08/10/2025
Hermosa noticia
Bayou vivía bajo un puente, flaco, hambriento, con un ojo nublado. Cuando los obreros llegaron, se acercó en silencio. Uno le ofreció fideos. Y Bayou aceptó.
Al día siguiente, una mujer apareció con una bolsa gigante de comida. Era Jenifer Bird, rescatista. Bayou metió la cabeza en la bolsa. No era un gato feral. Solo estaba esperando que alguien lo viera.
Jenifer lo escaneó. Tenía microchip. Y el número era antiguo. De 2013. De Nueva York.
Bayou había sido rescatado de una casa de acumuladores. Era joven, dulce, inteligente. Fue adoptado por una pareja que lo amaba profundamente. Vivían en Queens. Luego se mudaron a California. Bayou dormía bajo limoneros, tomaba el sol, y vigilaba el jardín como un león.
Hasta que en 2018, una tormenta lo asustó. Y desapareció.
Su familia lo buscó durante meses. Colgó carteles. Publicó en redes. Caminó cada calle. Pero Bayou no volvió.
Se mudaron otra vez. Y aunque dejaron de buscar, nunca dejaron de esperar.
Siete años después, Bayou apareció en una carretera maderera. Jenifer lo recogió. Y Heavenly Angels Animal Rescue confirmó su identidad.
Encontrar a sus padres no fue fácil. Los datos habían cambiado. Pero Carpino, directora del refugio, encontró una publicación antigua. Y logró contactarlos.
Lloraron. No podían creerlo. Bayou estaba vivo.
En agosto, Jenifer lo llevó a reencontrarse con su papá. Bayou se acurrucó. Ronroneó. Y se instaló como si nunca se hubiera ido.
“Es el mismo gato que adoptamos hace 12 años.” — dijo la familia de Bayou
Ahora tiene 14. Y está mejor que nunca. 🥰🐈
📷 Heavenly Angels Animal Rescue