02/06/2025
Mira, a partir de los 25 años a nadie le importa tu cara. Da igual si para los estándares actuales eres guapo o feo. La gente verá tu cara, pero evaluará tu carácter, tu disciplina, tus resultados. Así que, si ahora mismo piensas que eres feo, poco agraciado, déjame decirte que estás perdiendo tu tiempo.
Naciste con esa cara. Con ese color. Con esa talla. Eres lo que eres. Eso ya no lo puedes cambiar, así que no hay nada de que renegar.
Lo que debes hacer es enfocarte en lo que sí depende de ti porque como dicen “no eres culpable de la cara que tienes, pero si eres responsable de la cara que pones.”
Si eres joven y quieres triunfar, tienes que cambiar tu actitud. Trabaja en tu mentalidad, trabaja en tu físico, trabaja en tus finanzas, trabaja en tu mentalidad. Gana dinero, haz un negocio, ahorra, invierte.
Cuida a tu familia. No trabajes para las chicas malas, trabaja para ti. Pronto serás un hombre exitoso, generador de empleo, respetado y admirado por los tuyos.
Aquí hay una lista de pasos a seguir:
Número uno: Trabaja en tu autoestima. Muchos jóvenes se dejan llevar por el ego y las carencias internas. Por ejemplo, trabajan para impresionar a las chicas. Van al gimnasio no para cultivar su cuerpo, sino para impresionar a alguien. Trabajan, ganan su platita, y luego la gastan tratando de impresionar a una chica. Simplemente metete esto en tu cabeza: NO TIENES QUE IMPRESIONAR A NADIE. ¿Cuál es la diferencia entre un caballero y un mamerto? El caballero es cortés, educado, galante, pero tiene sus límites. El mamerto hace todo para complacerlas, incluso sacrificándose o perjudicándose a sí mismo.
Número dos: trabaja en tu físico. Come sano, haz ejercicio y mantente impecable: aseado, presentable y con la energía a todo motor. Un hombre que desarrolla estos hábitos puede llegar más lejos, porque detrás hay disciplina, compromiso y sobre todo respeto por si mismo.
Número tres: invierte en tu educación. Si eres un muchacho que se prepara, se va a notar y si tu cerebro está vacío se va a notar más. Se va a notar en tu forma de hablar, en tu falta de criterio, en tu falta de creatividad y, sobre todo, la falta de preparación se nota porque no puedes aprovechar las oportunidades que se te presentan.
Recuerda que la inversión que paga los mejores rendimientos es la inversión en ti mismo.
Número cuatro: Mejora tus finanzas. Se dice que Bill Gates dijo “Si naciste pobre no es tu culpa, pero si mueres pobre esa si es tu responsabilidad.” Puedes trabajar en tu físico, puedes llenarte de grandes conocimientos, pero la realidad es que si no tienes educación financiera no vas a llegar lejos. La verdadera independencia, incluso el respeto hacia uno mismo, aumentan cuando aprendes a ganar dinero, a administrarlo y multiplicarlo
Número cinco: conviértete en una persona de acción. Ninguna mujer inteligente, cuerda y sana, construye un hogar con un hombre perezoso. La sociedad muestra respeto por la persona productiva, que se esfuerza por salir adelante con sus propios medios. No tienes que ser el más estudiado. No tienes que ser el más guapo, solo tienes que ser el que hace su mejor esfuerzo y paso a paso va labrando su futuro.
Como ves, el éxito no requiere formulas complejas sino pequeños cambios, pequeñas actitudes, que además no requieren dinero, no requieren una gran inteligencia o planificación sofisticada, solo requieren sentido común, fuerza de voluntad y acción inmediata, porque no tienes que empezar más tarde o mañana sino ahora, ahora mismo, con lo que tienes, donde estas y como estas.
Nos vemos en la cima con nuestra cara bonita