
04/09/2025
Los doctores dijeron que NUNCA volvería a caminar. SE EQUIVOCARON. 🐶
Todo se volvió oscuro. Unas manos pequeñas me soltaron y caí. Después de eso, mis patitas de atrás, mi colita... nada me respondía. No entendía por qué mi propio cuerpo me había traicionado. Solo sentía miedo.
En un cuarto frío y metálico, escuché las palabras de los señores de bata blanca: "No volverá a caminar". Y en esa frase, sentí cómo se apagaba mi futuro. ¿Quién querría a un cachorrito roto que nunca podría correr, saltar o jugar?
Pero entonces, una persona se negó a creerles. Jazmín. Me miró a los ojos, vio que mi espíritu no estaba roto, y me susurró una promesa: "Tú y yo vamos a luchar, pequeño".
Y luchamos. Fueron semanas y meses de terapias que dolían, de ejercicios que me agotaban, de intentar mover algo que no se sentía mío. Hubo muchos días en los que quise rendirme, en los que pensé que los doctores tenían razón.
Pero ella nunca se rindió.
Y un día, pasó. Lo sentí. Un impulso. Me puse de pie. Chueco, tembloroso... pero de pie. Di un paso. Y luego otro. Y desde ese día, no he parado de caminar.
Mi caminar no es perfecto, pero es mío. Es el caminar de un milagro.
---------------------------------------------------------------------------------
Esta es la historia de nuestro Pulgarcito. Una historia de admirar.
Su cuerpo estaba herido, pero su espíritu, jamás. Y nuestra fe en él, tampoco. En este albergue, nunca aceptamos un "no se puede" como respuesta cuando se trata de la vida de uno de los nuestros.
Casos como el de Pulgarcito, con diagnósticos desfavorables, múltiples terapias y cuidados especiales, representan nuestra mayor lucha y también nuestro mayor gasto. Solo son posibles gracias al apoyo incondicional de nuestra comunidad.
Ayúdanos a seguir luchando por los casos "imposibles". Ayúdanos a seguir demostrando que el amor y la perseverancia pueden reescribir cualquier diagnóstico.