13/07/2025
🔵HACER LA DIFERENCIA✅
Por Roberto Carlos Quintana Villavicencio
Lic. en Filosofía y CCSS
Hay un libro que se llama Jueces en la Torá de los judíos. En el de la Biblia para los cristianos. En el talmud de los gnósticos. En este vademécum en el titulo 7 relata la historia de un militar llamado Gedeón, al cual Yahvé para los judíos, Jehová para los cristianos, el demiurgo para los gnósticos, Dios para los latinos, le ordena que pueda ir a la batalla contra los Madianitas que eran muchos, que muchos, eran miles, pero increíblemente Dios le ordena a Gedeón el líder militar de los israelitas llevar solo 300.
En el libro se escribe: Dios le indicó a Gedeón que redujera su ejército, primero dejando ir a los temerosos y luego haciendo que los soldados bebieran agua del arroyo. Los que lamieron el agua con la mano, como un perro, fueron seleccionados, mientras que los que se arrodillaron fueron enviados a casa. Esto resultó en un ejército de 300 hombres, a quienes Dios prometió la victoria sobre los madianitas.
¿Por qué Gedeón escoge a los que bebían del arroyo con la mano?, ¿porque los manda a su casa a quienes se arrodillaron para beber el agua?
Los que hemos sido militares sabemos el por qué, al beber con la mano del agua del puquio mantenemos la mirada atenta al horizonte, saciamos la sed sin descuidarnos de lo que vemos y pueda suceder en el entorno.
En cambio, los que beben arrodillados del ojo de agua, se entregan a saciar su sed, dejando de ver el panorama, haciendo caso a su necesidad biológica olvidan su responsabilidad cognitiva que es estar atento al entorno, estar vigilante de los acontecimientos que se dan en su alrededor.
Hegel llamado el filosofo de la totalidad incidía en la importancia de ver el todo y no solo las partes, ver el bosque y no solo el árbol sustentaba el creador de la triada Hegeliana.
Los soldados que ven el todo mientras atienden las necesidades básicas son más útiles y estratégicos que aquellos que se dedican a satisfacer sus necesidades básicas dejando de atender y saber cómo está el contexto.
Que en tu día a día, en tus labores, trabajos o aficiones sean cuales sean, no dejes de ver, estudiar, conocer y saber del todo de tu realidad, mientras trabajas para obtener el sueldo, siempre recuerda que no hay que dejar de mirar la universalidad, lo totalidad para luego decidir y escoger para que nos vaya no solo bien a ti sino a tu familia, institución y entorno social.
No te olvides, mira el todo, observa el bosque y haz la diferencia.
Fotografía del Facebook de la maestra Katerin Beatriz Muñoz Villanueva