20/10/2025
En medio de la tensión por la muerte del joven manifestante Eduardo Ruiz durante la protesta del 15 de octubre, el Congreso de la República debatió una moción de censura contra el presidente interino José Jerí y su Mesa Directiva. A pesar del clima polarizado, la moción fue rechazada con 20 votos a favor, 63 en contra y 4 abstenciones.
El pleno parlamentario se convirtió en un escenario de enfrentamientos verbales, donde distintas bancadas cruzaron acusaciones sobre la violencia ocurrida y el futuro del Ejecutivo. Finalmente, la votación sepultó el intento de remover a Jerí de la presidencia, consolidando su respaldo político a solo ocho días de asumir el cargo tras la vacancia de Dina Boluarte.
La moción fue impulsada por congresistas de la bancada socialista, Juntos por el Perú, Voces del Perú y otros legisladores no agrupados. Argumentaban que el régimen de Jerí no representa una verdadera transición y lo vincularon directamente con la represión durante las protestas, especialmente por el caso del manifestante fallecido en Plaza Francia.
Algunos legisladores exigieron un gobierno de transición con nuevas autoridades, comparando el escenario con el llamado “Merinazo”. Sin embargo, congresistas como Alejandro Cavero, Alejandro Aguinaga y Flavio Cruz rechazaron la propuesta, señalando que era una estrategia para forzar un cambio de poder aprovechando el conflicto social.
Lejos de mantenerse en Palacio de Gobierno, José Jerí acudió personalmente al Congreso, sin invitación previa, para reunirse con su Mesa Directiva y mostrar control político. Durante su intervención ante la prensa, lamentó la muerte del manifestante y aseguró que se trató de un hecho aislado en medio de una manifestación legítima que fue infiltrada por violentistas.
Flanqueado por el premier recién nombrado y respaldado por bancadas como Fuerza Popular, APP, Renovación Popular y Avanza País, el presidente interino anunció que solicitará facultades legislativas para legislar en temas de seguridad ciudadana. También llamó a la unidad y al diálogo, descartando cualquier intención de renunciar al cargo.
La votación mostró la fractura del Parlamento. Mientras algunos congresistas celebraban el archivo de la moción, otros denunciaban un intento de “blindaje” y cuestionaban la falta de separación de poderes. Críticas apuntaron a Fernando Rospigliosi, quien retomó funciones como presidente del Congreso, pese a compromisos públicos previos de Fuerza Popular de no ocupar cargos en el gobierno de transición.
Congresistas como Ruth Luque, Edward Málaga y Jaime Quito señalaron que el oficialismo parlamentario protege al Ejecutivo y limita la fiscalización. A su vez, el ministro del Interior, Vicente Tiburcio, aseguró en el pleno que se investigará con celeridad el uso de armas en la protesta y negó la presencia de agentes del grupo Terna en la marcha.
La era Jerí continúa, ahora con el reto de consolidar su legitimidad política frente a una ciudadanía crítica y a un Congreso dividido.