El Blog Íntimo

El Blog Íntimo Nuestro objetivo: difundir el aliancismo con pasión y objetividad. www.elblogintimo.blogspot.com
www.facebook.com/elblogintimo

Somos generadores de contenido que analizan, opinan y debaten sobre Alianza Lima, tanto de la actualidad como de la historia e identidad del equipo más grande del Perú.

“El VAR vino al fútbol para asegurarse de que gane el poder”.Pablo Bengoechea.Fuente: Denganche.
27/06/2025

“El VAR vino al fútbol para asegurarse de que gane el poder”.

Pablo Bengoechea.

Fuente: Denganche.

📝   | Toma lo que puedas…Un Alianza apremiado por los resultados se presentó anoche en el Mansiche y consiguió, momentán...
19/06/2025

📝 | Toma lo que puedas…

Un Alianza apremiado por los resultados se presentó anoche en el Mansiche y consiguió, momentáneamente y con cuestionamientos, hacerse con la punta del Apertura.

𝗨𝗻 𝗮𝗹𝗺𝗮 𝗽𝗼𝗿 𝘂𝗻 𝗮𝗹𝗺𝗮: 𝗲𝗹 𝗰𝗼𝘀𝘁𝗼 𝗶𝗻𝘀𝘁𝗶𝘁𝘂𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹 𝗱𝗲 𝘀𝗮𝗹𝘃𝗮𝗿 𝗮 𝗹𝗮 ❞𝗨❞𝘗𝘰𝘳 𝘙𝘶𝘣𝘦́𝘯 𝘙𝘢𝘷𝘦𝘭𝘰Se acabó. La selección acaba de quedar fu...
12/06/2025

𝗨𝗻 𝗮𝗹𝗺𝗮 𝗽𝗼𝗿 𝘂𝗻 𝗮𝗹𝗺𝗮: 𝗲𝗹 𝗰𝗼𝘀𝘁𝗼 𝗶𝗻𝘀𝘁𝗶𝘁𝘂𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗹 𝗱𝗲 𝘀𝗮𝗹𝘃𝗮𝗿 𝗮 𝗹𝗮 ❞𝗨❞

𝘗𝘰𝘳 𝘙𝘶𝘣𝘦́𝘯 𝘙𝘢𝘷𝘦𝘭𝘰

Se acabó. La selección acaba de quedar fuera del Mundial de Estados Unidos, México y Canadá tras un empate deslucido ante Ecuador en Lima. En redes y programas deportivos ya se buscan culpables: los jugadores, el comando técnico y, por supuesto, el amiguito chongoyapino de Jean Ferrari, lideran la lista, cada quien con propio mérito.

Pero el verdadero entierro del fútbol peruano ocurrió hace años. Y el acta de defunción lleva fecha: agosto de 2018.

Es cierto que, si nos ponemos estrictos, el Perú siempre ha sido el último en enterarse de los múltiples avances en gestión y profesionalismo deportivo. En consecuencia, somos últimos en casi todo lo que competimos —y si competimos—. Sin embargo, en el fútbol —de lejos el deporte más popular del país— hubo una breve luz de esperanza. Y no fue hace tanto tiempo.

En 2017, mientras la selección peruana celebraba su regreso a un Mundial luego de 36 años, se dio otro hito que hoy pasa desapercibido: el fútbol peruano había logrado construir, por primera vez, una mínima institucionalidad. El Tribunal de Concesión de Licencias (TCL), autónomo y técnico, operaba bajo el paraguas de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), pero con independencia real. Había autoridad. Había respeto. Había orden.

Pero esa burbuja institucional duró poco.

Todo comenzó el 6 de noviembre de 2017, cuando el Tribunal de Licencias sancionó a Universitario con la prohibición de fichar jugadores hasta junio de 2018.

¿El motivo? Veintitrés infracciones al reglamento de licencias: deudas tributarias, laborales y compromisos incumplidos con la FPF. Para dimensionar: la “U” acumuló el 40% de todas las faltas administrativas del torneo.

¿La reacción? Amenazas directas de barristas de la “U” hacia los miembros del tribunal.

¿Por qué? Porque esperaban que, como históricamente había ocurrido, el club de Ate recibiera un trato especial.

Al no poder fichar, la hinchada responsabilizó al tribunal —y no a la administración— por la crisis deportiva. Incluso hubo un episodio particularmente oscuro: intimidaciones personales a los responsables del proceso y a sus familias. Todo por aplicar el reglamento. Es decir, se atacó a la institucionalidad porque esta, por una vez, funcionaba.

(Con esto queda claro, como tantas veces se ha dicho, que hay un club particularmente especialista en sacar provecho de los momentos de mayor podredumbre del balompié nacional. Pero esa es materia de otro análisis).

Pese a las amenazas, el 20 de diciembre el tribunal ratificó la sanción. Universitario apeló ante el TAS, y el 28 de mayo de 2018 el tribunal internacional desestimó su pedido.

Claro, allá no hay amiguismo que valga. Solo la ley.

En lugar de respaldar a su propio tribunal, como sí lo hizo en 2017, la FPF optó por una jugada, en cambio, lamentable.

El 10 de agosto de 2018 creó el Régimen Especial Deportivo (RED), una suerte de puerta trasera para que clubes sancionados —léase, Universitario— pudieran contratar jugadores pese a no haber solucionado sus deudas.

La ayuda del RED tenía algunas condiciones teóricas: los clubes debían presentar un plan de recuperación financiera y someterse a una auditoría general. Asimismo, durante ese periodo, la FPF administraría directamente las finanzas de los clubes que se acogieran. Pese a que al principio hubo cierta reticencia de los administradores cremas ante estas condiciones, la presión de hinchas y socios hizo lo suyo, y al final Universitario “se acogió” al RED.

¿Para reestructurarse u ordenarse administrativamente? No, pues, eso es cosa de giles. La “U”, que en ese momento se encontraba penúltimo en la tabla acumulada, solo buscaba fichar jugadores y reforzar a su primer equipo para escapar de un inminente descenso.

El argentino Germán Denis fue presentado ese mismo mes. Alberto Rodríguez y Pablo Lavandeira se sumaron al plantel crema. Refuerzos que luego tendrían su cuota de protagonismo en lo que significó la permanencia del club en Primera.

Sin embargo, a fin de cuentas, nunca se formalizó el ingreso de la “U” al régimen, nunca se presentó un plan económico y nunca hubo auditoría. El RED, pues, fue una ficción útil. Una coartada. Una pantalla para que el club de Ate evitara perder la categoría, como en 1947 y 2011, al margen de toda ética y normatividad.

El 22 de agosto se consumó el derrumbe. Gonzalo de las Casas, presidente del Tribunal, renunció irrevocablemente al TCL tras recibir nuevas amenazas, incluso contra su hijo menor. ¿El detonante? Había solicitado que se realice una auditoría real a las cuentas de la “U”, lo cual, recordemos, era parte del acuerdo inicial que había planteado la propia Federación para la implementación del RED. Pero no, pues, ¿pedir que se cumpla la norma, así esta sea improvisada? Qué pecado capital.

Según sus declaraciones, las amenazas fueron ordenadas por Carlos Moreno, entonces administrador concursal del club, y por el acreedor Gremco.

El resto de quienes componían aquel tribunal decidieron secundar a De las Casas. Ante ello, la FPF no los respaldó como en 2017. Esta vez, miró para otro lado.

Disolvió de facto el TCL y lo reemplazó por una “Comisión” —sí, el cambio de nombre es fiel reflejo de su degradación—, cuyos nuevos miembros levantaron todas las sanciones a Universitario sin fundamento técnico alguno. Estos nuevos miembros eran, pues, más afines y concordantes con los intereses de la Federación que, para efectos prácticos, eran también los de la “U”.

El rostro futbolístico de toda esta serie de “movidas dirigenciales” se vio con mucha claridad el 13 de octubre de 2018, cuando Universitario enfrentó a Unión Comercio en el Estadio Nacional. Ambos equipos luchaban por permanecer en la máxima división del fútbol peruano, por lo que el choque era a todas luces decisivo.

Pero el partido ya había empezado a jugarse mucho antes del pitazo inicial: el árbitro designado originalmente era Yovani Quevedo. No obstante, y sin explicación alguna, la CONAR lo reemplazó por Diego Haro, para quien no hace falta mayores presentaciones ni comentarios.

En aquel encuentro, la “U” ganó 2-1 con un penal inexistente convertido por Denis, tan descarado que incluso los comentaristas de Gol Perú —usualmente blandos con el equipo que hasta hoy suelen ensalzar— lo pusieron “en duda” durante la transmisión. Un robo. Una vergüenza. La putrefacción que se vivía en oficinas había llegado, finalmente, a la cancha.

Al día siguiente, el propio Quevedo declaró para El Bocón:
"Yo me encontraba bien y considero que tengo la capacidad necesaria para dirigir cualquier partido. Yo no estaba ni lesionado ni enfermo, simplemente fue una decisión de las autoridades y solo queda acatarla".

En 2020, Alianza Lima, al que ese año le tocó pelear por su permanencia en Primera, denunció la reincidencia del club Carlos Stein en faltas al reglamento de licencias, solicitando la deducción de puntos que por ley correspondía. La Comisión de Licencias —ya no un tribunal, sino una simple oficina con membrete— rechazó el pedido con un argumento de antología: que Alianza no tenía derecho a intervenir. Esto impulsó al club victoriano a buscar justicia fuera del país, por lo que, con folio en mano, recurrió oportunamente al TAS.

Pero la historia tomó un giro aún más delirante. Según dejó entrever César “Balón” Torres en RPP, la FPF intentó “negociar” con Alianza Lima su “retorno” a Primera División, sin esperar la resolución del tribunal internacional. Así, en lugar de corregir su error, la Federación apostó, una vez más, por su fórmula predilecta: una nueva infidelidad a la norma. A su propia norma, en el colmo.

O es que quizá querían evitar la vergüenza internacional, guardando insoslayables apariencias, pues en el fondo había plena consciencia del retumbe global que tendría que un tribunal externo les enmiende la plana, como finalmente sucedió.

En cualquier caso, Alianza Lima, fiel a su historial institucional con la FPF, rechazó la migaja oficialista. Prefirió jugarse la carta legal. Y el 17 de marzo de 2021, el TAS no solo le dio la razón: confirmó que el reclamo era válido y que Carlos Stein debía ser sancionado con la pérdida de puntos.

El equipo íntimo se mantuvo en Primera por derecho, pero el daño de fondo ya estaba consumado: en apenas tres años, pasamos de tener un tribunal local que hacía cumplir la ley, a depender de jueces extranjeros para que nos recuerden cómo se administra justicia. Una postal perfecta del fútbol peruano.

Hoy, en Liga 1, hay clubes que deben sueldos, que entrenan y juegan en canchas inaceptables, que no tienen —ni en planes— divisiones menores, y que igual cuentan con licencia para competir. Entre estos, resalta orgánicamente el Juan Pablo II de Chongoyape, que, bajo el mandato de Milagros Correa —esposa del revendedor Lozano, nada menos—, logró ascender en tiempo récord gracias a un cúmulo de irregularidades, tanto administrativas como deportivas, con total impunidad. Y este es solo un ejemplo.

No hay vergüenza. No hay control. Solo desidia.

El "tribunal" que existió alguna vez fue asesinado entre amenazas, complicidades y el silencio conveniente de quienes hoy controlan la Videna. Desde entonces, el fútbol peruano no ha hecho más que retroceder, hasta llegar al punto en el que hoy nos encontramos: sin logros relevantes, ni a nivel de clubes ni de selecciones —al contrario, con resultados paupérrimos—, y con una única y privilegiada institución deportiva que, sobre esta enorme montaña de estiércol, domina, hace y deshace el reglamento al compás de una paleta verde.

El Mundial, definitivamente, habría sido demasiado premio para un fútbol sin ley —en un país sin ley—. Pero incluso en esta ruina institucional total, aún hay algo que puede hacerse: rescatar la memoria del Tribunal de Licencias original y exigir —como punto de partida— su restitución plena, con autonomía garantizada y blindaje contra injerencias. Porque mientras no regrese la justicia —y las reivindicaciones reglamentarias que ella conlleva—, no hay sistema que valga ni milagro que alcance.

𝘊𝘰𝘭𝘢𝘣𝘰𝘳𝘢𝘤𝘪𝘰́𝘯 𝘦𝘴𝘱𝘦𝘤𝘪𝘢𝘭: 𝘈𝘥𝘳𝘪𝘢𝘯 𝘛𝘦𝘫𝘢𝘥𝘢.

06/06/2025

Declaraciones de Kenji Aparicio tras la victoria de Alianza Lima ante Amazon Callao por 2 a 0:

"Fuimos dominadores del encuentro. Controlamos el juego muy bien, sobre todo en el primer tiempo. En el segundo tiempo salimos a buscar el otro arco, pero hubo momentos que debimos haber controlado el partido mejor".

06/06/2025

🗣️🔥 Declaraciones de Víctor Guzmán tras su doblete de hoy ante Amazon Callao por Liga 3:

"Este año lo he empezado bien. (...) (Barcos y Guerrero) me dan la confianza y me aconsejan que siempre trate yo de hacer los goles porque eso ayuda al equipo. Son grandes ejemplos y estoy contento de contar con ellos".

El delantero lleva 8 goles en 8 encuentros.

06/06/2025

Con doblete de Víctor Guzmán, Alianza Lima derrotó 2 a 0 a Amazon Callao por la Liga 3. Con este resultado, tomamos la punta junto con Huaral qué tiene un partido menos.

¿𝐁𝐚𝐥𝐚𝐧𝐜𝐞 𝐩𝐨𝐬𝐢𝐭𝐢𝐯𝐨? 𝐀𝐥𝐢𝐚𝐧𝐳𝐚 𝐋𝐢𝐦𝐚 𝐲 𝐥𝐚 𝐞𝐥𝐢𝐦𝐢𝐧𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐪𝐮𝐞 𝐜𝐨𝐧𝐯𝐢𝐫𝐭𝐢𝐨́ 𝐞𝐧 𝐜𝐥𝐚𝐬𝐢𝐟𝐢𝐜𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧✍️ 𝘙𝘶𝘣𝘦́𝘯 𝘙𝘢𝘷𝘦𝘭𝘰Siendo fines de mayo, ...
30/05/2025

¿𝐁𝐚𝐥𝐚𝐧𝐜𝐞 𝐩𝐨𝐬𝐢𝐭𝐢𝐯𝐨? 𝐀𝐥𝐢𝐚𝐧𝐳𝐚 𝐋𝐢𝐦𝐚 𝐲 𝐥𝐚 𝐞𝐥𝐢𝐦𝐢𝐧𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐪𝐮𝐞 𝐜𝐨𝐧𝐯𝐢𝐫𝐭𝐢𝐨́ 𝐞𝐧 𝐜𝐥𝐚𝐬𝐢𝐟𝐢𝐜𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧

✍️ 𝘙𝘶𝘣𝘦́𝘯 𝘙𝘢𝘷𝘦𝘭𝘰

Siendo fines de mayo, y ad portas de una nueva pausa por fechas FIFA, toca analizar la actualidad del primer equipo aliancista a partir de su participación en la Copa Libertadores 2025. Lo primero que esto nos obliga a reconocer, a la luz de la evidencia, es que, en términos generales, se ha ido de más a menos.

Tras haber clasificado de forma hazañosa —y contra la mayoría de pronósticos— a la fase de grupos, la ambición de quienes componen la primera línea blanquiazul —director y gerente deportivo, director técnico y jugadores— fue clara y unánime: el objetivo había pasado a ser la clasificación a octavos de final.

Para ello, el Equipo del Pueblo debía superar tres importantes escollos, enumerados a continuación en orden descendente de dificultad: Sao Paulo de Brasil, Libertad de Paraguay y Talleres de Argentina.

La lógica —y, posteriormente, lo fáctico— indicaba que el claro «cuco» de la serie era el cuadro paulista; que Libertad sería también un rival complicado, pero «al que se le podía pelear»; y que Talleres, aunque exigente, era el rival a vencer para, al menos, caer de pie en el play-off de la Copa Sudamericana.

La tabla final del Grupo D nos dice varias cosas, algunas de ellas ciertamente previsibles desde el mismo día del sorteo:

En efecto, Sao Paulo fue el mejor equipo, con 14 puntos acumulados, aunque con la particularidad de que, de local, solo ganó un partido —y, felizmente para nosotros, fue a Talleres en la fecha final—, mientras que, de visita, ganó los tres que jugó. El cuadro de Luis Zubeldía no registró derrota alguna.

Libertad, por su parte, llegó a Matute en su mejor momento en aquella jornada inicial, logrando un triunfo que a la postre le significaría el segundo lugar del grupo. Luego alternó buenas y regulares actuaciones. Tras su victoria en Lima, empató de visita tanto en Brasil como en Argentina, mientras que, de local, solo pudo vencer a Talleres, perdiendo luego contra el Tricolor y empatando con la blanquiazul en el cierre de la fase. Sumó un total de 9 puntos y aseguró su pase a octavos con una fecha de anticipación.

Talleres disputó, hasta el final, el tercer lugar del grupo, protagonizando junto con Alianza Lima un improvisado «mata-mata». Atiborrados de problemas administrativos, los cordobeses intentaron proponer en cada uno de sus partidos, pero sus desbarajustes defensivos les significaron perder en todas las canchas. Aunque, como locales, pudieron imponerse a su rival directo de turno en la penúltima jornada, la derrota en el último minuto en el Alejandro Villanueva terminó siendo lapidaria para cualquiera de sus aspiraciones.

Llegó el momento de hablar del club de nuestros amores. Alianza Lima empezó con muy mal pie la fase de grupos, perdiendo de local ante un Libertad lo suficientemente superior como para justificar la victoria. Cuando la mayoría —por no decir todos— esperaba una nueva derrota, esta vez en el colosal Morumbí, los «grones» —con actuaciones colectivas e individuales fantásticas a todo nivel— lograron empatar tras ir perdiendo por dos goles a cero. Este punto, en mi opinión, fue el que terminó marcando la diferencia con Talleres, que no pudo sumar en su posterior visita a Brasil.

Y hablando nuevamente de la «T» cordobesa, he de destacar, por supuesto, la ya mencionada victoria aliancista en Matute con gol agónico de Hernán Barcos. Era un partido que se había presentado muy favorable a los intereses íntimos, que ganaban, y justificadamente, 2 a 0 con anotaciones de Paolo Guerrero. Sin embargo, una inexplicable falta de Erick Noriega en propia área a inicios del segundo tiempo terminó dándole aire a la visita, que descontó de penal y, poco después, ya con el envión anímico y aprovechando las evidentes desconcentraciones íntimas, empató el encuentro. Felizmente para el pueblo victoriano, una inspiración colectiva, sumada a la inmortal jerarquía del Pirata, terminó en un triunfo a todas luces vital.

Lo siguiente para los dirigidos por Néstor Gorosito fueron dos derrotas consecutivas e inobjetables: la primera ante Sao Paulo en La Victoria y la segunda ante Talleres en Córdoba, ambas por 2 a 0. El fixture disponía que, en la fecha final, los argentinos visitaran Brasil y los aliancistas, Asunción. La lógica —muchas veces esquiva al fútbol— decía que, aunque ambos equipos blanquiazules llegaban con 4 puntos al cierre de la fase de grupos, era menos difícil sumar en Paraguay que en Sao Paulo. Pero más allá de análisis previos, lo cierto era que tanto Alianza Lima como Talleres tenían que salir con todo para no quedarse con nada.

Poco antes del final del primer tiempo, Alianza Lima ganaba con contundencia y justicia en La Huerta por 2 a 0. Aunque de reojo debíamos mirar lo que pasaba en el Morumbí, donde Talleres había logrado el empate transitorio y amenazaba con la hazaña. Por diferencia de gol, aun si ambos equipos que se peleaban el tercer lugar lograban ganar por la mínima, habría sido la «T» el dueño del premio consuelo. En este contexto, la posibilidad de que los argentinos le voltearan el marcador a Sao Paulo tenía su cuota de participación en la de por sí complicada situación anímica de los íntimos, que, después de tanto remar contra la corriente, podían terminar resignándolo absolutamente todo.

Aunque fue doloroso y preocupante ver cómo Alianza Lima se desmoronaba, una vez más, psicológicamente, hasta terminar cediendo su victoria parcial ante Libertad, desde Brasil llegaban las buenas noticias: Sao Paulo había anotado el segundo y, tras ello, con el empate en Paraguay bastaba para la supervivencia. Como el otro partido había empezado media hora antes —por la intensa lluvia en la capital guaraní, que retrasó el encuentro entre gumarelos y victorianos—, la blanquiazul pudo, en gran parte del segundo tiempo, jugar sabiendo cuál era el otro resultado. Esto, al parecer, les dio la fuerza suficiente para resistir los últimos embates albinegros. Tras el pitazo final de Esteban Ostojich, se consumó la subsistencia aliancista en torneos internacionales.

En las redes sociales empezaron a circular videos de jugadores aliancistas celebrando este hecho, lo que despertó comentarios diversos, la mayoría de ellos en contra. «¿Qué celebran?» era la pregunta mayoritaria que, en el fondo, advertía una válida queja. Ni los simpáticos bailes de Fernando Gaibor ni los cánticos barristas en vestuarios paraguayos pudieron con la molestia generalizada del hincha aliancista. Y aunque admito que a mí tampoco me dieron ganas de celebrar absolutamente nada —apenas un «¡uf!» de alivio y un tibio abrazo con los amigos de siempre—, lo cierto es que, ya desde un plano objetivo, habernos quedado con el pase a Copa Sudamericana no solo implica un beneficio económico y de prestigio para el club —que, recordemos, desde que se instauró este sistema del «premio consuelo» nunca había podido conseguirlo—, sino que, además, es consecuente con su actualidad y contexto.

Aunque es innegable que el Alianza Lima de Gorosito ha tenido picos altísimos de rendimiento en el plano internacional, también es cierto que siempre evidenció diversas debilidades, sobre todo en lo defensivo. Si bien Miguel Trauco y Guillermo Enrique son titulares indiscutibles en este esquema —más por demérito de los suplentes que por mérito propio, valga admitir—, sus falencias saltan a la vista partido tras partido. Por otro lado —y esto era bastante sabido— el replanteo no es precisamente la fortaleza del «Pipo», lo que lo vuelve, a menudo, un DT previsible o, en el peor de los casos, inflexible.

Otra cosa que ha afectado directamente el rendimiento del primer equipo íntimo han sido las expulsiones, las suspensiones y, sobre todo, las lesiones. De esto último, ya no encuentro más formas de quejarme: desde hace tres años nos persigue una especie de hechizo maligno que simplemente no nos deja en paz. Jean Pierre Archimbaud, Alan Cantero y Pablo Lavandeira son los tres ejemplos más recientes, pero el historial general de los últimos años es mucho más extenso de lo que quisiéramos. ¿Cuándo volveremos a tener un plantel completo durante toda una temporada, o al menos sin lesiones graves? Espero estar vivo para verlo.

Las expulsiones, por otro lado, son parte del juego, sí, pero no por eso menos preocupantes. En los últimos meses, Alianza Lima ha visto casi una decena de tarjetas rojas en partidos oficiales —Carlos Zambrano y Renzo Garcés (nuestra pareja titular de centrales, ni más ni menos) lideran esta particular tabla—. Y aunque en Liga 1 ya sabemos que la vara arbitral depende del dueño de la pelota —que, por cierto, anda muy feliz por su clasificación a octavos, cortesía de haber tenido en su grupo al que terminó siendo uno de los peores equipos del torneo, pese al nombre pomposo que lleva en sus banderas—, en el plano internacional también padecimos ausencias relevantes en partidos clave. Es verdad que esto abrió espacio para la aparición de nuevos rostros canteranos, pero qué duda cabe de que, con todos nuestros titulares disponibles, las probabilidades de seguir avanzando habrían sido considerablemente mayores.

Para colmo, Pablo Ceppelini, el «diez» del equipo y quien se había pasado gran parte de lo que va de la temporada superando lesiones, fue suspendido por cuatro meses de competencias Conmebol por un supuesto insulto ra***ta en la Bombonera. Y digo «supuesto» porque, según información trascendida, la parte denunciante no llegó a probar dichos agravios, por lo que la Unidad Disciplinaria de la Confederación se vio obligada a actuar en base a criterios subjetivos, ratificando —y hasta ahora sin mayor explicación—la sanción del uruguayo. Que el mismo rigor se aplique en adelante a todos los casos similares, nos queda desear.

Así, con tantos elementos en contra —tanto internos como externos—, era muy difícil mantener el nivel futbolístico que el grupo exigía. Y este es, precisamente, el argumento que sostiene mi conclusión respecto al verdadero valor de seguir vivos en torneos internacionales.

En un grupo sin equipos flojos —el único que no registró ninguna goleada—, en el que todos los partidos fueron luchados y en el que Alianza Lima se vio notoriamente mermado por los motivos anteriormente expuestos, caer a la Copa Sudamericana debería ser visto, si bien no como un logro a destacar, sí como un pequeño avance en la lucha por recuperar renombre internacional. Algo que, sin duda, sería aún más fructífero si se logra superar al siempre complicado Gremio de Porto Alegre, nuestro siguiente rival en este nuevo desafío.

Y me permito insistir: apoyo totalmente la idea de que «no hay nada que celebrar» —aunque pueda entender la alegría de los jugadores, la mayoría de ellos hinchas de sus propias carreras, ante todo—, pero eso no me hará caer en las garras de la mezquindad ni en el humo que expide la prensa partidaria de ya sabemos quiénes, que intentará, como ya lo viene haciendo, minimizar todo lo posible cualquier pequeño paso hacia adelante que dé nuestra institución. Muy distinto, por cierto, a lo que ocurría hace apenas dos años, cuando la Sudamericana era vendida por estos mismos pasquines como un torneo del mismo nivel que la Libertadores, solo porque a ya sabemos quiénes les fue relativamente bien en esa edición de la competición.

Elijo, si así lo quieren decir, ver el vaso medio lleno y confiar en que esta para de dos semanas —que, irónicamente, otras veces nos cortó más de un buen momento— sirva para descansar, reflexionar, recuperar jugadores lesionados y reencontrarnos con nuestra mejor versión como equipo. Que Alianza reconquiste los brillos que mostró hace apenas unos meses no debería ser imposible. Dependerá, eso sí, de un ejercicio de memoria colectiva, en el que Gorosito tendrá que disponer de toda su experiencia, inteligencia y capacidad de gestión.

De salidas y refuerzos, hablemos después. Hoy, Alianza Lima sigue en pie.

📸 RPP

Hoy conoceremos a nuestro rival en Sudamericana. Un par de fichajes no vendrían mal. ¿En qué puestos necesitamos reforza...
29/05/2025

Hoy conoceremos a nuestro rival en Sudamericana. Un par de fichajes no vendrían mal. ¿En qué puestos necesitamos reforzar?

28/05/2025

¡Estamos en Sudamericana!

Se logró el objetivo secundario de seguir compitiendo a nivel internacional.

¿Alegría? ¿Desazón? ¿Desfogue? Muchos sentimientos encontrados sin duda. Toca replantear muchas cosas definitivamente, pero siempre será mejor analizar o renegar(?) con un triunfo u objetivo logrado bajo el brazo. ¡Arriba, Alianza toda la vida!

27/05/2025

¡Culmina la primera mitad! Con goles de Paolo y Castillo, Alianza Lima viene derrotando 2 a 1 a Libertad de Paraguay. Con este resultado y un tropiezo de Talleres, clasificaríamos a Sudamericana. ¡Cabeza fría, íntimo!

¡FinAL! Con único tanto de Paolo guerrero, Alianza Lima derrotó a Sport Boys. ¿Hicimos un gran partido? No, fue sufrido,...
24/05/2025

¡FinAL! Con único tanto de Paolo guerrero, Alianza Lima derrotó a Sport Boys. ¿Hicimos un gran partido? No, fue sufrido, pero qué importante es la confianza. No nos podemos olvidar de jugar.

Lideres del Apertura con PNP de Deportes.

📸:

🕣Entretiempo | Imprecisiones Lima asoma hoy en el Estadio Nacional. Medio campo sin intensidad y extremos fallando en la...
24/05/2025

🕣Entretiempo | Imprecisiones Lima asoma hoy en el Estadio Nacional. Medio campo sin intensidad y extremos fallando en la decisión. Defensa haciendo su chamba. Replantear ya.

¡Vamos, crj!

📸:

Dirección

Lima

Notificaciones

Sé el primero en enterarse y déjanos enviarle un correo electrónico cuando El Blog Íntimo publique noticias y promociones. Su dirección de correo electrónico no se utilizará para ningún otro fin, y puede darse de baja en cualquier momento.

Contato La Empresa

Enviar un mensaje a El Blog Íntimo:

Compartir