26/03/2025
El uso del VAR (sistema de asistencia arbitral por video) ha generado controversia en varias ocasiones, y este caso parece ser un ejemplo claro de cómo se toma una decisión técnica que no siempre es compartida por todos los involucrados o por los espectadores. En este caso, la decisión del VAR de no sancionar un penalti por una “mano pegada al cuerpo” se basó en un análisis detallado de la jugada desde diferentes ángulos y velocidades.
Aunque la acción fue revisada exhaustivamente, la conclusión de que la mano de Ferraresi estaba en una posición natural y no representaba una infracción que mereciera una sanción de penal, genera una interesante reflexión sobre cómo se interpretan las reglas del juego y la subjetividad que aún puede existir en las decisiones del VAR.
El protocolo del VAR es claro: el árbitro de campo hace su interpretación inicial y, si se considera necesario, el VAR realiza un chequeo para confirmar o corregir esa decisión. En este caso, parece que el VAR validó la visión del árbitro en el terreno de juego, pero, como ocurre en muchos casos de jugadas polémicas, puede que para algunos jugadores, entrenadores o aficionados la resolución no sea la más acertada.