
05/06/2025
"Como la lluvia que cae del cielo"
En muchas etapas de nuestra vida, los procesos se sienten como lluvia. A veces caen lentamente, refrescando nuestra alma con esperanza renovada. Otras veces, nos sorprenden con fuerza, como tormentas que oscurecen el cielo y nos llenan de preguntas.
Pero la lluvia, incluso la más intensa, no llega sin propósito. Así también es el obrar de Dios en nuestra vida: invisible al principio, pero siempre eficaz.
La Palabra nos lo recuerda en Isaías 55:10-11:
“Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.”
Dios permite cada proceso como una lluvia necesaria para que algo nuevo brote en nosotros. Aunque no siempre entendamos por qué, su Palabra asegura que nada es en vano. Él no desperdicia ni una sola gota de lo que permite en nuestra historia.
Oración:
Señor, gracias por los procesos que, aunque difíciles, me enseñan a confiar en Ti. Ayúdame a ver la lluvia no como un castigo, sino como una promesa de crecimiento. Que Tu palabra sea como agua viva que transforme mi interior. Que después de cada tormenta, mi fe florezca con más fuerza. En el nombre de Jesús, amén.