07/08/2025
SICARIOS ASESINAN AL DUEÑO Y A DOS TRABAJADORES EN POLLERÍA.
En plena noche y frente a clientes, cuatro sicarios mataron a las tres personas en una pollería en Lurín. La hipótesis principal apunta a extorsión.
La inseguridad en Lima volvió a mostrar su peor rostro. Esta vez, el terror se desató en una pollería del distrito de Lurín, donde tres personas fueron asesinadas a sangre fría la noche del miércoles. El ataque ocurrió alrededor de las 10:30 p.m. en el local “La Esquina del Sabor”, recientemente inaugurado, ubicado frente al parque Julio César Tello, en la zona del Óvalo Puente Lurín.
Según testigos, cuatro sujetos armados llegaron en dos motocicletas. Uno de ellos descendió del vehículo y corrió directo hacia la cocina del local, donde abrió fuego sin mediar palabra contra dos trabajadoras del establecimiento. En cuestión de segundos, el sonido de los disparos sembró el pánico entre los clientes y vecinos de la zona.
El dueño de la pollería, Erick Vicencio Huamaní (37) , trató de escapar y salió aparentemente para pedir ayuda. Sin embargo, fue alcanzado por los delincuentes, quienes le dispararon a quemarropa antes de huir a bordo de las motos que los esperaban con el motor encendido.
En el lugar murieron el propietario, una trabajadora peruana identificada como Hermenegilda Berrocal Carpio (35) , y la ciudadana venezolana Carmen Uzcátegui Adam (55) . Las tres víctimas fueron encontradas sin vida por los agentes de la Comisaría PNP Villa Alejandro, que llegaron poco después para acordonar la escena del crimen.
Extorsión y crimen organizado detrás del ataque
Las primeras diligencias apuntan a un posible caso de extorsión. Según versiones recogidas por las autoridades, la pollería había abierto hace apenas dos meses en un local alquilado. La violencia y precisión del ataque hacen sospechar a los investigadores que se trataría de un ajuste de cuentas vinculado al cobro de cupos.
Los criminales no se inmutaron ante la presencia de clientes dentro del local ni ante la cercanía de vecinos. Dispararon directo y sin titubeos, lo que refuerza la hipótesis de que se trató de un mensaje para otros comerciantes de la zona. En el interior del negocio hay cámaras de seguridad que podrían ayudar a identificar a los asesinos.
Los vecinos de Lurín no tardaron en expresar su indignación y temor. “Esto nunca había pasado aquí. Estamos muy preocupados. Ya no se puede vivir tranquilo”, comentó una moradora de la zona, visiblemente afectada por lo ocurrido.