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FALSA INDEPENDENCIA DEL PERÚLos que gozan del poder político se tragan la sagrada pachamanca, se toman el pisco y solo d...
08/09/2023

FALSA INDEPENDENCIA DEL PERÚ

Los que gozan del poder político se tragan la sagrada pachamanca, se toman el pisco y solo dejan migajas para los peruanos.

A los peruanos los domestican para referirse a julio como “el mes de la patria e independencia”, cuando en realidad no se respira esa independencia nacional, también loan a España como a su “madre patria”, a pesar de que esos invasores venidos de allá, han matado, saqueado, violado, despojado, robado y humillado a nuestros ancestros.

De quienes se han perpetuado en el poder político, su afán ha sido construir un concepto en el cerebro de cada peruano, la figura de la “Independencia Nacional”, como algo grandioso y que debe ser conmemorativo, a esto como loros o autómatas, aquellos millones de peruanos lo piensan, sienten y repiten, porque alguien les hizo creer en esa independencia ajena. Pero, ¿qué significa tal independencia para la amplia mayoría de los peruanos pobres, humillados y robados por una clase delincuencial, mal llamadas autoridades o políticos? El único objetivo de todo este zafarrancho, implicaba cortar todo vínculo con la corona española, terminando con las relaciones económicas, para mejorar la situación en todo sentido en la que vivían los “indígenas” del país.
Pero la historia oficial del Perú, se narró y escribió en función a los intereses de los españoles y en la actualidad, lo siguen dirigiendo los seudopolíticos acriollados, no es ajeno ver a diario que los escribidores, escribas, periodistas y hasta medios de información están siendo utilizados para endiosar, glorificar y justificar esos actos delictivos y crímenes, que cometieron muchos expresidentes de la república y en la actualidad, la asesina Dina Ercilia Boluarte Zegarra, Luis Alberto Otárola Peñaranda y sus séquitos de las fuerzas armadas y la gente de los demás poderes del estado, pero si el ciudadano común o los campesinos reclaman justicia y que se respeta a sus decisiones, de inmediato es silenciado por todos, aunque sea válida, real y legal su reclamo.
Muestra de eso, en las últimas protestas antigubernamentales (2023), desde el inicio de las manifestaciones han asesinado a 70 personas, pero como si nada hubiera pasado, aquí a ninguna o autoridad jurídica o religiosa le interesa la vida de esa gente humilde. Es irónico que hoy se tiene a las fuerzas armas y policiales, al servicio y defensa exclusiva de esa clase opresora, estos hombres que deben defender a todos los peruanos, hoy simplemente son peones y lacayos de ese poder ejecutivo, legislativo y judicial, a estos miserables no les importa matar a los peruanos, para ellos es más transcendental defender sus bienes e interés de una casta seudopolítica que no respeta y ni valora a nadie. Con razón, pues, no dicen nada, a pesar de que los empresarios extranjeros se llevan por toneladas el oro, la plata y otros recursos valiosos de nuestro país, mientras para los verdaderos dueños, absolutamente no queda nada.
Es así, que las versiones y hazañas de los pobladores de cada época y zona, fue y es distinta, pero esta es la que no se quiere presentar, ni dar a conocer y, por último, ni se escribe. La única versión y acontecimientos con la que se educa (amaestra) desde el nivel inicial, primaria, secundaria y educación superior proviene de los cronistas españoles, criollos y acriollados, quienes eran y son sus investigadores, oidores y escribas de los invasores españoles, colonialistas, republicanos y contemporáneos, además, estos cronistas e historiadores eran descendientes directos de los salvajes españoles de aquella época, por consiguiente, han construido una historia a su antojo y órdenes de sus amos.
Se ha generado así, un proceso independencia de alienación social, que lo hace a la población del Perú profundo celebrar como propia, una independencia ajena, que en su real dimensión, no existió esa tal independencia y ni existe hasta estos momentos, porque cuya condición social del poblador seguía y sigue siendo la misma, después de declarada la independencia en el año de 1821, ya que todas las riquezas naturales no están en las manos de los verdaderos peruanos, sino en manos de unos cuantos delincuentes que se apoderaron de forma ilegal y hasta se han dado el lujo de vender a los empresarios del extranjero, los grandes yacimientos de oro, plata, petróleo, gas etc., a pesar de no ser los dueños, han hecho este negociado y a espaldas de todo el pueblo, que hoy absolutamente, no tienen nada y ni se benefician de todas las riquezas de su país, a lo contrario, viven pobres, mirando lo que los empresarios extranjeros y un grupete de delincuentes (políticos) gozan de todas las comodidades.
En aquel proceso de buscar la independencia nacional, Túpac Amaru II no tuvo el poder y apoyo suficiente del pueblo para triunfar, pero sí los subversivos revolucionarios venidos del extranjero (Argentina y Venezuela), que en 1821 declararon la independencia del virreinato del Perú. A partir de allí se da el separatismo administrativo entre España y el nuevo Perú republicado, pero sin liberar a las clases pobres (campesinos y negros), sin devolver el territorio y sus recursos naturales a los verdaderos dueños del Perú. Expulsado los españoles, los opresores criollos se apropiaron de todo y como ya lo habían hecho sus abuelos y padres desde la invasión del “Soqtasuyo” seis regiones: Regalado L. Perú21, también se posesionaron del poder judicial, político y militar, para tener absolutamente silenciado por generaciones a la población. De este modo, el verdadero peruano no pudo recuperar su libertad, sus tierras y recursos naturales, porque todo quedó en manos de los criollos.

Tal independencia, no era para los descendientes de los incas u otras etnias a quienes se les adjetivaba como “indios”, campesino, “gentiles”, “cholos”, “shucos” “pezuñentos” o simplemente "indígena", como tampoco para los de la clase negra, que nacieron en el Perú, ya que ambas razas no tenían derecho a llamarse peruanos, e incluso, los “indios” no eran considerados seres humanos, por consiguiente, hasta un individuo de raza negra, tenía más valor que un “indio”, puesto que ese peruano, estaba catalogado como traidor, hipócrita, hereje, fetichista y con un cerebro esmirriado.
Llegó un momento, en el cual los criollos americanos, hijos de españoles nacidos en América, no aguantaron más el cúmulo de impuestos, los abusos, las injusticias y la explotación, a las cuales los españoles europeos o “chapetones” los tenían sometidos, y por eso, decidieron desconocer a las autoridades ibéricas, proclamar su independencia y libertad, así como lo menciona Cacua Antonio. (2011). Revista UDENAR, Academia Nariñense de Historia.
Los criollos se consideraban oprimidos por el régimen monárquico con sede en España, pero sin reparar en la opresión que ellos también ejercían sobre la población popular existente. Sin embargo, esa clase popular, constituida por gente pobre, es la que cubrió los gastos y deudas contraídas por la independencia del virreinato, mediante la “contribución de indios”, que era el mayor sostén del erario nacional en la naciente república independiente del Perú de los criollos.
Esa clase oprimida alimentó a las tropas patriotas independistas y puso su sangre esperanzada en que los españoles se irían y la dejarían libres de la tiranía. También conformaron numerosas guerrillas andinas y costeñas que molestaban a los realistas y en ocasiones, causándoles muertes. Pero las lides y gestas de estos guerrilleros independentistas, han pasado al olvido. De ellos ya no se hablará jamás, tampoco de los morochucos, ni de las atrocidades que sufrió el pueblo de Cangallo, incendiado por el sanguinario oficial realista Carratalá en venganza por apoyar la independencia. Asimismo, ni de la Rebelión de Huánuco que se dio entre el 22 de febrero al 21 de marzo de 1812, que fue una insurrección tomada por un grupo de “indígenas” liderados por Juan José Crespo y Castillo y el curaca Norberto Haro. Tras perder la batalla, frente a las tropas españolas en el puente de Ambo en marzo de 1812, mataron a miles de indígenas rebeldes, Crespo y Castillo, juntamente con el alcalde de Huamalíes José Rodríguez y el curaca Norberto Haro, fueron enjuiciados y asesinados en Huánuco a puro garrotazos.
Todas las hazañas de esos valerosos campesinos pasaron al olvido, solo hablarán de los criollos oportunistas que, siendo enemigos de los españoles, una vez que se dio su independencia, se pasaron a las filas patriotas, ocupando los más altos cargos de gobierno, de los tribunales de justicia y de las fuerzas armadas. Ellos figuran en la historia como próceres y están en los textos escolares de todos los niveles educativos. De los criollos se seguirá hablando y de los héroes campesinos ya nunca más.
No se debe olvidar, que cuando se firmó la independencia a favor de los criollos del Perú, estos criollos tiranos se convirtieron en sus nuevos amos, patrones, abusadores y explotadores de los verdaderos peruanos. A partir de 1821 esa clase popular, pueblerina, rural y andina, pasaron a tener nuevos amos, pero tan déspotas, ladrones y tiranos como sus padres españoles. Su apogeo de los criollos duró hasta el año de 1969, en donde un tal Juan Velasco Alvarado, los expulsa y recupera más de 10 000 haciendas y 1000 fundos que estaban en manos de los criollos. Lo irónico y brutal es que todas esas haciendas funcionaban y operaban gracias al trabajo gratuito de los miles de campesinos peruanos.
La libertad y nacionalismo a favor del pueblo propuesto por Juan Velasco, a poco tiempo cambió con su muerte súbita de Velasco. Es decir, de nuevo los verdaderos peruanos estaban condenados a arrodillarse ante sus nuevos amos, que ahora ya se hacen llamar políticos o autoridades, pero en lo fondo estos tipejos son tan bárbaros y delincuentes como sus abuelos españoles y criollos, que en cuestión de unos años se han vuelto a adueñarse de todos los recursos naturales del Perú, pero ya amparadas por leyes falaces, una vez que han logrado sus objetivos estos delincuentes han seguido y siguen vendiendo, regalando, expropiando y explotando todos los recursos naturales, mientras el verdadero peruano sigue siendo pobre, explotado, marginado, despreciado, humillado y robado por esa clase política delincuencial y enemiga de todos los peruanos.

No obstante, me atrevo a sugerir que, en vez de pensar en celebraciones rimbombantes, cada 28 de julio, ¿por qué no pensar en poner fin al despojo y la usurpación política y devolviendo el poder a los peruanos verdaderos? ¿O no tienen derecho al autogobierno? Es una locura, dirán los millonarios y pseudopolíticos, otros opinólogos mediocres dirán que no están capacitados los “cholos” para asumir un cargo, como ya lo dijeron los liberales y conservadores colonialistas al inicio de la época republicana.
Los peruanos no pueden y ni deben ser independientes, ni emanciparse para ser adoptadas por otra dominación, ni esperar su felicidad, sino de aquella a quien las sujetó la providencia desde su afortunado descubrimiento: la España sola, su legítima, desinteresada y amante Madre es la que puede procurarles y conservarles este dichoso bien. (Alarcón y Salazar).
Claramente, el concepto de independencia al que alude el deán se relaciona con la dominación en que podían caer los peruanos si no se respetaba la autoridad de la monarquía española. Por el contrario, la verdadera independencia significaba la vinculación de los pueblos del Perú con los intereses de España. (La Gaceta del Gobierno de Lima [Lima], No 30, 10 de febrero de 1813).
Lo mismo decían los hacendados y sus lacayos para evitar la reforma agraria en la época de Juan Velasco Alvarado. Es que estamos en el Perú, al igual que “El Día de la Alimentación” decretada por la ONU, en que los barrigones se banquetean en nombre de los desnutridos, así también, los peruanos más auténticos no tienen ni gratificaciones, ni días de descanso y ni brindarán por una independencia ajena. Se escuchará por todos lados la frase “Feliz 28”, pero seguirán viviendo en sus chozas, su desayuno, almuerzo y cena seguirá siendo la pobreza, lo único que reinará en sus cerebros será la anemia y seguirán trabajando para no morir, mientras esa clase política delincuencial a diario se volverán más millonarios.

Posiblemente ante esta aseveración, los de la ideología de derecha e izquierda bruta, asesina y delincuencial, dirán que soy un terrorista, pero solo digo la verdad.

© Enoch Calderón Jara
Docente de la UPLA y de la IE FHPA

04/09/2023

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