21/08/2025
| 𝗥𝗘𝗙𝗟𝗘𝗫𝗜𝗢́𝗡 𝗦𝗢𝗕𝗥𝗘 𝗟𝗔 𝗗𝗘𝗥𝗥𝗢𝗧𝗔 𝗬 𝗖𝗥𝗨𝗗𝗔 𝗥𝗘𝗔𝗟𝗜𝗗𝗔𝗗 𝗗𝗘𝗟 𝗖𝗜𝗘𝗡𝗖𝗜𝗔𝗡𝗢 𝗗𝗘𝗟 𝗖𝗨𝗦𝗖𝗢
El Club Cienciano del Cusco, aquel que alguna vez hizo vibrar a todo el continente derrotando a gigantes argentinos y brasileños, hoy parece haber perdido la esencia que lo convirtió en orgullo de su pueblo. Ya no es el equipo del Cusco, sino una institución administrada a la distancia, sin alma ni identidad. Sus dirigentes, más atentos a balances y transferencias, han olvidado que la verdadera fuerza del club siempre nació del corazón cusqueño.
Lo ocurrido en esta Copa Sudamericana no es casualidad: un plantel desmantelado, jugadores vendidos al mejor postor y un equipo irreconocible en el campo. La pasión de la hinchada no alcanza para sostener un proyecto que sólo busca engordar arcas foráneas. Y sin embargo, los fieles siguen allí, con sus camisetas rojas, llenando las tribunas, soportando derrotas y rabias. Ellos, los únicos verdaderamente leales, parecen ser los últimos guardianes de una historia que hoy se desvanece.
La diferencia con Deportivo Garcilaso y Cusco FC es evidente: proyectos conducidos por directivas cusqueñas, con visión, arraigo y orgullo local. Mientras tanto, Cienciano sobrevive bajo un mando lejano, con un cusqueño de adorno en la directiva, sin poder ni decisión.
La reflexión es dura, pero necesaria: mientras el club siga sin recuperar su identidad y sin apostar por su gente, seguirá siendo un gigante dormido. Y los hinchas, esos que nunca abandonan, merecen mucho más que nostalgia y sufrimiento; merecen volver a sentirse orgullosos de un equipo que represente al Cusco de verdad.
Escrito por: Enrrique Riveros