14/01/2025
EL PROPÓSITO DE CIERTA DOCTRINA…
Con el invento del supuesto ángel bueno, que se rebeló contra su Creador, es hacer aparecer como mentirosos, a Jesús, el Hijo de Dios, y a su Dios Padre; porque el Hijo nunca habló por cuenta propia, sino las palabras que su Padre, le daba que hablase.
Juan 7: 17 El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta. 18 El que habla por su propia cuenta, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió (Dios Padre), éste es verdadero, y no hay en él injusticia. 12: 44 Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió (la palabra es de Dios su Padre); 45 y el que me ve, ve al que me envió (haciendo las obras, no viéndole corporalmente: Juan 14: 10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.). 46 Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas. 47 Al que oye mis palabras (que son de mi Padre), y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. 48 El que me rechaza, y no recibe mis palabras (que son de mi Padre), tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero (el Padre dio todo juicio al Hijo, quien nos juzgará con la Palabra de su Padre). 49 Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar. 50 Y sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho.
Jesús, el Hijo de Dios, hablando las palabras que su Padre le daba que hablase, afirmó tajantemente que el diablo, el mal que su Padre creó, nunca ha sido bueno, porque el mal fue creado para ser mal, y como ladrón, es padre de mentira, porque hurta, mata y destruye; he aquí, la gran diferencia de él, con Jesús el Hijo de Dios: Juan 10: 7 Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. 8 Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. 9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. 10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
Juan 8: 37 Sé que sois descendientes de Abraham (no todo el que es descendiente de Abraham, es hijo de Abraham); pero procuráis matarme, porque mi palabra (que es de mi Padre) no halla cabida en vosotros. 38 Yo hablo lo que he visto cerca del Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído cerca de vuestro padre. 39 Respondieron y le dijeron: Nuestro padre es Abraham. Jesús les dijo: Si fueseis hijos de Abraham, las obras de Abraham haríais (por fe). 40 Pero ahora procuráis matarme a mí, hombre (no Dios) que os he hablado la verdad, la cual he oído de Dios (mi Padre); no hizo esto Abraham (no habló la palabra de Dios, sino que creyó). 41 Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Entonces le dijeron: Nosotros no somos nacidos de fornicación; un padre tenemos, que es Dios. 42 Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió (clarísimo). 43 ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra. 44 Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer (obras de la concupiscencia de la carne; los ángeles no tiene carne). El ha sido homicida desde el principio (nunca ha sido bueno, sino matón), y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él (nunca ha conocido a Dios y su palabra, y por eso, los hombres que la rechazan, serán destruidos)). Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. 45 Y a mí, porque digo la verdad (la palabra de Dios su Padre), no me creéis. 46 ¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? (Jesús nunca obedeció a su carne, se negó a sí mismo) Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis? 47 El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios (quien no es de Dios, vive creyendo que el diablo es un ángel caído). Amén, amén.