
30/06/2025
Muchas veces no entendemos por qué suceden ciertas cosas… pero con el tiempo, y desde el alma, comprendemos que todo tenía un propósito más alto.
Cada experiencia, cada encuentro, cada silencio… fue parte de un plan divino, de un aprendizaje, de una promesa que debía cumplirse en esta etapa de vida.
Hoy suelto el juicio y abrazo la confianza, porque sé que Dios acomoda todo, aunque mi mente no lo entienda en el momento.
Todo fue perfecto… para que yo creciera, sanara y volviera a mí.