15/09/2025
*Lunes 15 de septiembre del año 2025*
*Nuestra Señora de los Dolores: Fiesta de la Virgen Dolorosa*
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*Primera Lectura*
*I Tim 2, 1-8.*
*Que se hagan oraciones por toda la humanidad a Dios que quiere que todos los hombres se salven.*
*Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo.*
QUERIDO hermano: Ruego, lo primero de todo, que se hagan súplicas, oraciones, peticiones, acciones de gracias, por toda la humanidad, por los reyes y por todos los constituidos en autoridad, para que podamos llevar una vida tranquila y sosegada, con toda piedad y respeto.
Esto es bueno y agradable a los ojos de Dios, nuestro Salvador, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.
Pues Dios es uno, y único también el mediador entre Dios y los hombres: el hombre Cristo Jesús, que se entregó en rescate por todos; este es un testimonio dado a su debido tiempo y para el que fui constituido heraldo y apóstol -digo la verdad, no miento-, maestro de las naciones en la fe y en la verdad.
Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, alzando unas manos limpias, sin ira ni divisiones.
*Palabra de Dios. Te alabamos Señor*
*Salmo Responsorial*
*Sal 27.*
*Bendito el Señor que escuchó mi voz suplicante.*
Escucha mi voz suplicante
cuando te pido auxilio,
cuando alzo las manos
hacia tu santuario. R.
El Señor es mi fuerza y mi escudo:
en él confía mi corazón,
me socorrió, y mi corazón se alegra
y le canta agradecido. R.
El Señor es fuerza para su pueblo,
apoyo y salvación para su Ungido.
Salva a tu pueblo y bendice tu heredad,
sé su pastor y llévalos siempre. R.
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*Aclamación antes del Evangelio*
Aleluya, aleluya, aleluya.
Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito;
todo el que cree en él tiene vida eterna.
Aleluya, aleluya, aleluya.
*Evangelio*
*Lc 7, 1-10.*
*Ni en Israel he encontrado tanta fe.*
*✠ Lectura del santo Evangelio según san Lucas.*
EN aquel tiempo, cuando Jesús terminó de exponer todas sus enseñanzas al pueblo, entró en Cafarnaún. Un centurión tenía enfermo, a punto de morir, a un criado a quien estimaba mucho. Al oír hablar de Jesús, el centurión le envió unos ancianos de los judíos, rogándole que viniese a curar a su criado. Ellos, presentándose a Jesús, le rogaban encarecidamente:
«Merece que se lo concedas, porque tiene afecto a nuestra gente y nos ha construido la sinagoga».
Jesús se puso en camino con ellos. No estaba lejos de la casa, cuando el centurión le envió unos amigos a decirle: «Señor, no te molestes, porque no soy digno de que entres bajo mi techo; por eso tampoco me creí digno de venir a ti personalmente. Dilo de palabra y mi criado quedará sano. Porque también yo soy un hombre sometido a una autoridad y con soldados a mis órdenes; y le digo a uno: "Ve", y va; al otro: "Ven", y viene; y a mi criado: "Haz esto", y lo hace».
Al oír esto, Jesús se admiró de él y, volviéndose a la gente que lo seguía, dijo:
«Os digo que ni en Israel he encontrado tanta fe».
Y al volver a casa, los enviados encontraron al siervo sano.
*Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús*
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*Reflexión*
Este pasaje resalta la grandeza de la fe y la humildad. El centurión, siendo un hombre con autoridad, reconoce en Jesús una autoridad superior, no humana, sino divina. Por eso no se siente digno de que Jesús entre en su casa y pronuncia aquellas palabras que la Iglesia ha hecho suyas en la liturgia: “Señor, no soy digno de que entres en mi casa; pero una palabra tuya bastará para sanarme”.
Jesús se admira de la fe de aquel hombre extranjero, no judío, y declara que ni en Israel había encontrado una fe tan grande. Con ello nos enseña que la fe verdadera no depende de pertenecer a un pueblo o tradición, sino de la apertura sincera del corazón.