21/06/2024
UNIVERSIDAD NACIONAL DE TUMBES ES UNA DE LAS MENOS TRANSPARENTES A NIVEL NACIONAL
Según el estudio de Videnza Instituto
La Universidad Nacional de Tumbes (Untumbes) ocupa el puesto 26 en el ranking de eficiencia en inversión pública durante el año 2023. Así lo reveló un estudio realizado por Videnza Instituto, que evaluó a 51 universidades nacionales para conocer qué casas de estudios superiores gestionan mejor sus recursos.
Según el ranking de posiciones, la Universidad Nacional Hermilio Valdizán, ubicada en Huánuco, es la más eficiente en el manejo de su presupuesto, con 8.73 puntos (de un máximo de 10). Le siguen la Universidad Nacional del Centro del Perú (8.45 puntos) y la Universidad Nacional de Juliaca (8.40 puntos). En contraste, la universidad menos eficiente es la Universidad Nacional Daniel Alcides Carrión, que obtuvo 4.40 puntos. Por su parte, la Un tumbes alcanzó un puntaje de 6.38.
De acuerdo a Nicolás Besich, vocero del estudio, “el objetivo es analizar la eficiencia en la inversión pública” en base a 10 indicadores. “Esto sirve para medir el desempeño con el que las universidades nacionales gestionan sus recursos”, precisó a El Comercio.
El estudio fue realizado en todas las universidades estatales, con excepción de la Universidad Nacional Tecnológica de Frontera San Ignacio de Loyola en Cajamarca y la Universidad Nacional de Música en Lima, que no contaban con “proyectos de inversión pública”, según explicó el instituto.
Uno de los indicadores es el “Sobrecosto de proyectos”, que revela el costo actualizado al 31 de diciembre del 2023, en relación al monto aprobado en los expedientes técnicos. En este apartado, la Universidad Nacional de Tumbes tiene el mejor desempeño tras registrar un sobrecosto de 0.5% en sus 12 proyectos en ejecución. En el extremo opuesto, se encuentra la Universidad Nacional Amazónica de Madre de Dios, con un sobrecosto del 57% en sus nueve proyectos.
Otro apartado evaluado en el estudio es “Transparencia y rendición de cuentas”. Este indicador mide la información que la universidad entrega cada mes sobre “el estado de ejecución física y financiero de sus obras”. “Varias universidades tienen un 100% de cumplimiento, pero otras tienen menos del 50%”, detalló el vocero de Videnza Instituto.
Según los resultados, la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco registró un 100% de transparencia, mientras que la Universidad Nacional de Tumbes obtuvo un 37%, lo que la convierte en la universidad menos transparente del estudio. Esta falta de transparencia en la gestión de recursos plantea serias interrogantes sobre la rendición de cuentas y la claridad en el uso de los fondos públicos en Untumbes.
Gestión de Rector en la mira. Recientemente dimos a conocer que un suertuda proveedora sin experiencia logró una buena pro de más de 3 millones de soles para la elaboración de desayunos y almuerzos para los estudiantes. Lo curioso es que de los 23 proveedores interesados solo una propuesta fue enviada, la que corresponde a la ganadora Flor Emperatriz García Lozano.
Un hecho llamativo en este proceso de licitación es la participación de empresas constructoras, las cuales no tienen relación alguna con el rubro de venta de alimentos o la preparación de refrigerios.
Flor Emperatriz García Lozano, quien ganó la licitación participando como persona natural con negocio, nunca antes había logrado obtener una Buena Pro de un monto millonario. De hecho, sus antecedentes de contrataciones con el Estado son modestos. Desde que obtuvo su RUC en 2016, Flor García solo ha tenido dos contratos con el Estado: uno con la Corte Superior de Justicia de Tumbes por S/ 1,712 para la entrega de leche evaporada, y otro con la Dirección Regional de Salud de Tumbes por un servicio de adquisición de bienes generales por S/ 4,900.
El rector de la Universidad Nacional de Tumbes, Dr. Enrique Edison Benites Juárez, fue consultado sobre esta situación. Sin embargo, no ofreció aclaraciones sobre el proceso de adjudicación. Se limitó a decir que el tema estaba siendo evaluado por una comisión y que desconocía los detalles al respecto. Tampoco proporcionó información sobre los criterios y procedimientos que la universidad emplea para seleccionar a la empresa encargada de la elaboración de los alimentos, pese a que estos deben cumplir con ciertos estándares de calidad e higiene.