12/11/2025
𝐏𝐈𝐍𝐓𝐀𝐒 𝐅𝐀𝐋𝐒𝐀𝐒 𝐃𝐄 𝐒𝐋 𝐄𝐍 𝐀𝐘𝐀𝐂𝐔𝐂𝐇𝐎: 𝐑𝐄𝐀𝐂𝐓𝐈𝐕𝐀𝐍𝐃𝐎 𝐄𝐋 𝐒𝐄𝐍𝐃𝐄𝐑𝐈𝐒𝐌𝐎 𝐋𝐔𝐌𝐈𝐍𝐎𝐒𝐎 𝐃𝐄𝐋 𝐅𝐔𝐉𝐈𝐌𝐎𝐑𝐈𝐒𝐌𝐎
El fujimorismo y, por extensión sus aliados de la ultraderecha, necesita urgentemente el terrorismo senderista para la manipulación psicológica en las próximas elecciones.
Pero, como Sendero Luminoso (SL) dejó (entre 1993 y 1999) toda acción o práctica terrorista (derrumbamiento de torres de alta tensión, coches-bomba con anfo y dinamita, masacres, asesinatos selectivos, pintas, trapos rojos, etc), entonces sus operadores lo tienen que hacer en zonas donde no existen los llamados "remanentes terroristas".
Eso ha sido así a lo largo de los últimos 33 a 26 años del periodo post derrota global de SL y el cese definitivo de accionar terrorista que caracterizó los 80 y 90. ¿A qué prácticas asociadas a SL han recurrido los operadores del fujimorismo y agentes de inteligencia en los últimos 26 años? Básicamente a la colocación de trapos rojos con la inscripción del P*P y los símbolos de la hoz y el ma****lo y pintas aparentemente senderistas. En realidad, los trapos rojos siempre tenían la hoz y el ma****lo mal hechos y los lemas de las pintas no correspondían a la posición de SL post derrota y cese del accionar terrorista. Eran trapos rojos y pintas mal hechas. Falsas.
En ese largo período, a contrapelo de los intentos de los ex presos de SL y sus familiares por inscribir al MOVADEF (2011) y FUDEPP (2016), recurrieron a una práctica que SL no había realizado en los 80 y 90. A finales de 2015, en el escenario pre-electoral para las elecciones generales en 2016, llegaron a colocar granadas en varios puntos de la ciudad de Lima. Ese plan de manipulación psicológica del miedo, emparentado con la narrativa que SL quería reiniciar el accionar terrorista, se cayó cuando se descubrió que las granadas habían salido de un local de Fuerza Popular de Breña. Eso los obligó a no volver a utilizar esa práctica en Lima y las ciudades que contrastaba con el uso generalizado de anfo y dinamita en los ataques de SL.
En las zonas donde existían los llamados "remanentes senderistas", utilizaron otras modalidades. Así, para empezar, pese a la captura de Artemio en febrero de 2012 y la total desarticulación del Comité Regional del Huallaga, en las elecciones de 2016 y 2021 aparecieron volantes y banderas con la hoz y el ma****lo de ese grupo. Esos montajes, que llegaron hasta la frontera de Leoncio Prado (Huánuco) con Ucayali, no tuvieron mayor impacto psicológico y manipulatorio en la población de ambas regiones.
Y, para rematar, en el Vraem las cosas iban por otro lado: en la principal zona de producción de coca y co***na del país, y meses antes del abatimiento de "Alipio" y "Gabriel", en agosto de 2011, el sábado 4 de junio una columna del clan Quispe Palomino emboscó a una patrulla militar dejando cinco soldados abatidos. Esa emboscada no fue una acción de la inexistente "guerra popular democrática" sino para beneficiar al fujimorismo en la segunda vuelta contra Ollanta Humala, el 5 de junio.
Eso prosiguió en los demás procesos electorales. Un día antes de la primera vuelta, el 9 de abril de 2016, en Santo Domingo de Acobamba, en la provincia de Huancayo, Junín, emboscaron a un convoy militar, dejando un saldo del diez abatidos (8 soldados y 2 civiles). ¿A quién benefició? Al fujimorismo: lograron 73 congresistas. Y, en las elecciones de 2021, unos días antes de la segunda vuelta, el 23 de mayo, un contingente del clan Quispe Palomino masacró a 16 civiles (entre ellos dos bebés calcinados) en San Miguel del Ene, en el distrito de Vizcaya del Ene.
¿Es el narco-grupo armado de la familia Quispe Palomino una facción de SL? Lo fue hasta el 14 de julio de 1999, fecha de la captura de "Feliciano", uno de los últimos miembros del Comité Central de SL y jefe de la corriente "Proseguir". Tras ese golpe esa corriente dejó de existir. Los elementos residuales que quedaron en diáspora se articularon en torno a Víctor Quispe Palomino alias "José", quien -junto a sus hermanos "Raúl", "Gabriel" y "Alipio"- entre 2002 hasta 2009 se convirtieron en una firma armada del narcotráfico.
Eso explica, teniendo al narcotrafico como su entronque, las emboscadas a los militares y la masacre a civiles a favor del fujimorismo en las elecciones de 2011, 2016 y 2021. A esas acciones armadas a favor del fujimorismo en los tres procesos electorales mencionados, podemos sumar la emboscada en Natividad, en Pichari, el 12 de febrero de 2023, que volteó la protesta del sur en Lima.
Recapitulando: el narco-grupo armado del clan Quispe Palomino no es, en términos estrictos, una facción o remanente terrorista o senderista. Es, dado que es el discurso oficial del Estado y luego de la sentencia contra Bermejo por afiliación al terrorismo o a la facción de sendero del Vrae, en hechos el "sendero luminoso" del fujimorismo, las FFAA y la ultraderecha.
En esos marcos generales, la reciente aparición - más virtual que real - de pintas aparentemente senderistas en Paccaicasa, a unos kilómetros de la ciudad de Huamanga, es parte del plan de manipulación psicológica de los operadores del fujimorismo. ¿Por qué? La pinta que apareció en Compañía, en el distrito de Paccaicasa, según una nota del Ministerio Público de Ayacucho reza así: "¡Viva sendero luminoso! y a un costado aparecen las siglas del "MRTA".
Esa pinta no resiste el mínimo análisis crítico. Uno, SL jamás ha hecho una pinta autodenominandose "Sendero Luminoso". Esa es la denominación que le damos. Ellos se audenominan como P*P. Dos, tampoco jamás pintaron las siglas del MRTA, pues lo consideraban un grupo enemigo. Tres, SL jamás ha realizado pintas con pintura negra como aparece en las imágenes difundidas por el Ministerio Público de Ayacucho. Y, cuatro, salvo en sus documentos internos, y tras la derrota de su mal llamada "guerra popular", SL ha vuelto a realizar pintas de su organización.