Planeta Minero

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⚒️ Camino por galerías sabiendo que soy parte de la historia minera. Cada vez que entro a la mina, pienso en todos los q...
23/09/2025

⚒️ Camino por galerías sabiendo que soy parte de la historia minera. Cada vez que entro a la mina, pienso en todos los que estuvieron aquí antes que yo. Ellos abrieron el camino, y hoy me toca seguirlo con el mismo esfuerzo y la misma valentía.

⚒️ No es fácil entrar, porque uno siempre sabe que hay riesgos. Pero también sé que este trabajo es lo que me da de comer y lo que mantiene a mi familia. Es un sacrificio, sí, pero también una responsabilidad que asumo con la frente en alto.

⚒️ Cuando avanzo por las labores, veo las marcas de años de trabajo. Eso me recuerda que este oficio no es de ahora, viene de generaciones que dejaron su vida en estas galerías. Me hace pensar que mi labor también quedará grabada en estas paredes.

⚒️ A veces siento miedo, no lo niego. Pero más fuerte es la necesidad y el orgullo de pertenecer a esta historia. Sé que mi esfuerzo, aunque parezca pequeño, forma parte de algo más grande que yo.

⚒️ Al final, lo que quiero es salir bien, regresar a casa y saber que cumplí con mi jornada. Mientras tanto, sigo caminando por estas galerías con la certeza de que soy parte de la historia minera.

⚒️ El ruido de la perforadora es la música de mis jornadas. Para otros puede ser molesto, pero para mí significa trabajo...
23/09/2025

⚒️ El ruido de la perforadora es la música de mis jornadas. Para otros puede ser molesto, pero para mí significa trabajo. Ese sonido me acompaña día tras día y me recuerda que sigo teniendo la oportunidad de ganarme el pan con mis propias manos.

⚒️ Cuando agarro la máquina y comienzo a perforar, siento el peso de la responsabilidad. No es solo mi esfuerzo, también es el de mi compañero que me apoya y está atento. Aquí dentro nadie trabaja solo, siempre dependemos uno del otro para salir adelante.

⚒️ No es un trabajo fácil. Hay cansancio, polvo y riesgo, pero también orgullo. Cada agujero que avanzamos es un paso más para cumplir con la tarea. Yo sé que detrás de ese ruido está el sustento de mi familia y eso me da fuerzas para seguir.

⚒️ Muchos no entienden lo que significa estar aquí abajo, pero yo lo vivo todos los días. Es mi rutina, mi forma de aportar y de darle sentido a tantas horas de esfuerzo. El ruido puede ser fuerte, pero también me da tranquilidad porque sé que estoy haciendo lo que debo hacer.

⚒️ Al final, no busco gloria ni reconocimiento. Solo quiero volver sano a casa, con la certeza de que cada día de trabajo vale la pena. Y mientras la perforadora siga sonando, yo seguiré aquí, construyendo mi futuro poco a poco.

⚒️El frío aquí arriba no perdona. Apenas bajo del bus y siento cómo el aire helado se mete por cualquier rendija, aunque...
19/09/2025

⚒️El frío aquí arriba no perdona. Apenas bajo del bus y siento cómo el aire helado se mete por cualquier rendija, aunque uno esté con pasamontañas, casco y mameluco grueso. Camino entre la nieve, y cada paso se siente pesado, como si el cerro quisiera detenerte antes de entrar. No es que uno se acostumbre porque le guste, nadie disfruta que el frío te cale los huesos. Uno se acostumbra porque no queda otra, porque este es el camino que escogimos y que nos toca aguantar.
⚒️A veces me acuerdo de cuando empecé, cuando me temblaban las manos al sostener la herramienta, no por nervios, sino por el frío que me cortaba los dedos. Con el tiempo uno aprende a soportarlo. Ya no pienso tanto en el dolor, sino en lo que significa. Cada mañana así me recuerda que estoy aquí por una responsabilidad, que este sacrificio es parte de lo que hago por mi familia y por cumplir con mi trabajo. No hay abrigo perfecto que quite este clima, pero hay razones más fuertes que hacen que uno lo tolere.
⚒️Veo a mis compañeros caminar adelante, todos cubiertos igual, y pienso que detrás de cada mirada seria hay la misma historia, hombres que dejaron la comodidad de un hogar caliente para venir a enfrentar este ambiente hostil. Nadie se levanta soñando con caminar en la nieve, pero todos entendemos que es parte del camino que nos toca. La mina te enseña a endurecerte, a no quejarte, porque al final el frío no se va a ir; lo que cambia es la manera en que lo enfrentas.
Mientras avanzo hacia la bocamina, siento cómo la nieve cruje bajo las botas y cómo mi respiración se vuelve humo en el aire. Son momentos en los que uno reflexiona en silencio, porque no hay mucho que decir. Cada paso es una mezcla de resignación y firmeza. No estoy aquí por gusto, lo sé bien, pero sí estoy por convicción. Esa convicción de que lo que hago hoy servirá para que mi familia esté un poco mejor mañana.
⚒️Y así, día tras día, el cuerpo se adapta. El frío sigue siendo el mismo, pero ya no me sorprende. Ya no me paraliza como antes. Ahora lo tomo como una parte más del trabajo, como una prueba constante que me recuerda que nada aquí es fácil, pero que todo tiene un propósito. No me acostumbré por elección, me acostumbré porque tenía que hacerlo. Porque en este oficio, la responsabilidad pesa más que la incomodidad, y al final es eso lo que me hace seguir avanzando, aunque el viento me golpee la cara y la nieve me entierre los pies.

💪Dicen que ser minero es como cualquier trabajo, que se gana bien y es fácil, pero hay que tener decisión para irte lejo...
19/09/2025

💪Dicen que ser minero es como cualquier trabajo, que se gana bien y es fácil, pero hay que tener decisión para irte lejos de tu hogar, dejando a tu familia, vivir más tiempo de tu vida en la mina, que en la ciudad, convertir tu casa solo en un lugar de visita, levantarse antes que el gallo, entrar a la mina a oscuras, poner tu vida en riesgo a cada momento, y salir de la mina a oscuras, en muchas ocaciones ni tus hijos reconocerán tu esfuerzo, en otros hasta tu mujer te pondra los cuernos, o dirá que la descuidaste.

⚒️Ser minero no es para muchos, es para machos.

⚒️ El sonido del ma****lo retumba en mis oídos a cada golpe. Es fuerte, seco, y a veces hasta molesto, pero ya forma par...
17/09/2025

⚒️ El sonido del ma****lo retumba en mis oídos a cada golpe. Es fuerte, seco, y a veces hasta molesto, pero ya forma parte de mi vida. Ese ruido me acompaña desde que empecé en este oficio, y aunque termine el día cansado, mientras lo escucho siento que sigo firme, que estoy aquí luchando. Es como una señal de que sigo respirando, que sigo avanzando en medio de esta oscuridad.

⚒️ Cuando estamos perforando con mi compañero, el ruido no deja espacio para muchas palabras. Solo nos miramos y seguimos dándole, cada uno metido en su tarea. En esos momentos me pongo a pensar que, aunque sea duro y repetitivo, ese ma****lo es parte del trabajo que me da de comer. Si lo escucho es porque tengo fuerzas para estar aquí, y eso me recuerda que todavía estoy de pie y con vida.

⚒️ Hay días en que el cansancio es grande y las manos ya no dan más, pero basta con escuchar ese golpeteo para darme cuenta de que el esfuerzo vale la pena. Afuera, mi familia espera, y cada segundo aquí dentro tiene un sentido. El ma****lo me trae a la realidad: no estoy soñando, no estoy perdido, estoy aquí, luchando como siempre lo hemos hecho los mineros.

⚒️ Al final del turno, cuando dejamos de perforar, queda ese zumbido en la cabeza, como si el ma****lo siguiera golpeando dentro de uno. Y aunque a veces moleste, también es un recordatorio de que sobreviví otro día más en la mina. El sonido del ma****lo me recuerda que estoy vivo, y mientras lo siga escuchando, seguiré trabajando y empujando hacia adelante, con la esperanza de salir y ver el sol un día más.

⚒️ Trabajo en la oscuridad todos los días, rodeado de roca, tierra y ese silencio pesado que a veces hasta te hace pensa...
15/09/2025

⚒️ Trabajo en la oscuridad todos los días, rodeado de roca, tierra y ese silencio pesado que a veces hasta te hace pensar demasiado. Aquí adentro no entra el sol, no hay paisajes ni colores, solo la lámpara del casco y el sonido de las herramientas. Al principio cuesta, pero uno se acostumbra, porque este es el pan de cada día. Esta oscuridad es parte de nuestro mundo, y aunque a veces parezca eterna, sabemos que es temporal.

⚒️ Mientras estamos sentados descansando, siempre me vienen a la mente mis hijos, mi esposa, mi madre… Ellos son la luz que me acompaña aunque aquí no se vea nada. Son la razón por la que aguanto el calor, el polvo y el cansancio. Pensar en ellos me da fuerzas, como si encendiera una lámpara más fuerte dentro de mí, una que no se apaga ni con el humo ni con el ruido de la mina.

⚒️ Aquí adentro uno se da cuenta de que el trabajo es duro, sí, pero también honesto. Cada golpe, cada esfuerzo, tiene un sentido cuando recuerdo que lo hago por los míos. Sé que mientras yo estoy en esta oscuridad, allá afuera ellos tienen lo que necesitan, y eso me hace sentir tranquilo. Esa luz de mi familia es la que me mantiene firme, sin dejar que el cansancio me venza.

⚒️ Cuando salgo a la superficie y veo el sol, siento que de alguna manera ya lo llevaba dentro todo el tiempo, porque lo cargaba en mis pensamientos. Trabajo en la oscuridad, sí, pero nunca estoy del todo en ella, porque siempre pienso en la luz de mi familia. Esa luz no se apaga ni aquí adentro ni allá afuera, y es lo que me hace seguir adelante, día tras día, con la frente en alto.

⚒️  El polvo me cubre todos los días, desde que entro a la mina hasta que salgo. Mis botas se llenan, mi ropa se ensucia...
15/09/2025

⚒️ El polvo me cubre todos los días, desde que entro a la mina hasta que salgo. Mis botas se llenan, mi ropa se ensucia, mis manos quedan negras, y mi cara apenas se reconoce cuando me miro en el espejo. Sé que es parte del trabajo, que este ambiente duro se mete en cada rincón del cuerpo, pero ya estoy acostumbrado. El polvo no me asusta, es como un compañero de camino que me recuerda dónde estoy y a qué me dedico.

⚒️ A veces siento que la gente de afuera solo ve eso, que un minero siempre anda sucio, cansado y con la ropa gastada. Pero yo sé que adentro de mí sigo limpio, porque lo que traigo en el corazón no lo mancha ni el polvo ni el sudor. Mi espíritu sigue fuerte porque sé que lo que hago es para mi familia y para mí mismo. Eso me mantiene en pie, aunque el ambiente aquí adentro sea pesado y oscuro.
Caminar por la mina me hace pensar mucho. Pienso en los sacrificios, en los riesgos, y en cómo cada jornada es una lucha silenciosa. Hay momentos en que me siento cargado por el peso del trabajo, pero luego recuerdo que mi valor no se mide por la suciedad en mi ropa, sino por la fuerza con la que sigo adelante. El polvo es solo algo externo, pasajero, que se quita con agua y jabón; lo que llevo dentro, eso es lo que realmente me define.

⚒️ Al final del día, cuando salgo de la mina, me sacudo el polvo, me lavo las manos y la cara, y vuelvo a la vida normal. Pero siempre pienso que mi espíritu no necesita limpiarse, porque no se ha ensuciado. Sigo siendo el mismo hombre trabajador, con sueños, con esperanza y con ganas de seguir adelante. El polvo me cubre, sí, pero mi espíritu sigue limpio y firme, porque nada de esto me roba la dignidad ni la fe en mí mismo.

👷 El último adiós.⚒️ Un día ya no estará, se habrá ido, ese hombre a quien llamaste machista, por quien te quejabas, a q...
14/09/2025

👷 El último adiós.
⚒️ Un día ya no estará, se habrá ido, ese hombre a quien llamaste machista, por quien te quejabas, a quien decías mujeriego, un día se unirá con la roca, con el cerro, con la tierra, aquel hombre que fue capaz de dedicar su vida por su familia, por sus hijos, su mujer, alejado, a quien no valoraste por todo el esfuerzo que hacía, a quien humillabas, a quien tratabas mal, a quien cuando te pedía un pan, le decías, “yo no soy tu sirvienta”, y él era capaz de darte lo mejor, su vida, su esfuerzo, y su tiempo.

Un día te habrás despedido, un día te habrá dicho, vuelvo en 14 días, y tu creyendo que se fue a ver a otra en la mina, pero se fue a verse con Dios.

Valora lo que tienes, antes que no vuelvas a verlo nunca más.

⚒️El ruido de las perforaciones queda atrás, apagándose como un trueno lejano. Mis manos tiemblan levemente mientras gua...
14/09/2025

⚒️El ruido de las perforaciones queda atrás, apagándose como un trueno lejano. Mis manos tiemblan levemente mientras guardo las herramientas; no sé si es por el cansancio o por el peso del día. Siento el sudor pegado a la piel, mezclado con polvo, formando una costra áspera en mi rostro.

⚒️Caminar hacia la salida siempre es diferente que entrar. Cuando entras, llevas el corazón apretado por lo que vendrá; cuando sales, lo llevas lleno por lo que te espera. En ese túnel oscuro, cada paso que doy hacia la luz es un recordatorio de por qué sigo aquí. No es la roca lo que me obliga a venir todos los días… es lo que está más allá de ella.

⚒️Recuerdo la risa de mis hijos, sus manos pequeñas aferrándose a las mías, y la mirada de mi esposa cuando me ve volver entero. Pienso en la comida caliente sobre la mesa, en las conversaciones cortas pero llenas de cariño, en el abrazo que me borra el cansancio aunque las piernas me pesen como plomo. Eso, y solo eso, es lo que me empuja.

⚒️La luz al final del túnel es débil, pero suficiente para guiarme. A medida que avanzo, siento el aire cambiar: más fresco, menos denso. El murmullo de voces me llega junto con el olor a tierra mojada. Afuera, el cielo empieza a encenderse con tonos anaranjados; la montaña, inmensa y silenciosa, me observa como si supiera todo lo que he dejado ahí dentro.

⚒️Salgo y respiro hondo. El viento frío me golpea la cara, pero ya no siento la humedad de la mina ni el eco constante en los oídos. Sé que mañana volveré, que la roca seguirá esperándome, paciente, como siempre. Pero también sé que cada jornada terminada es un día más ganado para los míos, y eso… eso vale cada golpe, cada sudor y cada paso dado en la oscuridad.

⚒️  Me agacho y meto las manos debajo de la roca, siento cómo el frío y la humedad de la mina se mezclan con el peso que...
13/09/2025

⚒️ Me agacho y meto las manos debajo de la roca, siento cómo el frío y la humedad de la mina se mezclan con el peso que parece romperme la espalda. No es la primera vez que me toca cargar algo así, pero cada vez que lo hago me doy cuenta de que aquí uno no se hace fuerte porque quiere, sino porque no hay otra salida. La mina te pone a prueba a cada rato, te dobla, te aprieta, pero también te obliga a pararte y seguir. Mientras levanto la roca pienso en eso, en cómo este lugar me cambió más de lo que yo mismo había notado.

⚒️ Recuerdo cuando empecé en este trabajo, con manos suaves y sin callos, creyendo que todo era cuestión de fuerza bruta. Con el tiempo entendí que no, que no solo eran músculos los que hacían falta, sino paciencia, maña y sobre todo voluntad. Ahora mis manos están marcadas, mis uñas siempre negras y mis brazos ya se acostumbraron al esfuerzo. La roca pesa, sí, pero lo que me da el aguante no está en los brazos, está en la cabeza. Aquí uno aprende que no hay espacio para rendirse, porque si lo haces, no solo pierdes tú, también los que esperan por ti en casa.
Mientras acomodo la roca y la llevo hacia un lado, siento cómo la respiración se me corta. La mina no regala aire, siempre está pesado, con polvo y humedad. Y en ese mismo instante me pasa por la cabeza que, afuera, la gente respira sin pensar en eso, como si fuera lo más normal.

⚒️ Aquí adentro, cada respiro se valora, cada descanso se aprovecha, porque sabes que lo que sigue siempre será igual o más duro. Es raro, pero hasta eso me ha enseñado la mina: a valorar lo que antes no notaba, a entender que lo simple es un lujo cuando lo pierdes.

⚒️ Hay días en que me pregunto si esto vale la pena, si tanto sacrificio realmente se compensa. Y cuando la duda se me mete en la cabeza, me acuerdo de mi familia. Me acuerdo de las veces que mi hija me corre a abrazar cuando llego, de la comida caliente que me espera en la mesa, de la tranquilidad de saber que con este esfuerzo les estoy dando un futuro. Eso me ayuda a seguir, aunque esté con los brazos adoloridos o la espalda hecha pedazos. No hay medicina mejor que pensar en ellos para aguantar el peso de la roca y el de la vida.

⚒️ Al final, cuando termino de mover la carga y me siento un rato sobre la veta húmeda, me digo a mí mismo que este trabajo no solo me ha dado cansancio, también me ha dado carácter. La mina no pregunta si quieres hacerte fuerte, simplemente te obliga. Y aunque muchas veces me quejo, sé que también me ha formado. Afuera tal vez me ven como un simple minero, pero yo sé lo que significa de verdad: ser alguien que aprendió a cargar no solo rocas, sino problemas, dolores y esperanzas. Eso es lo que me deja este lugar, la certeza de que la fuerza que tengo no nació de mí, sino de la vida que me tocó aquí abajo.

⚒️ Camino por la carretera de la mina y siento cómo el polvo se mete en mis botas y en mi ropa, como si quisiera recorda...
13/09/2025

⚒️ Camino por la carretera de la mina y siento cómo el polvo se mete en mis botas y en mi ropa, como si quisiera recordarme que aquí nada se hace limpio ni fácil. El cielo nublado acompaña mis pasos, y a veces pienso que entiende mejor que nadie lo que se vive en este lugar. No hay día que no me cueste, pero ya me acostumbré. El cuerpo se vuelve duro, el aguante se hace costumbre, y uno aprende que la tierra no regala nada, todo lo cobra con sudor. Cada vez que levanto la vista y veo el tajo abierto, enorme, me acuerdo de que aquí el esfuerzo nunca es en vano, aunque a veces duela.

⚒️ Los tajos parecen gigantes, como heridas abiertas en la montaña, y yo soy apenas uno más caminando en medio de todo. A veces pienso en lo que ya hemos sacado de aquí, en lo que falta, y me doy cuenta de que la mina no cambia, el que cambia soy yo. No es cuestión solo de fuerza física, es cuestión de carácter. Aprendí a aguantar frío, lluvia, cansancio, polvo y ruido. Aprendí que la paciencia es parte del trabajo, que el silencio también enseña. Y cada día me convenzo de que la mina no solo saca mineral, también forja al que trabaja en ella.

⚒️ Mientras sigo caminando, me pongo a pensar en lo que significa de verdad estar aquí. Para muchos afuera, la minería son solo números, utilidades o problemas; para mí, es mi vida, mi manera de sacar adelante a mi familia. Sé que no todos entienden lo que es madrugar, entrar al tajo y convivir con la incertidumbre de si el día será tranquilo o complicado. El cuerpo se acostumbra, sí, pero la cabeza siempre sabe que el riesgo está ahí. Y aunque pesa, uno aprende a cargarlo, porque de eso se trata.
A veces me duele pensar en todo lo que dejo por este trabajo, los cumpleaños que me pierdo, las noches que no estoy en casa, las veces que mi hija me pregunta por qué no llegué. Es duro, pero también sé que gracias a este esfuerzo puedo darle pan, educación, un futuro. Eso es lo que me da fuerza para seguir, incluso en los días en que el cansancio me quiere tumbar. Y así me convenzo de que cada gota de sudor no cae en vano.

⚒️ Hoy, mientras avanzo bajo este cielo nublado, pienso que la mina me ha enseñado más de lo que esperaba. Me enseñó a valorar lo que tengo, a respetar la fuerza de la tierra y a no dar nada por sentado. Aprendí que el sudor tiene precio, que se convierte en casa, comida y tranquilidad para los míos. No es fácil, nunca lo fue, pero cada paso que doy aquí me recuerda que la lucha vale la pena, porque no trabajo solo para mí, sino para los que me esperan afuera.

⚒️ El bus avanzaba lento por el camino oscuro hacia la bocamina. Todos íbamos callados, con las miradas perdidas, como s...
12/09/2025

⚒️ El bus avanzaba lento por el camino oscuro hacia la bocamina. Todos íbamos callados, con las miradas perdidas, como si cada uno estuviera metido en sus propios pensamientos. Afuera todavía no amanecía, y adentro solo se escuchaba el ruido del motor y algún que otro suspiro. Yo, como siempre, pensaba en lo mismo, en lo duro que es este trabajo, en lo mucho que pesa la rutina, pero también en lo necesario que es aguantar. Porque cada día que entro a la mina, sé que es un día más de lucha, un día más de esfuerzo que no se ve, pero que sostiene la vida de los míos.
⚒️ Cuando el bus se va acercando a la entrada, siempre me entra una mezcla rara de sensaciones. Por un lado, costumbre, porque uno ya conoce este camino de memoria. Por otro, respeto, porque aquí abajo nada está asegurado. Cada día es distinto, y aunque parezca repetido, la mina te recuerda que no hay que confiarse. Mientras me ajusto el casco y la lámpara, me digo a mí mismo que hoy también toca dar lo mejor, aunque el cuerpo a veces reclame descanso.
⚒️ Los rostros de mis compañeros reflejan lo mismo: cansancio, concentración, resignación… pero también ese orgullo silencioso de saber lo que significa estar aquí. Ninguno lo dice en voz alta, pero todos lo sentimos. Este no es un trabajo cualquiera. Es un sacrificio diario que no siempre se reconoce afuera, pero que nosotros sabemos valorar. Y en esos minutos de viaje en el bus, me convenzo de que no estamos solos en esta carga; compartimos la misma lucha, aunque cada uno tenga su propia razón para aguantarla.
⚒️ Pienso en mi familia, como siempre. Ellos son mi motor. Mientras bajo del bus y camino hacia la bocamina, me imagino a mis hijos dormidos, sin saber que su padre está entrando otra vez en la oscuridad para que ellos puedan vivir con algo de tranquilidad. Esa idea es la que me sostiene, la que me hace levantar la cabeza y seguir, incluso cuando la mina se siente más pesada de lo normal. No es fácil, pero tampoco espero que lo sea.
⚒️ Y así empieza otro día más. Un día en el que uno deja atrás la luz y entra en el mundo de piedra, polvo y ruido. Un día en el que se trabaja con fuerza, pero también con fe. Porque aquí abajo uno aprende que no hay espacio para rendirse. Cada jornada, cada turno, es una prueba. Y aunque termine agotado, con el cuerpo rendido, siempre sé que valió la pena. Porque al final, cada día bajo tierra es una lucha, sí, pero también es un paso más hacia lo que quiero para los míos.

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