21/09/2025
Huarochirí, donde los políticos han hecho pedazos el futuro de los niños, de los jovenes, desde mucho tiempo con promesa falaces solo para obtener votos y vivir con su sueldo sin hacer casi nada, sin cumplir de lo que prometen, y lo peor, muchas veces robando.
Una provincia tan cerca a Lima, sin embargo tan diferente. Que una provincia siga con tantas deficiencias, con desnutricion de sus niños entre lo mas alarmantes, con carreteras de las peores en épocas de lluvia.
La calidad de vida de la gente tiene que ver además de tener agua y alcantarillado eficientes, entre otras cosas: educación, salud, en transportes y comunicaciones con vías en condiciones dirante todo el año. etc
Un país, un pueblo, que se mantenga por décadas en pobreza, no necesariamente es por la falta de recursos naturales, es por los gobernates que siempre tuvo, y si hablamos de un distrito, es por sus alcaldes.
En épocas electorales, cuando están de candidato ya sea presidenciales hasta los distritales: prometen de todo, hasta luchar contra la corrupción. Pero todo cambia cuando llegan al poder, mejor dicho: cuando llegan al poder muestran su verdadera personalidad, sus verdaderas intenciones.
En la provincia de Huarochirí ocurre lo mismo, van pasando los alcaldes/as tanto provinciales como en las distritales. Muchos se repiten el plato y la gente les vuelven elegir, y muchas veces no es porque son eficientes, sino porque encontraron una forma de hacer trampa o como dicen los abogados tramposos "hay que ganar como sea, no importa si el gol se tiene que meter con la mano, mientras el referí no se da cuenta, todo vale“.
Aprovechando de las promesas logran cautivar a la gente. En las últimas elecciones, en el 2022, la gobernadora prometió pistas. De la misma forma prometieron algunos alcaldes cuando estaban en campaña. El alcalde de Tupicocha prometió pistas desde Cocachacra - Tupicocha. Fue una de sus propuestas que mas resaltaron por el cuál mas de uno creyó y apostaron. Con la experiencia de dos veces alcalde, la gente tenían fe de que por fin tendrian pistas asfaltadas. Bueno no todos creyeron, solo los incautos. A casi un n año de concluir sus gestiones, las probabilidades que se haga realidad de las pistas, es cero.
Y con esas iluciones que les generan los candidatos a la población, cada cuatro años terminan con sus corazones hecho pedazos. (parafraseando la frase de los huarochiranos que repiten cuando sufren una roptura amorosa)