14/05/2025
En el distrito de Chuquis, provincia de Dos de Mayo, crece el rechazo hacia el candidato Diego Palacios, señalado como socio político de Antonio Pulgar, actual gobernador regional de Huánuco, acusado de liderar uno de los mayores escándalos de corrupción en la región. Lejos de enfrentar las consecuencias, Pulgar continúa manejando redes de poder con el respaldo de Palacios, a quien muchos ya identifican como su cómplice directo.
En Chuquis, Diego Palacios cuenta con el apoyo de Wilfredo Beteta, un personaje cuestionado por sus verdaderas intenciones: según versiones locales, ya planea utilizar un eventual triunfo electoral para beneficiar a sus caprichos de su amante, incluso comprándole una casa. Su cercanía con Palacios y su dedicación a intereses personales por encima del bienestar del distrito han despertado fuertes críticas.
La población no solo rechaza a Wilfredo Beteta, sino también a Diego Palacios, a quien acusan de ser parte del plan de Pulgar para seguir controlando políticamente la región. En recientes apariciones públicas, tanto en Distrito de Marías como en Chuquis, fueron abiertamente repudiados por los vecinos, quienes los tildaron de “ladron” y les cerraron las puertas.
Mientras Diego Palacios hace campaña intentando evitar la caída de Antonio Pulgar, Beteta apunta a sus propios beneficios personales, dejando de lado incluso a su familia oficial. La ciudadanía ya no se deja engañar: en Chuquis y en toda la provincia, crece el clamor por justicia, por un cambio real y por ver tras las rejas a quienes han saqueado Huánuco con total descaro.
Diego Palacios preocupado porque la olla no funciona en campaña, mientras Beteta deja a su familia para hacer política con su amante.