30/10/2025
Autorretrato de las etnias del Caribe Nicaragüense
En la vasta y colorida franja de la Costa Caribe de Nicaragua florece una diversidad cultural que da sentido a la palabra autonomía. Seis pueblos conviven, dialogan y se entrelazan en un mosaico de lenguas, tradiciones, espiritualidad y formas de vida que hacen del Caribe una región única dentro de Nicaragua.
El 30 de octubre, Día de la Autonomía de la Costa Caribe, es la fecha en que celebramos nuestra identidad colectiva, nuestra capacidad de decidir y nuestro derecho a existir con orgullo, desde nuestras raíces hasta nuestros sueños.
Miskitu: Guardianes del territorio y la palabra
Somos el pueblo Miskitu, hijos del viento y del mar, del río Coco y de la selva. Nuestra lengua, Miskitu, sigue viva en nuestras comunidades y en la voz de nuestros abuelos que narran historias de resistencia y sabiduría.
Somos pescadores, artesanos, agricultores; herederos de una historia que nos enseñó a defender lo nuestro con dignidad. En la autonomía encontramos el espacio para que nuestra cultura siga floreciendo, para que nuestra lengua se escuche en las escuelas y nuestros niños crezcan sabiendo de dónde vienen.
Ulwas: Voces del bosque y la comunidad
Nosotros, el pueblo Ulwa, habitamos los ríos interiores, los bosques y los senderos donde la tierra habla. Somos custodios de una tradición que respeta la naturaleza y la vida comunitaria.
Nuestra cultura se expresa en la cooperación, en el canto ancestral y en la medicina natural que sana cuerpo y espíritu. Celebramos la autonomía porque nos da el derecho de enseñar a las nuevas generaciones quiénes somos, de conservar nuestra lengua y de mantener viva nuestra cosmovisión.
Rama: El pequeño pueblo de raíces profundas
Somos los Rama, habitantes ancestrales del litoral sur. Aunque nuestro número es pequeño, nuestra identidad es inmensa.
Nuestra lengua Rama, casi perdida, renace hoy con el esfuerzo de nuestros maestros, de nuestras mujeres sabias, de nuestros jóvenes que aprenden a nombrar el mundo como lo hacían sus antepasados.
El régimen autonómico nos permite existir con voz propia, proteger nuestro territorio y fortalecer nuestra cultura frente a los desafíos del tiempo.
Creole (Kriol): Herederos del ritmo y la palabra libre
We are the Creole people — people of the coast, people of the rhythm. Nuestra lengua, el inglés criollo, es símbolo de resistencia y de identidad afrodescendiente. Nuestra música, nuestras comidas y nuestras historias forman parte del alma del Caribe.
Celebramos el 30 de octubre porque la autonomía nos reconoce como parte esencial de la nación, porque nos permite enseñar en nuestra lengua y compartir nuestra visión de un Caribe inclusivo y lleno de vida.
Garífuna: Pueblo de tambor, raíz y esperanza
Somos el pueblo Garífuna, descendientes de africanos e indígenas caribeños, herederos de una cultura vibrante que late al ritmo del tambor y del mar.
Nuestras comunidades, asentadas en la cuenca de Laguna de Perlas, mantienen vivas nuestras danzas, nuestros cantos y nuestra lengua.
Celebramos la autonomía porque nos ha permitido preservar nuestra herencia, fortalecer nuestras expresiones culturales y transmitir a los jóvenes el orgullo de ser Garífuna, pueblo de fuerza y libertad.
Mestizo costeño: La unión de caminos
Somos los Mestizos costeños, fruto del encuentro de culturas, del trabajo y de la convivencia entre pueblos.
Nuestra identidad se ha tejido con respeto hacia lo indígena y lo afrodescendiente, compartiendo luchas y sueños.
La autonomía nos ha dado la oportunidad de construir juntos, de reconocernos en la diversidad y de asumir el compromiso de cuidar esta tierra que también es nuestra casa.
Un solo Caribe, muchas voces
Seis pueblos, seis historias, una misma raíz: la de la autonomía que nos une y nos fortalece.
Celebrar el 30 de octubre es celebrar la dignidad, la lengua, el territorio, la espiritualidad y la memoria. Es mirar hacia el futuro sin olvidar el pasado, sabiendo que la diversidad no nos divide, sino que nos define.
Mariela Jackson Rodriguez