22/11/2024
A lo largo de mi vida he escuchado a la sociedad decir.
Que todos los hombres son iguales,
pero saben algo, no siempre es así.
Existen hombres diferentes
Los que trás una ruptura se quedaron a cuidar a sus hijos
Y no meterse a cantinas.
Los que saben que una pérdida
No borra una familia.
Los que se quedaron a hacer el trabajo de padre y madre
Existen hombres con corazones rotos
Los abandonados, Los Traicionados
Pero de total entereza.
Los que saben que no llevan
El rol de una madre
Si no el papel que les debió tocar
Por el amor a sus hijos.
Existen hombres
Que dejaron cervezas
Por preparar mamilas
Los que después de llegar del trabajo
Tienen tiempo para jugar con sus niños.
La vida para ellos es más difícil que el de una madre soltera.
Aprendieron a moverse en la cocina.
Los que deben explicar el porqué de un abandono.
Existen hombres Que lo dieron y entregaron todo solo para cosechar espinas y traiciones.
Los que saben que ser padre
Se celebra todos los dias.
Y no solo un tercer domingo de junio.
Mi papá no terminó la primaria, no recibió un abrazo, ni le dijeron. Te quiero.
Mi papá aprendió a trabajar, antes de aprender a amar.
No pudo soñar con ser el héroe de un cuento, no había tiempo para jugar, ni tampoco alas para volar. No había palabras dulces, ni desayunos de figuritas, no existieron palabras de aliento, ni tardes de cine, ni palomitas, ni paseos, ni besos, ni lienzos.
Mi papá no creció profesionalmente.
Sé que se quedó ahí esperando lo que nunca le fue dado y aunque mil veces me he quejado porque me ha faltado, sé que ha hecho lo posible por darme más de lo que un día recibió,
mil veces más de todo lo que a él un día le fue negado.
Papá no tenía riquezas pero nunca nos faltó ropa zapatos o comida. Nunca nos faltó su amor y sus mejores enseñanzas que fueron los valores de la vida.