29/09/2025
SE VA DON ASCENSIÓN ATAUPILLCO YUPANQUI
En la memoria colectiva de Huanta quedan grabados los nombres de aquellos hombres que con su ejemplo y entrega marcaron un antes y un después en la historia de nuestra tierra. Uno de ellos fue, sin lugar a dudas, don Ascensión Ataupillco Yupanqui, ciudadano ejemplar, visionario y amante fervoroso de nuestras tradiciones, quien hoy parte a la morada eterna, dejando un legado que trasciende generaciones.
Conocido y respetado por su compromiso cultural, don Ascensión fue uno de los grandes propulsores del carnaval huantino, fiesta que simboliza el espíritu alegre y la identidad de nuestro pueblo. Con pasión, liderazgo y dedicación, fundó y dirigió la Asociación Folklórica Señor de Verde Cruz, agrupación que bajo su guía alcanzó resonantes triunfos en diversos concursos del carnaval huantino y certámenes a nivel regional. Cada presentación llevaba consigo no solo danza y música, sino también el orgullo y la esencia de Huanta, valores que él supo cultivar en sus integrantes.
Su vida no se limitó únicamente al ámbito cultural. En la década de los 90, asumió con responsabilidad la administración de la empresa ElectroCentro en Huanta, contribuyendo al desarrollo y la organización institucional de la entidad. Su paso por dicha institución dejó la huella de un hombre trabajador, recto y comprometido con el bienestar de la colectividad.
Hoy que su partida nos duele y enluta, también nos impulsa a reconocer la grandeza de su trayectoria. Don Ascensión Ataupillco Yupanqui no solo fue un dirigente folklórico, fue un forjador de identidad, un sembrador de cultura, un ciudadano íntegro que amó a su tierra y trabajó incansablemente por engrandecerla.
A nombre de quienes lo conocieron y compartieron con él momentos de lucha y celebración, elevamos nuestro merecido homenaje póstumo, expresando además nuestras más sentidas condolencias a su familia, seguros de que el recuerdo de su vida seguirá iluminando el camino de las futuras generaciones.
Huanta despide hoy a uno de sus hijos ilustres, con la certeza de que en el reino del Señor su alma gozará de la paz eterna, mientras en nuestra tierra su memoria se mantendrá viva en cada acorde de carnaval y en cada testimonio de gratitud.