
07/08/2025
🔴 || Petro endurece discurso geopolítico y apunta al Perú para reposicionar liderazgo regional
En el marco del aniversario 206° de la Batalla de Boyacá, el presidente colombiano Gustavo Petro no solo conmemoró una fecha clave para la historia de su país, sino que aprovechó la tribuna para lanzar una dura advertencia a Perú sobre la soberanía de la isla Santa Rosa, tensando nuevamente la relación bilateral entre ambos países amazónicos.
El mandatario colombiano afirmó que “Colombia no reconoce autoridades de facto en Santa Rosa” y que el Perú “ha incumplido tratados establecidos”, en una alusión directa al histórico litigio de límites en la zona de frontera fluvial. Estas declaraciones, sin embargo, han sido interpretadas por analistas como parte de una estrategia política más amplia.
¿Disputa territorial o movimiento político?
Más allá de la controversia sobre la soberanía de la isla Santa Rosa —cuya pertenencia al Perú ha sido reconocida desde hace más de ocho décadas—, el pronunciamiento de Petro podría formar parte de su narrativa regional, en la que busca posicionarse como un líder latinoamericano que desafía el statu quo y cuestiona las estructuras tradicionales del poder.
Desde el gobierno peruano aún no se ha emitido una respuesta oficial, pero fuentes diplomáticas en Lima ya advierten que la Cancillería se encuentra evaluando el tenor del discurso, mientras crece la preocupación por el rumbo que podría tomar la política exterior colombiana.
Reaparece la doctrina Petro
Gustavo Petro ha mostrado en reiteradas ocasiones su simpatía por causas transnacionales y su crítica abierta a lo que él denomina “autoritarismos regionales” o “estructuras de facto”, lo cual ha generado más de un roce diplomático. En este contexto, sus declaraciones sobre Santa Rosa pueden leerse también como un mensaje simbólico hacia otros gobiernos de la región, especialmente aquellos que considera alineados con intereses contrarios a su proyecto político.
Tensión en el Amazonas
La isla Santa Rosa forma parte del distrito de Yavarí, en la región de Loreto (Perú), y es considerada una zona estratégica en la triple frontera entre Colombia, Perú y Brasil. La insinuación de Petro sobre un supuesto vacío de soberanía en esa área no solo reaviva un tema zanjado por el Tratado Salomón-Lozano de 1922, sino que también podría abrir un nuevo frente de disputa diplomática en plena selva amazónica.
Diplomacia o confrontación
El desafío de Petro plantea un dilema para la diplomacia regional: responder con firmeza para defender la integridad territorial, o apostar por un canal de diálogo que evite una escalada innecesaria. Mientras tanto, el presidente colombiano continúa consolidando su discurso disruptivo, incluso a costa de tensar relaciones históricamente estables con vecinos como el Perú.