09/10/2025
*San Luis Bertrán, presbítero; Santos Dionisio, obispo, y Compañeros, mártires; San Juan Leonardi, presbítero*
*Jueves de la XXVII Semana del Tiempo Ordinario*
(09 octubre)
*PRIMERA LECTURA:*
(de la profecía de Malaquías 3, 13-20a):
Levantan la voz contra mí, dice el Señor.
Dicen: «¿En qué levantamos la voz contra ti?».
En que dicen:
«Pura nada, el temor debido al Señor. ¿Qué sacamos con guardar sus mandatos, haciendo duelo ante el Señor del universo? Al contrario, los orgullosos son los afortunados; prosperan los malhechores, tientan a Dios y salen airosos».
Los hombres que temen al Señor se pusieron a comentar esto entre sí. El Señor atendió y escuchó, y se escribió un libro memorial, en su presencia, en favor de los hombres que temen al Señor.
Ese día que estoy preparando, dice el Señor del universo, volverán a ser propiedad mía; me compadeceré de ellos como se compadece el hombre de su hijo que lo honra. Volverán a ver la diferencia entre el justo y el malhechor, entre el que sirve a Dios y el que no lo sirve.
He aquí que llega el día, ardiente como un horno, en el que todos los orgullosos y malhechores serán como paja; los consumirá el día que está llegando, dice el Señor del universo, y no les dejará ni copa ni raíz.
Pero a ustedes, los que temen mi nombre, los iluminará un sol de justicia y hallarán salud a su sombra; saldrán y brincarán como terneros que salen del establo.
Palabra de Dios...
*SALMO RESPONSORIAL:*
(Salmo 1,1-4 y 6)
(R.: Sal 39, 5ab)
R. *Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.*
V. Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche. R.
V. Será como un árbol
plantado al borde de la acequia:
da fruto a su tiempo
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin. R.
V. No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal. R.
*EVANGELIO DEL DÍA:*
(según San Lucas 11, 5-13):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Supongan que alguno de ustedes tiene un amigo, y viene durante la medianoche y le dice:
“Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle”; y, desde dentro, aquel le responde:
“No me molestes; la puerta ya está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos”; les digo que, si no se levanta y se los da por servicio amigo suyo, al menos por su importunidad se levantará y le dará cuanto necesite.
Pues yo les digo a ustedes: pidan y se les dará, busquen y hallarán, llamen y se les abrirá; porque todo el que pide recibe, y el que busca halla, y al que llama se le abre.
¿Qué padre entre ustedes, si su hijo le pide un pez, le dará una serpiente en lugar del pez? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión?
Si ustedes, pues, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que le piden?».
Palabra del Señor...
🤔 *Medita lo que Dios te dice en el Evangelio:*
La vida cristiana es una lucha, en esta nos enfrentamos a situaciones en las que debemos decidir qué es lo mejor que hay que hacer. Cada momento está lleno de decisiones, la hora a que nos levantamos, lo que comemos, las personas con las que estamos, etc. Nuestra vida es una encrucijada de decisiones y, en este contexto, podemos pensar en cuál es el mejor modo para decidir. ¿Qué es lo mejor cuando nuestra familia o seres queridos están de por medio? Hay situaciones que no son fáciles y nos empujan a límites que no nos imaginamos. Es ahí donde entra la gracia de Dios que nos puede ayudar para hacer lo que no es fácil con nuestras propias fuerzas y nos dice cómo actúa Dios en nuestras vidas.
La constancia en la oración es otro punto relevante que sólo se da si tenemos esa confianza que Dios nos ayudará, o que puede hacer algo y necesitamos despertarlo para que obre. Pidámosle a Dios que nos conceda la gracia de ver nuestra vida como un momento de decidirse por lo que más le agrada a Él y ser conscientes de que la constancia nos será de gran ayuda en todo lo que hagamos.
Dios sabe lo que necesitamos porque conoce nuestro corazón y todo lo que nos mueve, como Padre nos tiene bajo su mirada amorosa. ¿Quién no quiere estar a lado de un padre tan bondadoso?
«Y el mismo Jesús nos enseña la parábola de ese señor que va donde el vecino a pedir pan a medianoche: la perseverancia para llamar a la puerta. O la viuda, con el juez injusto: e insiste e insiste e insiste: es la perseverancia. La fe y la perseverancia van juntas, porque si tienes fe, es seguro que el Señor te dará lo que pidas. Y si el Señor te hace esperar, llama, llama, al final el Señor da la gracia. Pero el Señor no se comporta así para hacerse el interesante o porque piense “mejor que espere”, no. Lo hace por nuestro propio bien, para que tomemos las cosas en serio. Tomar en serio la oración, no como los papagayos: bla, bla, bla, bla, bla y nada más. El mismo Jesús nos reprocha: “No sean como los gentiles que creen en la eficacia de la oración por su mucha palabrería, muchas palabras”. No. Es la perseverancia. Es la fe».
(Homilía de S.S. Francisco, 23 de marzo de 2020, en Casa Santa Marta).