10/08/2025
Lunes 11 de agosto | Lección 7
CODORNICES Y MANÁ
Desgraciadamente, existe un patrón repetitivo de rebelión en estas historias de peregrinación. La gente olvidaba notoriamente que la poderosa mano de Dios les había ayudado en el pasado y que él había provisto soluciones para sus dificultades. Dejaron que sus problemas presentes los cegaran respecto de su meta final y del futuro maravilloso prometido por Dios. Ese es un problema común incluso entre el pueblo de Dios actualmente.
Lee Éxodo 16:1 al 36. ¿Por qué se quejaron los israelitas y qué ocurrió luego?
Éxo 16:1 Toda la comunidad de los israelitas partió de Elín y llegó al desierto de Sin, entre Elín y el Sinaí, el día quince del segundo mes después de su salida del país de Egipto.
Éxo 16:2 Toda la comunidad de los israelitas murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto.
Éxo 16:3 Decían: "¡Ojalá hubiéramos mu**to a manos de Yahvé en el país de Egipto cuando nos sentábamos junto a la olla de carne y comíamos pan hasta hartarnos! Nos habéis traído a este desierto para matar de hambre a toda esta asamblea."
Éxo 16:4 Yahvé dijo a Moisés: "Mira, haré llover pan del cielo para vosotros; el pueblo saldrá cada día a recoger la ración cotidiana; así lo pondré a prueba, a ver si sigue mi ley o no.
Éxo 16:5 Mas el día sexto prepararán lo que hayan recogido y será el doble de lo que recogen cada día."
Éxo 16:6 Moisés y Aarón dijeron a todos los israelitas: "Esta tarde sabréis que es Yahvé quien os ha sacado del país de Egipto;
Éxo 16:7 y mañana veréis la gloria de Yahvé, porque ha oído vuestras murmuraciones contra él; pues nosotros, ¿qué somos para que murmuréis contra nosotros?"
Éxo 16:8 Moisés añadió: "Esta tarde Yahvé os dará a comer carne y mañana pan hasta saciaros; porque Yahvé ha oído vuestras murmuraciones contra él; pues nosotros, ¿qué somos? No van contra nosotros vuestras murmuraciones, sino contra Yahvé."
Éxo 16:9 Moisés dijo a Aarón: "Di a toda la comunidad de los israelitas: Acercaos a Yahvé, pues ha oído vuestras murmuraciones."
Éxo 16:10 Mientras hablaba Aarón a toda la comunidad de los israelitas, ellos se volvieron hacia el desierto, y de pronto la gloria de Yahvé se apareció en la nube.
Éxo 16:11 Yahvé dijo a Moisés:
Éxo 16:12 "He oído las murmuraciones de los israelitas. Diles: Al atardecer comeréis carne y por la mañana os saciaréis de pan; y así sabréis que yo soy Yahvé, vuestro Dios."
Éxo 16:13 Por la tarde, en efecto, vinieron las codornices y cubrieron el campamento; y por la mañana había una capa de rocío en torno al campamento.
Éxo 16:14 Cuando se evaporó la capa de rocío apareció en la superficie del desierto una cosa menuda, como granos, parecida a la escarcha sobre la tierra.
Éxo 16:15 Al verla los israelitas, se decían unos a otros: "¿Qué es esto?" Pues no sabían lo que era. Moisés les dijo: "Éste es el pan que Yahvé os da de comer.
Éxo 16:16 Esto es lo que manda Yahvé: Que cada uno recoja cuanto necesite para comer, un ómer por cabeza, según el número de personas que vivan en su tienda."
Éxo 16:17 Así lo hicieron los israelitas; unos recogieron más y otros menos.
Éxo 16:18 Al medirlo con el ómer, no sobraba al que había recogido más, ni faltaba al que había recogido menos. Cada uno había recogido lo que necesitaba para comer.
Éxo 16:19 Moisés les dijo: "Que nadie guarde nada para mañana."
Éxo 16:20 Mas no obedecieron a Moisés, y algunos guardaron algo para el día siguiente; pero se llenó de gusanos y se pudrió; y Moisés se irritó contra ellos.
Éxo 16:21 Lo recogían cada mañana, cada uno según lo que podía comer, pues, con el calor del sol, se derretía.
Éxo 16:22 El día sexto recogieron el doble, dos ómer por persona. Todos los jefes de la comunidad fueron a contárselo a Moisés;
Éxo 16:23 él les respondió: "Esto es lo que ha mandado Yahvé: Mañana es sábado, día de descanso consagrado a Yahvé. Coced lo que tengáis que cocer y hervid lo que tengáis que hervir; lo sobrante, guardadlo en reserva para mañana."
Éxo 16:24 Ellos lo guardaron para el día siguiente, como había mandado Moisés; y no se pudrió, ni se agusanó.
Éxo 16:25 Moisés dijo: "Comedlo hoy, pues hoy es sábado en honor de Yahvé. Hoy no lo encontraréis en el campo.
Éxo 16:26 Seis días podéis recogerlo, pero el séptimo es sábado, no lo habrá."
Éxo 16:27 El día séptimo salieron algunos del pueblo a recogerlo, pero no lo encontraron.
Éxo 16:28 Yahvé dijo a Moisés: "¿Hasta cuándo os negaréis a guardar mis mandatos y mis leyes?
Éxo 16:29 ¡Mirad! Yahvé os ha dado el sábado; por eso, el día sexto os da pan para dos días. Que se quede cada uno en su sitio y no se mueva de él el día séptimo."
Éxo 16:30 El pueblo descansó el día séptimo.
Éxo 16:31 Israel llamó a aquel alimento maná. Era blanco, como semilla de cilantro, y con sabor a torta de miel.
Éxo 16:32 Moisés dijo: "Esto es lo que ha mandado Yahvé: Llenad un ómer de ello y conservadlo, para que vuestros descendientes vean el pan con que os alimenté en el desierto cuando os saqué del país de Egipto."
Éxo 16:33 Moisés dijo a Aarón: "Toma una vasija, pon en ella un ómer lleno de maná, y colócalo ante Yahvé; que se conserve para vuestros descendientes."
Éxo 16:34 Aarón lo puso ante el Testimonio, conforme había mandado Yahvé a Moisés, para conservarlo.
Éxo 16:35 Los israelitas comieron el maná durante cuarenta años, hasta que llegaron a tierra habitada. Lo comieron hasta que llegaron a los confines del país de Canaán.
Éxo 16:36 El ómer es el décimo del efá.
Es importante notar que las tentaciones registradas en la Biblia suelen estar relacionadas con el alimento.
En el Jardín del Edén, la Caída se debió a la acción de comer del árbol prohibido del conocimiento del bien y del mal (Gén. 2:16, 17; 3:1-6).
Cuando Jesús fue tentado en el desierto, Satanás intentó hacerlo caer valiéndose primero de la comida (Mat. 4:3).
Esaú perdió sus derechos como primogénito a causa de su apetito indisciplinado (Gén. 25:29-34).
¡Cuántas veces la desobediencia de Israel estuvo relacionada con la comida y la bebida! No es de extrañar que Moisés recordara a las generaciones posteriores: “El hombre no vive solo de pan, sino de toda palabra que sale de la boca del Señor” (Deut. 8:3).
El maná era un alimento celestial que Dios suministró a los israelitas durante los cuarenta años en el desierto. Les enseñó mediante ese don que él es el Creador y el Proveedor de todo. Además, Dios usó la provisión sobrenatural de maná para mostrarles cómo guardar el sábado, el séptimo día semanal.
Cada semana ocurrían cuatro milagros:
(1) Dios proveía una ración diaria de maná durante cinco días.
(2) Los viernes recibían una ración doble de maná, pues este no les sería provisto el sábado.
(3) La ración extra del viernes reservada para el sábado no se echaba a perder.
(4) No caía maná en sábado.
Dios realizaba constantemente estos milagros para que el pueblo recordara el sábado y celebrara la bondad de Dios durante ese día. Dios dijo: “Tomen en cuenta que yo, el Señor, les he dado el sábado” (Éxo. 16:29, NVI).
A los humanos nos agrada comer y fuimos creados para disfrutar de ello. La abundancia de alimentos que crecen en la tierra (nuestra dieta original) revela que Dios quiere que comamos y que nos agrade lo que comemos. Sin embargo, ¿cómo es posible abusar del maravilloso don de la comida y del apetito?