11/07/2025
Piura permanece en el puesto 16, al igual que en 2024, pero cae tres puestos en comparación con 2016
Piura continúa en el puesto 16, al igual que la edición anterior, su nivel histórico más bajo. La región se ubica en el puesto 23 en los pilares Laboral e Infraestructura.
Si bien, Piura aumenta su puntaje en Entorno Económico de 4.5 a 4.9, desciende dos puestos (del 8 al 19).
El resultado se debe, a la disminución del acceso al crédito de 33% a 30%, lo que la sitúa por debajo del promedio nacional (33%) por primera vez desde 2016. A pesar de subir tres puestos en Salud (del 19 al 16), la anemia infantil sigue siendo alta, afectando a uno de cada tres niños. Asimismo, es la segunda región con menor cobertura del personal médico público.
Destaca la mejora en Instituciones, al subir del puesto 16 al 8, tras dejar el último lugar en resolución de expedientes judiciales y avanzar al puesto 8, con un incremento del 28% al 38%.
El Instituto Peruano de Economía (IPE) presenta el INCORE 2025 como parte de su esfuerzo por monitorear el desarrollo económico y social de las 25 regiones del país. Esta edición incorpora una metodología renovada con 42 indicadores agrupados en seis pilares: Entorno Económico, Laboral, Infraestructura, Salud, Educación e Instituciones. Los puntajes se expresan en una escala de 0 a 10 y permiten evaluar el progreso de las regiones a lo largo del tiempo.
¿Qué es la competitividad?
La competitividad regional es el conjunto de capacidades que tiene una región para utilizar eficientemente sus recursos con miras a incrementar su productividad en el tiempo, lo que permite elevar el bienestar de todos sus ciudadanos.
Camino por recorrer
Impulsar la competitividad regional es clave para fortalecer la productividad y elevar la calidad de vida de la población. Para lograrlo, es fundamental impulsar la inversión privada, contar con equipos técnicos capacitados en el sector público, utilizar eficientemente los recursos públicos y alinear los planes de acción con el presupuesto nacional. Muchas de estas acciones se pueden lograr a través de los gobiernos regionales y locales, por lo que corresponde exigirlas:
De manera específica, las propuestas incluyen:
Entorno económico: potenciar sectores productivos estratégicos como la agroexportación, mejorar el entorno regulatorio local para facilitar inversiones y ampliar la inclusión financiera, especialmente mediante el acceso a internet y servicios digitales.
Infraestructura: priorizar la integración de proyectos para cerrar brechas mediante APPs, el uso efectivo del canon para vivienda formal, el fortalecimiento de los servicios de saneamiento y electrificación rural, y la conectividad digital. Además, se subraya la necesidad de planificar el desarrollo urbano con visión territorial y sostenibilidad.
Empleo: promover el empleo formal, la articulación de la formación técnica con la demanda productiva regional y la inserción laboral juvenil y femenina.
Salud, fortalecer los tres niveles de atención, garantizar medicamentos e insumos en zonas rurales y combatir la desnutrición y la anemia infantil.
Educación: mejorar la infraestructura, el desempeño docente y asegurar continuidad educativa, especialmente en regiones vulnerables.
Instituciones: impulsar la confianza institucional mediante políticas basadas en evidencia, fomentar la sostenibilidad fiscal local con una mejor gestión del canon y el FONCOMUN, y fortalecer la seguridad ciudadana y la lucha contra las economías ilegales con estrategias multisectoriales y descentralizadas.