, como la suspensión de alimentos para pacientes en julio de 2025 por falta de insumos, y fallos en hemodiálisis que derivaron en al menos tres muertes en diciembre de 2024.  
La atención quirúrgica es otro punto crítico: pese a que el hospital cuenta con un solo quirófano para ginecología y emergencias, reportes indican que incluso estos espacios han presentado fallos operativos, con médicos rehusándose a realizar cirugías en otros centros por amenazas y condiciones precarias. 
El diputado Alejandro Bravo Abarca, presidente del Comité Directivo Estatal del PRI Guerrero, denunció en febrero de 2025 la “mala atención y falta de inversión” en el nosocomio, revelando que de los casi 200 millones de pesos aprobados hace dos años para su rehabilitación, solo se han aplicado alrededor de 20 millones, sin mejoras sustanciales.   “Hace dos años se aprobó una inversión de casi 200 millones de pesos para su rehabilitación, pero hasta la fecha no se ha reflejado en mejoras sustanciales”, afirmó Bravo Abarca, exigiendo transparencia y una intervención federal inmediata. 
La obra de rehabilitación, solicitada por la comunidad durante más de una década y anunciada en 2022 con una inversión inicial de 180 millones de pesos por el entonces Insabi, avanza con irregularidades graves. En agosto de 2024, el coordinador del IMSS-Bienestar constató problemas como ductos de aire acondicionado insuficientes, pisos inadecuados para un nosocomio y secciones sin plafón ni pisos colocados, lo que retrasa la entrega de áreas clave como quirófanos —actualmente en un 60% de avance— y agrava la sobrecarga en el hospital actual.    Expertos y residentes coinciden en la urgencia de un hospital de tercer nivel, una promesa política recurrente que hasta ahora no se materializa, dejando a la región vulnerable ante emergencias masivas o desastres naturales frecuentes en la Costa Grande.
Frente a estas denuncias, el IMSS-Bienestar no ha emitido un posicionamiento oficial reciente, pero la presión comunitaria crece: suspensiones de servicios, como días sin atención a pacientes en diciembre de 2024, han movilizado a familiares y organizaciones locales.  Mientras tanto, la población de Zihuatanejo clama por soluciones concretas para evitar más tragedias en un hospital que, diseñado para ser regional, opera como un centro de primer contacto insuficiente para las necesidades de hoy.
Redacción: Cesar García
Fotografía: 📸 Sanchez.