27/10/2025
🔴 "LA EXPERIENCIA DE LAS EMPRENDEDORAS ES UN EJEMPLO DE CRECIMIENTO"
Nitza Huaco, vicepresidenta de la Asociación de Mujeres Empresarias del Perú (AMEP) destaca la participación femenina en la generación de negocios y empleos en el país
¿Cómo observa la participación de las mujeres como generadoras de negocios en el país?
Cada año las cifras de mujeres involucradas en la generación de empresas y negocios va en aumento. Cifras del Ministerio de la Producción determinan que hay por lo menos 2 millones de empleos en el país que dependen de empresas lideradas por mujeres, lo que evidencia la magnitud de su trabajo y el éxito que se va logrando desde los esfuerzos personales de las emprendedoras que ven en sus ideas una oportunidad para salir de la pobreza o para mejorar sus condiciones de vida y de su entorno.
Sin embargo, el liderazgo de las mujeres no se queda únicamente en la generación de negocios, sino también en la necesidad de formalizar sus operaciones. Se sabe que, de cada 10 negocios formales, 4 son liderados por mujeres y su producción representa el 30% del Producto Bruto Interno (PBI) nacional, es decir, 220 mil millones de soles.
Pero ¿cómo se refleja esta transformación en la sociedad?
No lo digo yo, lo dijo el ministro de la Producción Sergio Gonzales hace unas semanas cuando hablaba a un grupo de emprendedoras. El rol de la mujer es prioritario, porque su crecimiento significa también el crecimiento de su familia y el fortalecimiento de su entorno. Es sabido que las madres, hijas o esposas que impulsan un negocio, comprometen a su familia en el proceso con una mirada más solidaria y, en muchos casos, más estratégica. Las empresas familiares tienen en las mujeres su principal motor, tanto por su capacidad de inventiva, como para la dirección de los negocios.
Son una fuerza poderosa, pero no muy visible todavía.
Es por eso que lo que se necesita ahora es darles más visibilidad y eso pasa por mejorar su acceso a servicios especializados y créditos. Las empresas financieras y de servicios están viendo a la fuerza femenina como una oportunidad para ampliar sus colocaciones crediticias con mayor confianza. Hasta ahora, más de la mitad de los usuarios de estos sistemas son mujeres porque han demostrado su capacidad de pago. Pero la mayor riqueza está en su presencia como generadoras de cambio y desarrollo para sus familias y comunidades.
Usted hace mucho énfasis en este poder de transformación de las mujeres, ¿por qué?
Es que las emprendedoras cumplen también múltiples funciones, como la atención del hogar, el cuidado de los hijos, el relacionamiento con la comunidad y, por supuesto, el negocio. Esto hace que el concepto de éxito no se limite únicamente al crecimiento financiero, sino que, necesariamente, engloba el bienestar y el desarrollo equitativo de los integrantes de su familia. Esta mirada solidaria e integral es su principal característica y la demostración es que el ingreso se reparte en el hogar, en la sobrevivencia familiar, la educación y el bienestar.
Hay también un componente de realización personal, ¿no cree?
Por supuesto. Si algo debemos tener claro es que la independencia financiera de las mujeres es fundamental para que puedan actuar con libertad. Desafortunadamente, el círculo de violencia que envuelve a muchas mujeres en el mundo no puede romperse debido a la dependencia económica y la falta de oportunidades. Es un problema complejo que debe ser abordado considerando la urgente necesidad de mejorar el acceso de las mujeres a la educación para que puedan desarrollarse en un entorno más equitativo. La experiencia de las emprendedoras es un ejemplo de este efecto transformador y no tomarlo en cuenta sería un error.