22/03/2025
Sabes cómo pasa el tiempo para una mamá que ha atravesado la partida de un hijo?
Esta es mi experiencia, que no necesariamente es la misma de todas las mamis o papis o cada persona que atraviesa por la partida de quien tanto AMA
Para mi el tiempo se congelo un 2021, yo conozco de tiempo desde el 2006 que empezó la aventura de ser mamá de una preciosa niña, hasta un 2021 que se detuvo.
A partir del 21 de Junio del 2021 el tiempo se detuvo y saben por qué?
Porque si le doy poder a mi mente, y voy contando los días, los meses, los años, el dolor se haría largo y angustiante, sin embargo cuando no hay tiempo, los besos están intactos, las palabras no pertenecen al pasado, los abrazos los siento ahora, en mi presente, cada aventura vivida con mi hija esta en mi presente no en mi pasado, si le diera protagonismo al tiempo estaría contando los meses de su ausencia, estaría haciendo rituales de sufrimiento en cada fecha dolorosa, sin embargo yo cuento el tiempo de presencia, yo cuento el tiempo de vida, el tiempo de AMOR, por eso no le doy protagonismo al tiempo, no vivo pensando en cuántos meses pasaron, ni en cuantos años desde aquel día, creo que solo me atormentaria, me desgastaria pensando en la ausencia, prefiero enfocarme en su existencia, en nuestra vida juntas, en las risas cómplices, en los cantos de felicidad, en los viajes y aventuras, en cada parpadeo dulce, en su rostro tierno, sus palabras sabias, cada travesura y los pucheros cuando algo no le gustaba.
Esas fechas tormentosas las elegí para hacer alguna obra amorosa para compartir con otros corazones y volcar el AMOR de mi corazón, así el dolor se fue aliviando, repartiendo los trozos de mi alma rota, y tengo muchos pedacitos para compartir, he encontrado la verdadera iglesia en mi alma, el más bello templo en mi corazón, y la más poderosa oración en la acción con amor, me acurrucó en los brazos de Dios, no de aquel ser castigador creado por una sociedad consumida en el miedo, me acurrucó en la fuerza del universo, en la Divinidad que está en el todo, en el AMOR que es la existencia más sublime, mis oraciones dejaron de ser pedidos, se volvieron gratitud.
Y así elijo vivir cada día, por eso esa frase UN DÍA A LA VEZ, no es una frase vacía, es la vivencia de este sendero, es caminar mientras camino, es vivir cada día, sin ayer ni mañana, es estar en el presente, siempre en el presente, en LA PRESENCIA, en el aquí, en el ahora, y es ahí donde está ella, donde no hay tiempo ni espacio, donde no hay una rendija que nos separe, donde latimos juntas y somos un solo respiro, aquí y ahora.
Mi hija no es parte de mi pasado, no estuvo, ella está, y tampoco es mi futuro porque no voy a ella con la angustia de querer morir para encontrarla, yo ya la encontré, y hacia el futuro caminamos juntas, hacia el mismo lugar, por eso no tengo angustia, porque la angustia viene de lo que no está en tu presente y anhelas tener, y mi hija está en mi presente, la volví a encontrar cuando empecé a ver con el ama, a sentir más y pensar menos, a vivir cada día con gratitud y entrega a la vida, por que ella es mi Vida.
Cuántos años han pasado?
No lo sé, cuántos meses, no los he contado, pero si voy coleccionado en mi corazón todo lo vivido, y el día que nació al mundo espiritual no empezó la fecha de su ausencia, inicio la fecha de su presencia en otra frecuencia, entonces para mí también inicio una nuevo nacimiento, una nueva experiencia juntas, por eso no hablo de ausencia, porque vivo con ella, porque abrazo su vida en una nueva etapa, porque estoy profundamente agradecida por el regalo que me dio la vida, con el rol de mamá de una bella niña que ahora vive en el plano espiritual, he aprendido a construir una escalera hacia aquel lugar, he entendido que la llave la tenia adentro, que necesitaba coraje, humildad, y mucho mucho AMOR incondicional para dar la vuelta a la llave y encontrarla nuevamente con el mismo AMOR que siempre nos hemos tenido, y la encontré, la dulzura volvió a mi corazón, las ganas de vivir resucitaron, morí a la carne y nací al espíritu, y entendí que ahí en lo más profundo de nuestro ser estamos todos unidos, que no hay separación, que venimos a interpretar roles, nos separamos de la fuente para progresar y aprender AMAR y regresar.
Entonces como pasa el tiempo para una mamá que ha atravesado la partida de un hijo?
Depende del coraje, de la fuerza que encuentre en su corazón para abrir la puerta del plano espiritual que radica en lo más profundo de su ser, y ese camino no es fácil, es conectar con la fuerza del corazón, ya no con la fuerza de la mente, porque la mente luchará por encontrar respuestas y no las encontrará y sufrirá porque la mente quiere ver, palpar, y no podrá, entonces la mente ya no nos ayuda, el corazón no busca entendimiento, conecta con el instinto que le da respuestas profundas, no busca ver lo tangible, el corazón ve más allá de las formas, la mente se apega, el corazón AMA, no es fácil entenderlo pero cuando lo empiezas a experimentar vuelve la paz a la vida.
Yo también estuve en la otra orilla, el tiempo me mataba lentamente, era interminable el solo respirar, angustiante vivir, me preguntaba, cómo voy a vivir más años con tanto sufrimiento si cada minuto me duele tanto, pero aprendí que hay algo que nadie te arrebata, la vida siempre nos da la posibilidad de elegir, esa es la última de nuestras libertades, y aprendí a elegir, elijo cada día silenciar mi mente y abrir mi corazón y el tiempo ya no es un verdugo, el tiempo se vuelve un aliado, y el AMOR va disolviendo al dolor ❤️ ❤️
Yhis Bohorquez