03/12/2025
“𝙇𝙤𝙨 𝙈𝙚𝙭𝙞𝙘𝙖𝙣𝙤𝙨 𝙦𝙪𝙚 𝙁𝙪𝙣𝙙𝙖𝙧𝙤𝙣 𝘼𝙢é𝙧𝙞𝙘𝙖… 𝙮 𝙉𝙖𝙙𝙞𝙚 𝙡𝙤 𝘾𝙪𝙚𝙣𝙩𝙖”
Dicen que Estados Unidos lo construyeron los colonos anglosajones, pero basta rascar un poco para encontrar un secreto enterrado: muchos de los caminos, mapas y rutas comerciales que hicieron posible el nacimiento de esa nación fueron levantados por manos mexicanas. Antes de que existiera la frontera, ya había hombres de Sonora, Chihuahua y Nuevo México guiando expediciones, marcando territorio, hablando lenguas indígenas que los recién llegados jamás entendieron. Ellos abrieron paso… y otros se llevaron el crédito.
Hubo mexicanos que jamás cruzaron la frontera… fue la frontera la que los cruzó a ellos. Ganaderos, artesanos, soldados y misioneros que de un día para otro amanecieron siendo “extranjeros” en su propia tierra. Y aun así, fueron ellos quienes enseñaron a los nuevos dueños a sobrevivir en el desierto, a encontrar agua, a domar caballos, a navegar ríos, a identificar estrellas. Sin esos conocimientos, las primeras caravanas americanas nunca hubieran llegado lejos.
Pero la historia oficial prefirió callar. Borró nombres, cambió mapas, ocultó apellidos que aún resuenan en las calles del sur: García, Herrera, Ochoa, Chávez. Familias enteras que levantaron misiones, fundaron pueblos, construyeron caminos y protegieron territorios que más tarde Estados Unidos reclamaría como suyos. La historia se escribió en inglés, aunque las huellas seguían oliendo a mezquite y tierra mexicana.
Lo irónico es que, mientras México perdía territorio, Estados Unidos ganaba identidad gracias a ellos. Ganaba rutas, ganado, arquitectura, agricultura y saberes que venían de siglos de tradición mexicana y mesoamericana. Era como arrancarle el corazón a un país para injertarlo en otro… pero jamás reconocerlo.
Por eso, cada vez que escucho decir que “Estados Unidos se hizo solo”, recuerdo a esos mexicanos olvidados. Los que fundaron ciudades que hoy ni llevan sus nombres. Los que enseñaron a un país entero a sobrevivir. Los que la historia estadounidense oculta, pero que México nunca debe olvidar.