02/09/2025
El VOTO BLANCO, NULO Y VICIADO SERÍAN LOS GANADORES DE LAS ELECCIONES 2026, SEGÚN ENCUESTA DE IPSOS
De acuerdo al último sondeo realizada para Cuarto Poder, la indecisión y rechazo de los peruanos a los futuros candidatos presidenciales se incrementó en el mes de agosto.
A menos de nueve meses de las Elecciones Generales 2026, la última encuesta nacional de Ipsos, publicada por el programa Cuarto Poder, confirma la incertidumbre y el desencanto de la opinión pública con la política nacional, pero también con la seguridad ciudadana. El sondeo, que recoge la visión electoral y social de los peruanos, revela que si las elecciones presidenciales fueran mañana, el mayor porcentaje (38%) optaría por votar en blanco, viciar su voto o rechazar a todos los candidatos actuales, consolidando una tendencia de desapego y protesta.
A esto se suma que un 17% elegiría “otros” y un 10% declaró no tener una preferencia definida, sumando en total a la mitad de la ciudadanía aún indecisa o desconectada del proceso político.
En cuanto a las candidaturas concretas, Rafael López Aliaga (Renovación Popular) con 11%, seguido por Keiko Fujimori (Fuerza Popular) con 7% de intención de voto. Carlos Álvarez (País para Todos) se ubica en la tercera posición con 5%. Otras figuras como Mario Vizcarra (3%), Alfonso López Chau (3%), Arturo Fernández (2%), César Acuña (2%) y Phillip Butters (2%).
El presidente ejecutivo de Ipsos, Alfredo Torres, en el mes de julio, expresó su preocupación frente a este panorama, ya que las próximas Elecciones 2026 se encuentran a solo nueve meses de celebrarse, pero la incertidumbre política no deja ver un panorama claro sobre los candidatos que finalmente disputarán uno de los cargos más importantes del país, pero a la vez es también el más inestable.
Crece el temor por la inseguridad
Pero la encuesta también destaca la creciente preocupación social por la inseguridad, especialmente por el avance de la extorsión. Según Ipsos, el 10% de los peruanos afirma haber sido víctima directa de extorsión, mientras que un 30% asegura conocer a un familiar o amigo que sufrió este delito. Esta percepción de riesgo es mayor en Lima, donde el 41% de los encuestados manifestó conocer un caso cercano, en comparación con el 25% en regiones del interior del país.
Frente a la pregunta sobre el entorno social, dos tercios (67%) de los consultados dijeron no tener conocimiento de víctimas de extorsión en su círculo, y apenas un 3% prefirió no contestar. El dato pone en relieve el impacto del crimen organizado, especialmente en zonas urbanas, y cómo el temor a la inseguridad influye en las percepciones políticas y sociales.
El informe de Ipsos señala que la desafección no solo atraviesa las preferencias electorales —donde los porcentajes de voto nulo o “ninguno” superan con creces la suma de los apoyos a los candidatos—, sino que también se refleja en la sensación de vulnerabilidad cotidiana ante el delito. El sistema político, lejos de ofrecer respuestas convincentes, enfrenta un desafío extraordinario: movilizar y recuperar la confianza de una ciudadanía que prioriza la seguridad y la estabilidad.
El 38% de votos en blanco o viciado es apenas un síntoma visible de este recelo.