23/03/2025
En un país donde la inseguridad ha dejado de ser una preocupación para convertirse en el pan de cada día, el Congreso peruano vivió un episodio digno de un guion de comedia absurda. Mientras la ciudadanía marchaba pidiendo paz y una acción contundente contra la delincuencia desbordada, el congresista Jorge Marticorena, representante de la región Ica, decidió que la mejor forma de manifestar su posición era… absteniéndose.
Sí, así como lo leen. Cuando llegó el momento crucial de votar por la censura del ministro del Interior, encargado precisamente de la seguridad de todos los peruanos, Marticorena optó por la siempre intrigante y misteriosa opción de "ni sí, ni no, sino todo lo contrario". Un acto de equilibrio político que haría palidecer de envidia a cualquier funambulista de circo.
Y es que la situación no podía ser más surrealista. Mientras los noticieros bombardeaban con titulares sobre extorsiones, asesinatos y sicariato al alza, en el Congreso algunos aún parecían debatiéndose entre la indecisión y la indiferencia. Porque claro, ¿qué mejor momento para no tomar partido que cuando el país entero clama por una respuesta contundente?
Pero lo más curioso es que esta singular postura se dio en el contexto de una reciente marcha ciudadana por la paz. Miles de peruanos salieron a las calles con un mensaje claro: basta de inseguridad. Y justo cuando el Congreso tenía la oportunidad de escuchar el clamor popular y tomar cartas en el asunto, Marticorena decidió hacer lo que cualquier ciudadano de a pie haría cuando le preguntan si quiere café o té: no decidir.
Sin embargo, a pesar de su falta de definición, el Congreso finalmente aprobó la censura del ministro. Es decir, a pesar de los malabares políticos de algunos, la presión ciudadana y la urgencia del momento hicieron lo suyo. Ahora, queda esperar si el reemplazo traerá soluciones reales o si seguiremos viendo más episodios de este espectáculo político donde la inseguridad avanza y las respuestas llegan tarde y a medias.