14/08/2025
MADRE E HIJA SE REENCUENTRAN DESPUÉS DE 40 AÑOS.
Después de 40 años, una madre y su hija se conocieron y estrecharon en un abrazo que parecía imposible.
Cuando dio a luz, Ermila, la joven madre —sordomuda de nacimiento— jamás imaginó que la vida le arrancaría de los brazos a su pequeña. En el hospital José Soto Cadenillas de Chota, le informaron que su hija había sido entregada en adopción a una pareja de esposos de nacionalidad china. Sin posibilidad de comunicarse ni defenderse, vivió décadas con el dolor de no saber su paradero.
En su lenguaje, reclamaba constantemente, mostraba la cicatriz de la cesaría y por años se observó cargando una muñeca como representación de su hija.
Hoy, el destino escribió un nuevo capítulo: madre e hija se reencontraron, rompiendo más cuatro décadas de silencio, lágrimas y ausencia. El abrazo, las miradas y las caricias hablaron un idioma que no necesita palabras, el del amor verdadero.
Milagros, en los archivos personales de sus padres adoptivos, encontró una partida de nacimiento en la que precisaba que ella nació en Chota y fue el punto de partida para conocer su historia y encontrarse con su verdadera madre.
Por intermedio del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil RENIEC, validó el documento y pudo saber el verdadero nombre de su progenitora.
Fueron amigos chotanos que actualmente trabajan en Trujillo, donde radica Milagros, quienes ayudaron a identificar a acercar.
Milagros junto a su hija, viajaron hasta Chota, luego al sector 4 del caserío de Cabracancha y al fin lograron conocerse y expresarse el abrazo y cariño de madre a hija y nieta.
DATO:
Ermila, o como de cariño le dicen “la mudita”, junto a su madre y hermano, también con habilidades especiales, vivieron por muchos años en la puerta principal de la iglesia catedral de Chota, cuando inició la reconstrucción retornaron al caserío de Cabracancha, su tierra natal.
Video José Luís Bustamante