07/11/2025
🔴🟡 San Miguel no duerme. Las redes hierven y el chisme se convirtió en noticia. El protagonista, otra vez: el alcalde distrital José Carlos Quiroz, quien ha demostrado que no solo carece de tino político, sino también de discreción digital. Resulta que el propio alcalde publicó por error en su estado de WhatsApp una foto íntima que su supuesta amante le habría enviado en privado. Sí, él mismo. Ni el enemigo más despiadado habría hecho un trabajo tan eficiente.
Pero la historia recién comienza. La protagonista del escándalo es una funcionaria del Centro de Emergencia Mujer (CEM) de San Miguel, institución encargada de proteger a mujeres víctimas de violencia. Y mientras ella predica sobre respeto y valores, se habría tomado una foto frente al espejo, en una escena privada, que terminó en la historia de WhatsApp del alcalde… y, claro, en los ojos de medio San Miguel.
Por si fuera poco, la mujer en cuestión es una de las mejores amigas de la esposa del alcalde. La ironía se cuenta sola: la defensora de mujeres termina involucrada —supuestamente— con el marido de su amiga, y el propio alcalde se convierte en su propio delator. Digno de telenovela barata, pero con cargo público y fondos municipales de por medio.
Según fuentes cercanas, entre los tres hay lazos e intereses en común. “Una sostiene a la otra”, nos dice una fuente, insinuando que detrás del triángulo hay secretos bien guardados, favores cruzados y conveniencias de años. Nada es casualidad, todo está tejido con precisión… hasta que al alcalde se le escapó el dedo y, en un descuido monumental, subió la foto al estado de su propio WhatsApp.
Ahora, todo San Miguel comenta el mismo tema: ¿cómo terminará este triángulo de poder, deseo y traición? Porque si algo ha quedado claro, es que el alcalde —tan vivo, tan calculador— terminó tropezando con su propio juego. Y la transparencia, una vez más, le jugó una broma cruel: terminó exponiendo su intimidad al mismo público que debería rendirle cuentas.
La noticia ya corre, los grupos de vecinos arden y los chats están al rojo vivo. San Miguel, una vez más, es tendencia… pero no precisamente por su gestión.
Por respeto a la privacidad y los derechos personales, este medio ha optado por censurar la imagen, ni difundir detalles como nombre y otros de carácter íntimo. Sin embargo, fuentes vecinales aseguran que varias personas alcanzaron a realizar capturas del estado de WhatsApp, evidenciando un contexto privado que desató la controversia. La difusión fue breve, pero suficiente para que el episodio se convirtiera en el tema más comentado de San Miguel.