21/11/2025
wow
Aún recuerdo cuando mi agente me dijo que había un proyecto nuevo, oscuro y emocional, basado en un cómic en blanco y negro llamado The Walking Dead. No sabía casi nada, pero el concepto del apocalipsis humano, más que el de los zombies, me intrigó. Fui leyendo fragmentos del cómic y comprendí que la historia se sostenía en los vínculos, en cómo cada decisión afectaba la humanidad de los personajes. Así llegué a la audición: con nervios, pero también con la certeza de que Lori Grimes no era solo “la esposa del protagonista”, sino el corazón de una familia quebrada que intentaba sobrevivir moralmente en un mundo sin reglas.
El día del casting no hubo frases raras ni pruebas absurdas; lo que buscaban era vulnerabilidad, conflicto interno, una mujer que cargara culpa y amor a la vez. Hice una escena emocional, y al terminar, uno de los directores me dijo que habían encontrado lo que necesitaban: alguien capaz de sostener el peso familiar del piloto. Semanas después recibí la llamada definitiva: sería parte del elenco desde el primer episodio. No había efectos, ni maquillaje, ni sangre falsa todavía… solo la intuición de que ese proyecto sería especial.
Cuando llegamos a Georgia para rodar, todo cobró vida: el calor, el polvo, la sensación de aislamiento, la tensión permanente. Mi dinámica en el set era íntima, concentrada, marcada por el triángulo emocional entre Lori, Rick y Shane. Como Michonne no aparece hasta mucho después, nunca compartimos escenas, y eso hizo que mi experiencia fuera muy centrada en la tragedia familiar inicial del grupo. Cada día de rodaje me exigía explorar las grietas morales de una madre tratando de proteger a su hijo, incluso cuando el mundo que conocía ya no existía.
Interpretar la muerte de Lori fue uno de los desafíos más fuertes de mi carrera; sabíamos desde el principio —siguiendo el cómic— que su final sería duro y que marcaría profundamente a los demás personajes. Fue una escena emocionalmente devastadora, pero también necesaria para la construcción del arco dramático de la serie. Y así, entre discusiones creativas, lágrimas reales y un equipo que se volvió familia, entré a The Walking Dead: no como una he***na que sobrevivía al apocalipsis, sino como una mujer que dejó una marca profunda en la historia de ese mundo roto.
Sarah Wayne Callies, quien interpretó a Lori Grimes en The Walking Dead.