29/10/2025
ORACIÓN DE JOSUÉ: PEDIDO IMPOSIBLE
https://unpuebloparael.blogspot.com/2019/04/cba-josue-capitulo-10.html
En siriaco se lee “delante del Señor” o “en presencia del Señor”. La preposición hebrea le tiene una variedad de sentidos, tales como, “con referencia a”, “por causa de”, “concerniente a”, “en razón de”. Estos significados dan la idea de que Josué habló “por causa de Jehová” o “con referencia a Jehová”; es decir, habría hablado impulsado por dirección divina o al menos con la aprobación divina. Por ende, sus palabras no fueron presuntuosas.
Detente.
El verbo así vertido se traduce generalmente “guardar silencio”, aunque también puede significar “no te muevas”, según cómo se lo aplique. Puesto que esta orden se dirige al sol y a la luna, que normalmente no emiten sonido alguno, naturalmente tendría el segundo sentido. El autor inspirado usó el lenguaje popular de sus días al describir asuntos científicos. En realidad el día no es el resultado de que el sol se mueva en los cielos sino de que la tierra gire sobre su eje. Pero 229 aun en nuestros días de grandes conocimientos científicos hablamos del sol que sale o se oculta. Algunos tienen un concepto limitado de Dios. Por eso no creen que pueda intervenir en las leyes naturales, y creen que al detenerse la rotación de la tierra habría efectos desastrosos en el planeta mismo y quizá también en todo el sistema solar, y aun en todo el universo. Si el fenómeno se produjo así o por refracción de la luz o de alguna otra manera, es innegable que ocurrió algún tipo de milagro. No hay por qué dudarlo, si creemos en un Dios omnipotente que, como Creador y Sustentador, rige las obras de su creación.
El alargamiento del día no sólo dio tiempo adicional para destruir totalmente a los enemigos de Israel, sino también fue una notable demostración del poder del Dios de Israel. Mostró que los mismos dioses adorados por los paganos eran impotentes ante el verdadero Dios. Adoraban al dios cananeo Baal y a la diosa Astoret. Quedó demostrado que tanto el sol como la luna, a los cuales ellos adoraban, obedecían las órdenes de Josué, bajo la dirección de Jehová, Dios de Israel.
Algunos, tras una lectura rápida, han creído que el milagro se efectuó al ponerse el sol, y que así éste se habría mantenido apenas por encima del horizonte. Pero el JOS_10:13 afirma que el sol “se paró en medio del cielo”. Mientras tanto, Josué y sus tropas perseguían a los cananeos más allá de Bet-horón. Puesto que la batalla se inició temprano por la mañana, habría sido posible llegar hasta ese lugar antes del mediodía. Cuando Josué contempló desde la cima del paso de Bet-horón las grandes multitudes del enemigo que huían hacia sus fortalezas del suroeste, temió que el día fuese demasiado corto como para lograr la victoria total. Sabía que el momento oportuno para atacar al enemigo era mientras sus fuerzas estuviesen desorganizadas. La demora les proporcionaría tiempo de reorganizarse. Así que al mirar atrás, al este, hacia Gabaón, vio al sol como si estuviera sobre ese punto. Hacia el oeste, sobre el valle de Ajalón, la luna menguante era aún débilmente visible. Si esto hubiese ocurrido cerca de la puesta del sol, habría visto el sol en el oeste, hundiéndose en el mar, en vez de verlo en el este, sobre Gabaón.
Se cree generalmente que el sol se detuvo en su órbita aparente todo un día. Sin embargo, el hebreo no es específico. Dice literalmente: el sol “no se apresuró a bajar como un día perfecto”, es decir, como lo hace cuando el día se acaba. Pero también puede entenderse como “un día completo”. Así se daría lugar a los acontecimientos registrados hasta el JOS_10:28, ya que la redacción de ese vers. parece implicar que Maceda fue tomada ese mismo día.