19/04/2025
𝐋𝐚 𝐜𝐞𝐧𝐭𝐞𝐧𝐚𝐫𝐢𝐚 ¡𝐐𝐮𝐢𝐧𝐭𝐚 𝐂𝐮𝐚𝐝𝐫𝐢𝐥𝐥𝐚!
En el corazón de la devoción, la Quinta Cuadrilla de la Hermandad del Señor Crucificado se preparó, como cada año, para vivir su tradicional jornada procesional del “Viernes Santo”: una cita con la fe, con la historia y con el sacrificio redentor del Cristo que los guía.
Desde muy temprano, los hermanos de la Quinta se reunieron en torno a la imagen sagrada, compartiendo oraciones, silencios y miradas que decían más que mil palabras. Cada paso, cada detalle, fue preparado con el respeto y el amor que se han transmitido generación tras generación, conscientes de que no se trata solo de cargar un anda, sino de llevar sobre los hombros la esperanza de todo un pueblo.
Solo el repicar de los tambores y el murmullo del incienso quebraban el aire, anunciando que el Cristo del Rímac ya estaba en las calles. La Quinta Cuadrilla, firme y unida, inició el andar con su característico paso pausado, reflejo de la solemnidad del día más doloroso del calendario cristiano.
A lo largo del recorrido, la devoción del pueblo rimense se hizo sentir. Niños, jóvenes y ancianos salieron a recibir al Señor con flores, velas y oraciones, mientras los hermanos avanzaban con esfuerzo y fervor, guiados por la fe y el amor a su imagen. Cada esquina del barrio del Rímac, se convirtió en un altar, y cada mirada al Cristo era una súplica, una gratitud, una promesa.
La procesión avanzó lentamente, cargada de mística y emoción. Y en cada relevo, los integrantes de la Quinta Cuadrilla renovaban su compromiso no solo con la Hermandad, sino con el propio Cristo que, desde la cruz, sigue siendo consuelo y fuerza para tantos.